Castillo de Galeras, baterías del Monte Fajardo, Fuerte y Faro de Navidad (Cartagena)
near Barrio de la Concepción, Murcia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Todo lo que diga es poco: me ha encantado esta ruta. Y es que la costa cartagenera es uno de los mayores tesoros que tenemos en estos territorios. Cuando vienes a darte cuenta resulta que llevas quince kilómetros, así sin sentir.
Dejo el coche en el amplio aparcamiento antes de la Algameca y empiezo a andar por la carretera de acceso al Fuerte de Navidad, aunque la abandono en el primer desvío, una carreterita que, a la derecha, sube al Castillo de Galeras. Que no os frene el cartel de prohibido el paso, hoy domingo me habré cruzado con un millón de personas. Además, arriba hay un mirador, así que el acceso está más que permitido.
Al poco de subir veremos un camino de tierra a la izquierda. Lo tomaremos a la bajada, pero por ahora lo ignoramos. La subida no tiene misterio, y la carretera llega hasta la misma entrada del castillo, que encuentro cerrado. Toca bajar por el mismo camino, disfrutando de nuevo de las estupendas vistas del mar, el Monte Roldán, el Castillo de la Atalaya, el Puerto de Cartagena…
Llegados al cruce antes mencionado giramos a la derecha. Es un camino de tierra que bordea en llano la ladera este del cerro y desemboca en un collado que tiene varios caminos. Desde aquí cabe la posibilidad de tomar un sendero que conduce a la Algameca Chica, opción que descarté porque he leído que hay un tramo aéreo, y las alturas me dan bastante respeto.
Por mi parte, lo primero que he hecho en esta intersección es acercarme a la Batería de San Fulgencio, desde la que me fascinan las vistas del acantilado. Tímidamente asoman las casas de la Algameca Chica, situadas en la desembocadura de la Rambla de Benipila.
Regreso al collado y cojo el camino asfaltado que zigzaguea hasta el Cuartel de Fajardo. Hay dos miradores naturales junto al acantilado con vistas impresionantes.
El Cuartel de Fajardo es un edificio severo, una señora fortaleza, aunque no lo suficientemente recio como para no sufrir el paso del tiempo y el abandono. Uno puede entrar al patio y al interior del edificio, aunque el estado de las escaleras desaconseja subir a la planta superior.
Lo siguiente es acercarme a las tres baterías que se ubican al lado del cuartel. En la nº 2 creo identificar una capilla, con una hornacina sobre el altar y otra en una pared lateral. También aquí, sobre una caseta, queda el soporte de un reflector de luz.
Continúo mi visita, y tomo un sendero que desciende a la Batería de San Juan de la Podadera, pasando previamente por un antiguo faro. Una escalera de caracol permite subir, pero el estado ruinoso del edificio no me da seguridad. Y es una pena, porque es una belleza. De nuevo me maravillo con las vistas de la costa hacia el Oeste, y de la entrada al Puerto de Cartagena al Este.
Salgo al camino que llega hasta la Batería de la Parajola, sobre la llamada Punta del Aire. A la salida de esta visita cojo un sendero que baja hasta el Proyector de la Parajola. Merece la pena acercarse aquí, muy cerca ya del nivel del mar. Es increíble la infraestructura militar desplegada para la defensa de Cartagena.
Regreso al camino y pongo rumbo al collado multicruce. Ahora las vistas nos muestran la entrada al Puerto de Cartagena con el Monte de San Julián al otro lado. Abajo, el pintoresco Faro de Navidad parece hace las veces de guinda en este bello pastel visual.
Un banco repleto de placas es el Mirador del Cariño. Avanzamos por el camino hasta el collado, y esta vez bajamos hacia la derecha, hasta la carretera, donde giramos de nuevo a la derecha para hacer la última de nuestras visitas: el Fuerte de Navidad y el faro del mismo nombre.
Esta carretera es bastante frecuentada, así que caminaremos bien pegados a la orilla. Nos llaman la atención dos enormes bocas de túnel cerradas, antiguos almacenes militares. A continuación llegamos a un embarcadero con la ruina de un pequeño edificio, que si noe equivoco fue el Balneario de San Bernardo.
Seguidamente, el Club Náutico El Chalet, y enfrente el Museo Nacional de Arqueología Marítima, hoy en abandono. Así llegamos a la explanada y paseo bajo el Fuerte de Navidad. El muelle nos lleva al Faro de Navidad, blanco y rojo como la bandera de Cartagena. Difícil imaginar este sitio vacío, sin visitantes que, como yo, buscan con avidez estos hermosos rincones.
En el espigón de enfrente vemos otro faro, el de la Curra, que se viste de blanco y verde. Ése merece otra excursión, y la tendrá. Por hoy ya está bien, así que regreso al punto de inicio por la carretera, pasando junto a las instalaciones de Navantia. Cuidado en este tramo, la carretera es estrecha, y no siempre hay arcén.
Dejo el coche en el amplio aparcamiento antes de la Algameca y empiezo a andar por la carretera de acceso al Fuerte de Navidad, aunque la abandono en el primer desvío, una carreterita que, a la derecha, sube al Castillo de Galeras. Que no os frene el cartel de prohibido el paso, hoy domingo me habré cruzado con un millón de personas. Además, arriba hay un mirador, así que el acceso está más que permitido.
Al poco de subir veremos un camino de tierra a la izquierda. Lo tomaremos a la bajada, pero por ahora lo ignoramos. La subida no tiene misterio, y la carretera llega hasta la misma entrada del castillo, que encuentro cerrado. Toca bajar por el mismo camino, disfrutando de nuevo de las estupendas vistas del mar, el Monte Roldán, el Castillo de la Atalaya, el Puerto de Cartagena…
Llegados al cruce antes mencionado giramos a la derecha. Es un camino de tierra que bordea en llano la ladera este del cerro y desemboca en un collado que tiene varios caminos. Desde aquí cabe la posibilidad de tomar un sendero que conduce a la Algameca Chica, opción que descarté porque he leído que hay un tramo aéreo, y las alturas me dan bastante respeto.
Por mi parte, lo primero que he hecho en esta intersección es acercarme a la Batería de San Fulgencio, desde la que me fascinan las vistas del acantilado. Tímidamente asoman las casas de la Algameca Chica, situadas en la desembocadura de la Rambla de Benipila.
Regreso al collado y cojo el camino asfaltado que zigzaguea hasta el Cuartel de Fajardo. Hay dos miradores naturales junto al acantilado con vistas impresionantes.
El Cuartel de Fajardo es un edificio severo, una señora fortaleza, aunque no lo suficientemente recio como para no sufrir el paso del tiempo y el abandono. Uno puede entrar al patio y al interior del edificio, aunque el estado de las escaleras desaconseja subir a la planta superior.
Lo siguiente es acercarme a las tres baterías que se ubican al lado del cuartel. En la nº 2 creo identificar una capilla, con una hornacina sobre el altar y otra en una pared lateral. También aquí, sobre una caseta, queda el soporte de un reflector de luz.
Continúo mi visita, y tomo un sendero que desciende a la Batería de San Juan de la Podadera, pasando previamente por un antiguo faro. Una escalera de caracol permite subir, pero el estado ruinoso del edificio no me da seguridad. Y es una pena, porque es una belleza. De nuevo me maravillo con las vistas de la costa hacia el Oeste, y de la entrada al Puerto de Cartagena al Este.
Salgo al camino que llega hasta la Batería de la Parajola, sobre la llamada Punta del Aire. A la salida de esta visita cojo un sendero que baja hasta el Proyector de la Parajola. Merece la pena acercarse aquí, muy cerca ya del nivel del mar. Es increíble la infraestructura militar desplegada para la defensa de Cartagena.
Regreso al camino y pongo rumbo al collado multicruce. Ahora las vistas nos muestran la entrada al Puerto de Cartagena con el Monte de San Julián al otro lado. Abajo, el pintoresco Faro de Navidad parece hace las veces de guinda en este bello pastel visual.
Un banco repleto de placas es el Mirador del Cariño. Avanzamos por el camino hasta el collado, y esta vez bajamos hacia la derecha, hasta la carretera, donde giramos de nuevo a la derecha para hacer la última de nuestras visitas: el Fuerte de Navidad y el faro del mismo nombre.
Esta carretera es bastante frecuentada, así que caminaremos bien pegados a la orilla. Nos llaman la atención dos enormes bocas de túnel cerradas, antiguos almacenes militares. A continuación llegamos a un embarcadero con la ruina de un pequeño edificio, que si noe equivoco fue el Balneario de San Bernardo.
Seguidamente, el Club Náutico El Chalet, y enfrente el Museo Nacional de Arqueología Marítima, hoy en abandono. Así llegamos a la explanada y paseo bajo el Fuerte de Navidad. El muelle nos lleva al Faro de Navidad, blanco y rojo como la bandera de Cartagena. Difícil imaginar este sitio vacío, sin visitantes que, como yo, buscan con avidez estos hermosos rincones.
En el espigón de enfrente vemos otro faro, el de la Curra, que se viste de blanco y verde. Ése merece otra excursión, y la tendrá. Por hoy ya está bien, así que regreso al punto de inicio por la carretera, pasando junto a las instalaciones de Navantia. Cuidado en este tramo, la carretera es estrecha, y no siempre hay arcén.
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