Castillo de CASTROTORAFE y Ruinas de la Villa - Bordeando Río Esla ( Embalse de Ricobayo).

Esta ruta no está señalizada, por lo que, si alguien se anima a hacerla que siga las indicaciones de este track.

Para iniciar la ruta hay que ir a la comarca zamorana de Tierra del Pan, Si circulas por la A66, coges la salida de Fontanillas de Castro y después de tomar la salida, en la primera rotonda, en la N630, giramos a la izquierda, ( antes se llegaba a San Cebrian de Castro ). Actualmente es una carretera cortada, a 200 metros girar a la derecha por el camino . Esta bien indicado. ( Ruinas Castillo Castrotorafe).

A 100 metros, dejamos el coche y comenzamos aquí la ruta.


En Castrotorafe nos encontraremos ruinas, un despoblado amurallado en ruinas que nos dejan ver un muro trasero de la Iglesia Parroquial, la llamada Puerta del Sol, el Puente Medieval sobre el Esla ( Cuando el embalse lo permite) y su impactante Castillo, el cual se levanta sobre un precipicio sobre el Esla.

Tras visitar Castrotorafe hay que salir del despoblado y bajar por un sendero que baja a orillas del Esla para disfrutar de las vistas del castillo de Castrotorafe, sin duda, bonitas vistas.

Bordeamos caminando a orilla del Río Esla ( Embalse de Ricobayo), hasta llegar a la altura de los puentes de la autovía, cerca de San Cebrian de Castro. Nos encontramos con varios pecadores en la zona. Y echamos alguna parrafada con ellos.

A partir de esta zona volvemos por un camino vecinal, y más adelante seguimos indicaciones del camino de Santiago Ruta de la plata, que nos lleva al punto de salida.


Ruta fácil, corta y muy bonita. Se puede hacer en poco más de 1 hora tranquilamente.

📌📌Un poco de Historia:

Lugar: San Cebrián de Castro

Época: s. XIII-XIV

Materiales: sillarejo y mampostería

Propiedad: Diputación Provincial de Zamora

Estado: ruina progresiva

Visitable: está vallado

DESCRIPCIÓN

Las ruinas del castillo de Castrotorafe están situadas en el Despoblado de Castrotorafe, dentro del término municipal de San Cebrián de Castro, en la provincia de Zamora.


Consta que en 1129, Alfonso VII le concede un fuero al concejo de Castrotorafe, indicando que estaba fortificada. De esta época sería el recinto amurallado del que apenas se conservan restos y que fue mandado destruir por el rey debido al apoyo de la villa al Reino de Portugal.



Tras la separación de los Reinos de Castilla y León, Fernando II refuerza la villa, que es cedida en 1176 a la Orden de Santiago, si bien no consta aún la existencia de un castillo.

Con el enfrentamiento entre Alfonso X y Sancho IV por la sucesión en trono de castilla, el Infante don Juan (hijo del primero y hermano del segundo) se proclama rey independiente de León en 1296. Por tanto los principales restos del castillo que nos han llegado quedando fechados a finales del s. XIII o principios del s. XIV. El castillo es mencionado en el testamento del infante, en el que lo lega en 1319 a la Orden de Santiago, convirtiéndose en Encomienda. En 1351, Pedro I “el Cruel” pide a la Orden que ceda al castillo a don Juan de Alburquerque y más tarde a don Men Rodríguez de Sanabria. Enrique III mandaría arrasar la villa por haberse puesto del lado de su hermanastro Pedro.

De nuevo el castillo es reforzado con motivo de una guerra sucesoria en Castilla. En 1475 es tomado por Alfonso V de Portugal. Los Reyes Católicos tras la toma de Zamora, lo ceden a don Alfonso de Valencia y Bracamonte en 1476 que lo refuerza, adaptándolo para la artillería con una barrera exterior. En 1480 los Reyes la ceden a don Alfonso Enríquez, conde de Alba de Aliste.


En el s. XVI el castillo es reparado y ampliado por los condes de Benavente. Pero en 1688 aparece la villa como arrasada, la muralla caída en muchas partes y el castillo inhabitable.

En 2005 se realizaron algunas excavaciones y trabajos de consolidación. Está incluido en la Lista Roja de Patrimonio.



El castillo estaba situado en la esquina noroeste de la Villa de Castrotorafe, que contaba con un recinto amurallado que la rodeaba. Tenía una planta trapezoidal irregular. Constaba de una doble muralla, teniendo la exterior cubos en sus esquinas. El castillo contaba con dos puertas de acceso, una hacia la villa y otra hacia el puente. El interior está completamente destruido. Además de la barrera artillera tenía con un foso defensivo del que aún se aprecian restos.

Poco queda del recinto amurallado que rodeó la villa, apenas algunos lienzos desperdigados en la elevación sobre el río Esla. Sus orígenes son anteriores al castillo, siendo fechados entre los s. XI-XII. Tenía más de un kilómetro de perímetro.




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