CASTILLO DE ALARÓ -Otra variante-

La Ruta de hoy tiene como objetivo, primero subir a la Cima de la Talaia de Cals Reis (754 m de altitud), por el Paso de s’ Escaleta (556 m de altitud). Luego coronar la Cima del Puig de Can Llenderina (775 m de altitud). Alcanzar la cima del Puig d’ Alaró (821 m de altitud) y regresar al punto de partida por el Pas de s’ Estaca (460 m de altitud).

Llegamos al Pueblo de Alaró y dejamos aparcado nuestro coche en el aparcamiento público y gratuito que hay en la Plaza de Sa Bastida. Aquí tomamos la calle del mismo nombre y nos dirigimos hacia la Plaza de Cabrit i Bassa. Según la tradición en esta plaza fueron quemados vivos los dos héroes locales que dan nombre a la plaza, por oponerse al rey Alfonso II de Aragón.

Continuamos por la Calle de Son Durán y enseguida enlazamos con el Camí de ses Artigues. Este camino está cementado y llega hasta la Font de ses Artigues que está un poco más arriba. Forma parte del tramo del GR-221 de Alaró a Orient. Un cartel que vemos a mano izquierda nos informa de que estamos en un espacio protegido y de las medidas que debemos cumplir.

En pocos minutos llegamos a la altura de la Font de ses Artigues. Está a la izquierda del camino. Es una fuente de mina de la época musulmana. Actualmente el agua de la fuente es empleada por una Comunidad de Regantes. En otros tiempos llegó a mover hasta nueve molinos hidráulicos.

Seguimos de frente por el camino que ahora se llama Camí de s’ Estret. Este camino comienza a ascender ligeramente y unos metros más arriba vemos una desviación a nuestra derecha que conduce a Can Paleta.

Nosotros continuamos por el Camino principal y al poco rato vemos a nuestra derecha unos escalones en una pared de piedra y un botador. Por aquí es por donde regresaremos cuando volvamos del Castillo de Alaró.

Aproximadamente cuando llevamos caminados unos tres kilómetros desde que salimos de Alaró abandonamos nuestro camino que continúa hasta Can Llenderina. Nosotros continuamos por un sendero que tenemos a nuestra izquierda. Hay un poste GR-221 indicador de la dirección “Orient/Pas de s’ Escaleta”. Hemos dejado el asfalto y ahora tenemos el típico camino de montaña. Se llama Camí del Pas de s'Escaleta. Comienza ascendiendo rápidamente adentrándose en un bosque de encinas. Es un camino empedrado que se encuentra en mal estado de conservación.

En poco tiempo alcanzamos la pared divisoria que separa los términos municipales de Alaró y Bunyola y a continuación tenemos el Pas de s’Escaleta.

El Pas de s’Escaleta es un paso fácil, que no presenta ninguna dificultad. Su nombre se debe a que tiene diez escalones de piedra construidos sobre un muro, que ayudan a superar la brecha entre las rocas, que al mismo tiempo constituye el lecho de un torrente. Es además el único punto por donde se puede pasar.

Superado el paso entramos en una altiplanicie. Después de caminar unos metros más vemos a nuestra derecha un hito que marca el camino para ir al Puig de Can Llenderina y que tomaremos más tarde cuando regresemos de la Talaia de Cals Reis.

Ahora seguimos de frente y enseguida abandonamos el camino GR, que sigue hasta Orient, y tomamos la desviación que vemos a nuestra izquierda. Este camino que ahora comienza a ascender ligeramente, más arriba se bifurca.

De frente ,el camino va rodeando la Talaia de Cals Reis y llega hasta Alaró por el Pas de s’Estaló. Nosotros cogemos la desviación de la izquierda que es la que nos lleva a la cima de la Talaia. Es un bonito camino de carro que aún conserva tramos empedrados. Este camino finaliza en una era de carbonero. Al lado vemos los restos de la cabaña.

De esta era sale un sendero en dirección oblicuo derecha. Hay dos hitos, uno frente al otro, que marcan el inicio del sendero. Este sendero discurre por una pendiente más pronunciada que en línea recta nos lleva hasta una pared de piedra. Es la misma pared que separa los términos municipales de Alaró y Buñola por esta parte.

No cruzamos esta pared, sino que seguimos por nuestra derecha paralelos a ella. Siguiendo los hitos llegamos a un pequeño rellano rocoso y despejado de árboles. Este rellano constituye un auténtico Mirador Natural que ofrece unas magníficas vistas del Valle de Orient y de la Sierra de Alfàbia. También del Puig de l’ Ofre, Na Franquesa, Sa Rateta y el Massanella.

Continuamos por el sendero y un poco más arriba alcanzamos la cima de la Talaia de Cals Reis, situada a 754 m de altura. Las vistas desde este lugar no son tan espléndidas como las del Mirador Natural, pues las copas de los árboles lo impiden. Aunque llegamos a divisar buena parte de la Bahía de Palma.

Desde aquí volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar al camino que nos lleva al Puig de Can Llenderina, nuestro próximo objetivo. Debemos prestar atención a esta desviación ya que el camino está bastante cubierto de vegetación. Hay un hito que marca el inicio del camino.

Pronto dejamos la zona boscosa y entramos en una zona de rocas. Aquí el camino ya no existe. Sin embargo, hay suficientes hitos que nos ayudan a seguir correctamente. La pendiente se ha ido acentuando. Al cabo de un rato alcanzamos nuevamente la pared divisoria que por esta parte separa otra vez los términos municipales de Alaró y Bunyola.

Cruzamos esta pared por un derrumbe y nos acercamos a los acantilados para disfrutar de las vistas que nos ofrecen. Siguiendo los hitos en poco tiempo llegamos a la cima del Puig de Can Llenderina, situado a 775 m de altura.

Desde esta cima ya divisamos nuestro siguiente objetivo, el Puig d’Alaró. También podemos observar unas buenas vistas de todo el entorno.

A continuación iniciamos el descenso por el lado opuesto. Buscamos los hitos que nos guíen. El camino discurre próximo a los acantilados y luego se adentra en zona boscosa. Va descendiendo suavemente hasta que llegamos al Pla des Pouet.

El Pla des Pouet es una extensa altiplanicie a la que pueden acceder los vehículos. En ella confluyen varios caminos. Además del nuestro, a la izquierda tenemos el Camí de Orient al Castell d’ Alaró. Enlazado con este camino está el que va al Penyal des Corbs. De frente a nosotros sigue el Camí de Orient al Castell d’ Alaró. A nuestra derecha está el Camí des Pouet que viene del restaurante El Verger. Este es el camino por el que se puede llegar en coche hasta el Pla des Pouet.

Nosotros tomamos el camino que conduce al Penyal des Corbs, pues mi intención era coronar su cima y disfrutar de las vistas que ofrece. Pero después de un corto recorrido la lluvia nos impidió continuar. Decidimos dar la vuelta para buscar refugio en el Castillo de Alaró.

Llegamos de nuevo al Pla des Pouet y tomamos el tramo del Camí de Orient al Castell d’ Alaró que nos llevará hasta el Castillo. Hay un poste GR-221 que indica esta dirección. Al principio subimos por unas escaleras empedradas. Luego continuamos subiendo por este camino que tiene tramos empedrados y tramos que no lo están.

Llegamos a un punto en el que confluye con el Camí des Castell (GR-221) que viene de Alaró. Tomamos este último camino por la izquierda. Por la derecha lo cogeremos de regreso. La subida ahora es escalonada y la pendiente se acentúa.

En pocos minutos llegamos a la primera puerta de acceso que tiene forma de arco y donde vemos restos de la muralla con algunos elementos defensivos.

Traspasada esta puerta subimos por unos escalones y llegamos a la llamada Torre del Homenaje. Tiene una puerta también en forma de arco y da acceso a una explanada. Vemos a la derecha un gran aljibe descubierto y a continuación una segunda torre defensiva.

El castillo de Alaró fue construido con finalidad militar y es uno de los tres castillos roqueros que aún quedan en Mallorca, junto con el Castell del Rei en Pollença y el Castell de Santueri en Felanitx. El Castell d’ Alaró, declarado Bien de Interés Cultural, está ubicado en la cima del puig de Alaró y además de su interés histórico, es un lugar excelente para contemplar el paisaje de la sierra de Tramuntana y del Pla de Mallorca.

Nosotros tomamos un sendero que hay a nuestra izquierda y que transcurre paralelo a los acantilados. Este sendero nos lleva a las murallas del Noroeste y a la torre Norte. Al final hay una punta que constituye un buen Mirador Natural.


Desde este lugar regresamos a la explanada y un poco más arriba giramos a la derecha. Subiendo llegamos hasta el albergue y a la Ermita de la Madre de Deu del Refugi. La primera piedra del oratorio se colocó en el año 1622, con motivo de una peregrinación para implorar la finalización de una gran sequía. El interior del santuario es sencillo y austero. Destacan las baldosas cerámicas del suelo y las decoraciones de las paredes. Estas edificaciones están construidas en una explanada que ofrece unas fantásticas vistas del Pla de Mallorca.

Nuestro próximo objetivo es la Torre Sur de Vigilancia, también llamada Torre de sa Cova, por su cercanía a la Cova de Sant Antoni. Para ello nos dirigimos al fondo de la explanada donde existe una barrera que podemos sortear por su lado derecho.

Enseguida aparecen unos hitos que seguimos sin ninguna dificultad. El camino es un continuo descenso hasta que llegamos a la Torre. Esta torre servía principalmente para la vigilancia de la zona sur.

Un poco antes de llegar a la Torre vemos a nuestra derecha una pequeña abertura entre las rocas a la altura del suelo. Es la boca de entrada a la Cova de Sant Antoni.

Nos introducimos por ella y seguimos por un pequeño túnel. Hay que ir agachados hasta desembocar en una gran cavidad. Aquí tenemos que extremar las precauciones pues el suelo es muy resbaladizo y además está inclinado en dirección a una enorme abertura que da al precipicio.

En la parte alta de la cueva vemos un pequeño estanque con agua que se alimenta por goteo y es conocido como Font de sa Cova de Sant Antoni, de donde probablemente se proveían de agua los ocupantes de la Torre. A la derecha de la fuente y un poco más abajo vemos una pequeña capilla donde antaño se colocó una imagen de San Antonio que hoy ya no existe.

Después de visitar la cueva regresamos por la misma ruta hasta encontrarnos el cruce con el Camí de Orient al Castell d’ Alaró que ahora queda a nuestra derecha. Nosotros seguimos de frente por el Camí des Castell (GR-221) hasta el Restaurante "Es Verger".

Continuamos por la pista que sale por detrás del restaurante. Dejamos a nuestra derecha el Camí des Pouet y seguimos unos metros por el Camí de ses Rotes Fredes. Enseguida abandonamos este camino por nuestra izquierda y tomamos un sendero que comienza a descender.
Al cabo de un rato llegamos al Pas de s’ Estaca, situado a 460 m de altura. Este paso no ofrece mucha dificultad. Mediante una serie de vueltas cerradas salva un gran desnivel. Continuamos descendiendo por el camino hasta que al cabo de un rato entramos en una zona de bancales que termina en el camí de s’ Estret, donde se encuentra el botador y los escalones de piedra que he mencionado al principio.

En este punto cerramos el círculo y ya solo nos queda volver sobre nuestros pasos hasta el punto de partida dando por finalizada la excursión.

-Los componentes del grupo hemos sido: Emiliano, Salvador y yo (Juan González
Blázquez) como guía

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