Castellví de la Marca- Las Cases noves de la Riera - Torre de Can Pascol -Castell de Marmellar -Ermita de Sant Miquel..

Comenzamos en Castellví de la Marca junto a la iglesia de Sant Sadurní, seguimos por asfalto hasta el cruce con con el Camino de Cal Xeret donde giramos a la izquierda para llegar a Las Cases Noves de la Riera, seguimos por la carretera BV-218 hasta llegar al puente que cruza la riera de Marmellar donde giramos a la derecha y encontramos información de rutas y el Castellot y su entorno.
Continuamos por pista ancha hasta llegar a la Riera de Marmellar, la cruzamos y seguimos por pista paralela a la Riera "Camí de la Riera"", llegaremos a un cruce y dejaremos la riera a nuestra izquierda continuando por el camino de la derecha, algo mas adelante cruzaremos de nuevo la Riera y seguiremos por la izquierda por la pista de Can Pascol, tras las fotos y visita de rigor continuamos de frente y a la derecha por El Cami de les Cultivases para enlazar de nuevo al Cami de la Riera, el el próximo cruce giramos a la Izquierda para continuar por camino totalmente cubierto par enlazar de nuevo con el camino de la Riera otra vez transitamos por pista hasta llegar a un letrero que nos indica al Castillo de Marmellar y Ermita de Sant Miguel, a mano izquierda .
La subida es un poco fuerte pero corta, el terreno muy descompuesto ,atención con los resbalones sobre todo en la bajada ,la realizamos por el mismo sitio.
Merece la pena la visita por sus vistas y bonita capilla. Ya en la pista de nuevo seguiremos por la misma en constante subida hasta una pequeña urbanización donde esta el Hostal de La Atalaya, totalmente abandonado. Caminamos por zona asfaltada ,Carrer Vallflor hasta giro a la Izquierda para seguir por carer de la Conreria hasta el próximo cruce que continuaremos de frente por camino de tierra dejando a nuestra izquierda el Puig Rodó 629 m, después de la pronunciada curva giramos a la derecha para seguir en fuerte bajada por El Camí de la Atalaya y Cami de la Plana Romera.
En el siguiente cruce giramos a la derecha para seguir por el Camí de La Font de Cal Pascol que enlaza con el Camí de la Riera y enlazamos por la pista de inicio que nos conduce al punto de partida.
Califico la ruta de moderada por la distancia y según para quien también por el desnivel.
NO HAY DONDE COGER AGUA,EN VERANO CUIDADO CON EL CALOR .
NO TIENE DIFICULTAD ALGUNA , ESO SÍ,CUIDADO CON EL TERRENO DESCOMPUESTO,POSIBLES RESBALONES.
Salud y Montaña.
ALGO DE HISTORIA DEL LUGAR
La Torre de Can Pascol , también conocida con los nombres de Torre de Can Pasqual o Torre Rodona, es un edificio de Castellví de la Marca. Está situada en el lado izquierdo de la riera de Marmellar, en medio del bosque, en lo alto de un acantilado de 380m de altura al norte del municipio, casi al límite con el término del Montmell y muy cercano a la colina del Castellot, vigilante el paso natural por la riera.
La torre es muy curiosa por no tener la base ni redonda ni cuadrada, sino completamente rectangular, con las aristas tan redondeadas que a simple vista parece una obra cilíndrica. Es de piedra, cortada en sillares irregulares, tiene en su interior una longitud de 250 cm y una anchura de 130 cm. El grosor del muro en la parte baja es de unos 140 cm. La altura actual es de unos 9 m. Los restos de los agujeros de palo de viga indican que la torre tendría dos pisos. La parte baja está cubierta por una bóveda medio derruida y está dividida en dos espacios por un envigado de madera. Encima de este piso se encuentra la puerta de acceso a la torre, orientada al sur, situada en el ángulo curvado y con arcada de medio punto dovelada. A partir de ahí el grosor de la pared se reduce unos 20cm. A una altura de unos 3,5m de este piso hay una nueva bóveda y sobre ella, la azotea de la torre. También encontramos los restos del encañizado del techo, una posible chimenea, un depósito de recogida de agua, en la planta baja, cubierto por techo de vigas y enlucido de cal. La mitad de la torre se ha caído. La otra mitad que todavía se mantiene de pie, presenta una importante rendija, que creemos que amenaza su continuidad. Buena parte del conjunto queda enterrado y, por tanto, apto para realizar intervenciones arqueológicas.
La Torre de Can Pascol es de origen medieval, y probablemente fue construida en la época del conde Sunyer, hijo de Guifré el Pelós. Desde su inicio fue subsidiaria de la principal fortificación de Castellví, el Castellot, con quien visualmente está conectada. Fueron torres empleadas para proteger a los repobladores del entorno de posibles razias sarracenas. De día la comunicación se hacía a través de señales de humo, de espejos, o ondeando paños, y de noche, haciendo señales de fuego. Su utilidad desapareció al pasar el peligro musulmán en el primer tercio del siglo X.
La torre está adosada a una masía totalmente en ruinas, con algunos restos de edificaciones dispersas en los alrededores. Parece que tanto la torre como la sala anexa fueron habitadas hasta bien entrado el siglo XVIII, después el lugar quedó despoblado una temporada larga, hasta que a mediados del siglo XIX, se realizaron dos pequeñas estancias que fueron habitadas por masoveros que cultivaban la tierra del entorno hasta el bajón producido por la filoxera, a finales del siglo XIX, en que todo quedó completamente abandonado de nuevo.
CASTELL DE MARMELLAR
El Castillo de Marmellar se encuentra situado sobre un escarpado cerro a unos 380 metros sobre el nivel del mar, en medio del valle de la Riera de Marmellar, en un paraje solitario del término municipal de El Montmell, a las afueras de la urbanización Castell de Marmellar, en la comarca del Baix Penedès de la provincia de Tarragona.
El castillo fue levantado en una posición estratégica para la defensa de los caminos que se iban abriendo durante el siglo XI en las tierras del Penedès, haciendo avanzar la frontera condal con Al-Andalus para recuperar tierras a los musulmanes andalusíes.
Aparece documentado por primera vez en 1023, con motivo de una venta realizada por el Conde de Barcelona a Guillem Abat de Castell Vell.
El castillo perteneció a los Banyeres en el siglo XII, y posteriormente a diferentes familias: Los Anglesola, Gallifa, Claramunt, Fortià, Boixadors y Savallà. Tras la muerte del rey de Aragón Pedro IV El Ceremonioso (1387) el castillo pasa a ser de propiedad real.
En el siglo XV, una vez perdida su función militar y, por tanto, importancia, quedó abandonado y en estado de ruina hasta nuestros días.
El castillo fue levantado en medio de un valle al borde de un barranco que lo protegía por varios de sus lados. Su planta era trapezoidal e irregular, y contaba con varios recintos, aunque no era de grandes dimensiones.
En la parte más alta del conjunto destaca un muro de considerable altura y longitud, provisto de almenas y aspilleras, que probablemente formara parte de la parte principal del castillo. La estructura era de planta rectangular, su interior estaba dividido en cuatro estancias y disponía de hasta tres pisos.
En los alrededores del muro pueden verse restos de la muralla y la antigua capilla románica del castillo, la de Sant Miquel (siglo XI) en aceptable estado. Al parecer su ábside hacía de torre de la muralla y enlazaba con ésta. Entre la capilla y el muro se encontraba el patio o recinto interior.
En la parte baja del castillo, en la ladera que baja hacia donde estuvo la entrada al castillo, hoy desaparecida, hay dos recintos más de pequeñas dimensiones, actualmente invadidos por vegetación, de los que actualmente se conservan restos muros de la muralla.
ERMITA DE SANT MIQUEL
Situada en el recinto del castillo homónimo. Es un edificio románico del siglo XI. Tiene una nave única cubierta con una bóveda de cañón donde se observa claramente la huella del encañizado utilizado en su construcción. En uno de los laterales de la nave se añadió una capilla rectangular, cubierta también con bóveda de cañón, conservando en el suelo una gran roca natural. La puerta, situada en la fachada de poniente, es de medio punto, muy reformada. Tiene ábside semicircular adornado con lesenas y arcuaciones lombardas. Interiormente estaba decorado con pinturas murales que actualmente se conservan en el MNAC. El edificio fue sobrealzado y fortificado en época desconocida. Encima de la puerta se puede ver claramente la pendiente de la cubierta original.