Castillo de Acher (2384m) desde la Selva de Oza (Valle de Hecho, Pirineo Occidental)

Vuelvo a las andadas con el club de monte Artarrai, de Ermua, esta vez junto con 11 compañeros.
En esta ocasión dedicaremos 3 días para realizar 2 rutas en la gigantesca y preciosa cordillera de los Pirineos, concretamente en el Pirineo Occidental y a su vez en los Valles de Hecho y Ansó.

En primer lugar nos dirigimos a la Borda Bisaltico, situada unos 10 km mas adelante del pequeño pueblo de Hecho, y a 3 km del punto de partida de ésta ruta, el parking del camping de la Selva de Oza.

El primer día lo dedicamos única y exclusivamente para desplazarnos hasta la borda, mas que suficiente ya que salimos a altas horas de la tarde.

Tras hacer noche allí, salimos a las 8 de la mañana del refugio para ir hasta la Selva de Oza. Dejamos la furgoneta y nos preparamos para dar comienzo a la ruta.

A priori teníamos a favor el clima, ya que la previsión anunciaba sol y nubes durante todo el día, sin precipitación. A la mañana estaba el cielo despejado, y eso nos ayudó a distinguir de inicio la curiosa y popular forma que da nombre al monte que vamos a ascender, "la fortaleza" del Castillo de Acher, situado a 1250m de altitud sobre nosotros.

Al principio caminamos sobre asfalto para ir luego sobre hierba, pasando por el propio camping del lugar.
Unos metros mas adelante conectamos con un ancho y cómodo sendero señalizado con las marcas GR roja y blanca, pertenecientes a los GR 11.1 y 65.3.3.

El primer tramo de ascenso se adentra en el corazón de la Selva de Oza, formado mayormente por hayedos y abetos, entre otros árboles. En general la subida es muy llevadera, sin grandes pendientes, aunque hay tramos en el que hay mas inclinación, pero sin llegar a suponer un problema. El terreno es muy sencillo, se transcurre por pista natural y gravilla.

A mitad de ascenso hay una "fuente" natural, un buen chorro de agua que baja por la ladera, pero que se puede beber de ella sin problema. Dicha fuente la detectamos al bajar, no al subir. Vosotros por si acaso aseguraos de llevar una buena cantidad de agua desde el inicio. La ruta, aunque corta, es muy cañera, y si hace sol y calor como nos ha hecho hoy, necesitareis llevar 2L como mínimo (ésto dependerá de lo mucho o poco que beba cada uno, vimos gente que apenas llevarían medio litro, y otros llevaron bastante mas, como por ejemplo yo, que llevé 3,25L).

Mas adelante llegamos a un pequeño punto despejado, que es el Barranco de Espata. Aquí habría que tener cuidado en caso de que lloviese de manera torrencial, ya que podría impediros el paso. Buena prueba de ello es la cantidad de troncos caídos que rodeaba el paso.

Al cabo de unos minutos, dejamos definitivamente el bosque para ir de aquí hasta el final por campo abierto. A la izquierda ya tenemos a la vista parte de la espectacular e imponente muralla que protege al Castillo de Acher.
De frente seguimos el curso de un serpenteante y estrecho sendero de tierra, siendo bastante exigente por culpa de la elevada pendiente.

Esto será algo rutinario, ya que en poca distancia iremos ganando mucha altitud. Esto también nos ofrece la posibilidad de disfrutar de magistrales vistas, especialmente a nuestra espalda, como es el caso del Peña Forca, Acherito, Petrechema y La Mesa de los Tres Reyes, entre otros.

A la derecha detectamos la presencia del refugio forestal de Acher rodeada de un precioso manto de hierba. En las inmediaciones del castillo, sobre éstos pastos de hierba, hay un montón de bonitos lirios de color violeta.

Seguimos subiendo en fuerte pendiente hasta llegar a un cruce, situado al lado de unos bloques de roca enormes. En una de ellas indica que giremos a la izquierda para dirigirnos por la vía normal hasta la cima del Castillo de Acher. Si girásemos a la derecha llegaríamos allí también, pero pasando previamente por una pedrera y luego por la Chimenea de Ledormeur (es un tramo de escalada de unos 7m con pasos de nivel III-. Según me dijeron, va equipada con una cuerda y algunos anclajes. Se podría subir también sin necesidad de usar material de escalada, osea, a pelo, aunque por seguridad seria recomendable llevar cada uno la equipación adecuada para este tipo de pasos y luego una vez allí decidir como subir.)

Hacia allí se dirigieron alguno de mis compañeros, aunque la mayoría decidimos ir por la vía normal, que es la mas sencilla.
Unos pocos metros mas adelante, vemos una de las zonas mas chulas y curiosas de esta montaña. Por el lado derecho hay varias paredes de arcilla y arenisca de color rojo, que indican el pasado volcánico de este monte.

En pocos minutos llegamos a uno de los puntos clave de esta ruta; la base de la "muralla" del Castillo de Acher. Parecía inexpugnable desde abajo, y lo sigue pareciendo desde arriba, pero hay 2 brechas, una la tenemos justo encima, sobre una imponente y caótica canal pedregosa. La otra se encuentra en la Chimenea de Ledormeur.

Nos adentramos hacia el interior de esta entrada a la muralla, pero no podremos entrar al castillo así por las buenas. Tendremos que superar un estrecho camino en zig-zag en fortísima pendiente, repleto de piedra suelta que, en algún punto, nos va a hacer retroceder mas que avanzar.

Una vez llegamos justo a la entrada de la muralla de roca caliza, el terreno cambia bastante, pasando de la piedra suelta a las rocas, aun en fuerte pendiente. Aquí nos va a obligar a guardar los bastones y a continuar haciendo alguna mini trepada, apoyando las manos sobre las rocas. No es que sea estrictamente necesario pero lo hacemos por seguridad.

Ha resultado mas sencillo superar la muralla que llegar hasta ella. Una vez habiendo entrado al castillo, nos quedamos embobados contemplando la preciosidad de su estructura. Las sinuosas curvas que van de oeste a este, de menor a mayor altitud, acabando precisamente en la cima del Castillo de Acher.

A mano derecha, tenemos un pequeño sendero de tierra, piedras y hierba en el cual cresteamos la muralla yendo en primer lugar hasta la punta Sur del castillo, justo al lado de la salida del acceso por la Chimenea Ledormeur. Justo allí, casualidades de la vida, estaban saliendo 2 de mis compañeros. Habíamos llegado a la vez.

Finalmente, tras 3h y 35min de ascenso, realizamos un último esfuerzo para acceder al buzón cimero del precioso Castillo de Acher (2384m).

Las vistas desde arriba son absolutamente magistrales, de ensueño; Peña Forca, Petrechema, Acherito, La Mesa de los Tres Reyes, varios tres miles o montes de mucha altitud situados en la lejanía hacia el Norte, como por ejemplo el Balaitus, el precioso Midi D'Ossau..., el Bisaurin, Secus, Costatiza, y muchos otros más.

Tras las fotos de rigor, solo nos queda descender por el mismo camino que en la ida, hasta finalizar en el camping de la Selva de Oza.

Tuvimos suerte de acabar la ruta a buena hora, porque 35 min mas tarde cayó un chaparrón en este mismo lugar, y en ninguna previsión meteorológica indicaba tal cosa. Tened cuidado cada vez que hagáis una ruta en Pirineos, tanto si hace muy bueno como si no, porque aquí, especialmente en Verano y especialmente durante las tardes, el tema de las tormentas o chaparrones es algo muy habitual, raro es el día que no haya.


Destacar también un par de cosas durante el descenso.

-En la pedrera de la muralla, hay 2 variantes muy cercanas la una de la otra pero con un perfil bastante diferente. Según bajas, lo ideal es ir por el lado izquierdo, ya que hay menos piedra suelta y más roca incrustada que sirve como apoyo. Al subir no fuimos por aquí, y lo notamos porque era todo piedra suelta muy fina, y nos costó más avanzar. Y eso subiendo, bajando hubiera sido un problema. Aun así, hay que ir con mucha precaución, ya que es bastante sencillo patinar. En el peor de lo casos os llevareis un culetazo o un golpe por los costados, no hay ninguna zona aérea en toda la ruta.

-Los primeros km de bajada por el bosque son muy empinados, además de haber gravilla. Ir con cuidado ya que es fácil resbalar, y más aún si estuviera mojado.

Recomendable llevar un calzado con muy buen agarre en suelo mojado o sobre piedra/roca, preferentemente botas, incluso aunque haga buen tiempo y el terreno esté seco.