Castillo de Marutegi y nacedero del río Zirauntza (Araia)

Punto de partida: Araia.
Espacio protegido: Parque Natural Aizkorri-Aratz.
Época recomendada: Todo el año, especialmente con el deshielo.
Elementos de interés: Hayas trasmochas, restos del castillo de Marutegi, nacedero y ribera del río Zirauntza y los restos de la antigua central hidroeléctrica.
Tipo de camino: Senda que cuenta con indicadores marcados con SL-A 14 de colores blanco y verde.
Servicios: Araia cuenta con todo tipo de servicios.

Descripción del itinerario.

Empezamos nuestro recorrido en el barrio de Intuxi, donde se encuentra la central hidroeléctrica de san Pedro, junto al museo de energías renovables. Al rodear el edificio por su parte izquierda, nos encontramos con el primer indicador del camino que nos llevará hasta el nacedero, introduciéndonos por un bonito bosque de askarros y robles. El primer tramo está dominado por hayas trasmochas de grandes dimensiones (figuras 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7).

Buscando siempre la senda más ancha, el camino gana altura ligeramente hasta llegar a las inmediaciones del castillo de Marutegi, un fortín inexpugnable del que sólo podremos contemplarlo desde la propia senda. Es uno de los pocos castillos medievales de todo Euskadi (figura 8).

Aquí daremos por finalizada la ascensión continuando el resto del recorrido en descenso con los consiguientes desvíos que encontraremos, muy cercanos unos de otros hasta llegar al canal de la central (figuras 9, 10 y 11). El caudal del río Zirauntza se aprovechó industrialmente en Araia a través de los dos canales que tiene. Por una parte, el de la vieja fábrica metalúrgica para mover mecánicamente multitud de máquinas (trenes de laminaciones, martillo pilón, tornos...) y por otra, el que llegaba hasta la central hidroeléctrica (figuras 12, 13 y 14).

Sin mayores complicaciones llegaremos al nacedero del río Zirauntza, donde el vigor del agua mana de dentro de la roca; y es que la roca caliza, una constante a lo largo de toda la cordillera Cantábrica, posibilita la infiltración del agua como si de un queso gruyere se tratara (figuras 15, 16, 17, 18 y 19).

El camino de vuelta será por la orilla de la margen izquierda. El otro canal del recorrido nos acompañará (figura 20) unos metros, hasta llegar al desvío de la figura 22, momento en el que descenderemos casi al nivel del curso fluvial para tomar un desvío hacia la izquierda, siguiendo las turbulentas aguas del Zirauntza (figuras 23 y 24).

Tras pasar tres paneles informativos sobre el patrimonio industrial y natural de la zona, el recorrido finaliza tras cruzar el puente junto a los restos de la antigua central hidroeléctrica, que sin duda ha conocido tiempos mejores (figuras 29, 30 y 31).

Impresiones.

Paseo cómodo, bonito y fácil, que nos acerca a la naturaleza a través de un bosque de hayas y robles, acompañados en todo momento por las aguas del río Zirauntza que tras una semana de abundantes lluvias presentaba un aspecto inmejorable.