Castillo de Castro (Alfondeguilla)

La subida al Castillo de Castro desde la castellonense localidad de Alfondeguilla es, sin duda, una de las excursiones más emblemáticas que se pueden disfrutar en la Serra d'Espadà. Combina a la perfección un bonito paisaje, una flora peculiar, deporte al aire libre y algo de historia, tanto de la más remota como de la que tenemos más próxima en el tiempo.

Arrancamos este paseo desde el propio núcleo urbano de Alfondeguilla, pequeño municipio del sur de la provincia de Castellón y que parece que debe su nombre al vocablo árabe Al-Khandag que quiere decir "barranco", algo que se adaptaría muy bien a su característica topografía. Seguimos por una pista asfaltada conocida como el Camino de Castro, que va paralelo al barranco homónimo, y viramos a la derecha hasta subir al Depósito Municipal. A partir de este punto abandonaremos la pista asfaltada para adentrarnos en un sendero que irá tomando altura hasta llegar a un collado de montaña en el que hay instalado un panel informativo que recuerda el importante papel que tuvieron estos bosques durante la Batalla de Levante, durante la Guerra Civil Española (1936 - 39), y del que quedan algunos restos en forma de trincheras. Nosotros seguiremos hacia la derecha primero y después viraremos a a izquierda, por el Camino de Cantallops. Pasaremos entonces por la boca de una vieja mina de cinabrio, un sulfuro de mercurio del que se extraía ese metal líquido por tostado del mineral. La mina permanece hoy en estado de semiabandono ya que la explotación del cinabrio en la Serra d'Espadà cesó a finales de la década de los años sesenta del pasado siglo.

Abandonada la mina de Cantallops seguimos caminando hasta llegar al Barranc del Horcajo. Este tramo es bastante bonito ya que discurre entre alcornoques pero también resulta el más duro ya que durante casi un kilómetro y medio tendremos que subir bastante hasta llegar a otro collado, el último antes de alcanzar nuestro objetivo, el Castillo de Castro. Tras casi seis kilómetros de caminata llegamos al Castillo de Castro, construido sobre un formidable peñón que hace las veces de poderosa atalaya desde la que se puede controlar toda la Plana Baixa. El Castillo data del siglo XI y es de origen musulmán aunque no es descartable la anterior presencia romana dado su carácter defensivo. De él apenas han resistido un par de lienzos de sus murallas y los restos de una torre que fue volada durante la Guerra Civil. Nosotros aprovechamos las vistas y tranquilidad del lugar para comer y descansar antes de retomar la marcha.

Concluida la visita al castillo, desandamos nuestros pasos hasta el collado para bajar después por el Barranc de Cabrera. La bajada es muy agradable y está salpicada por un par de fuentes y algunos miradores sobre estas montañas tapizadas de alcornocales. Por último, resgresaremos a Alfondeguilla siguiendo el Camino de Castro.