Castillo de Montesa y SL-CV-75. Montesa.

Ruta muy corta por uno de los castillos con más historia de la Comunidad Valenciana: el de la Órden Militar de Montesa. Montones de veces hemos pasado ante su poderosa figura y nunca habíamos intentado subir a verlo, pero esta vez el aviso, al pasar por las cercanías, no quedó desatendido, aunque disponíamos de muy poco tiempo, y realmente merece la pena apartarse un poco de la autovía para ver sus restos sobre una roca que domina la población.
Montesa y su castillo ganan reliueve histórico a partir de la creación por Jaime II, en 1317, de la Órden monástico-millitar de Montesa, que sustituyó a la primitiva Órden del Temple.. Pero en la ubicación del castillo parecen haber existido restos de una edificación romana y la existencia del castillo ya fue documentada en el año 935; incluso se habla de registros arqueológico pehistóricos en la misma zona. La Órden construyó inicialmente un monasterio cisterciense, que a lo largo de una prolongada ampliación, extendida a lo largo de dos siglos, se transformó en un convento fortificado.. El conjunto se vería severamente afectado por el gran terremoto de 1748 y sus réplicas, por lo que fue abandonado por los monjes (que se trasladaron a Valencia, al edificio que actualmente alberga la delegación del Gobierno, conocido como Palacio del Temple).
La ruta grabada comienza en un pequeño e irregular aparcamiento, situado entre el Castillo y la Mola. Desde allí comenzamos a andar en dirección a la rampa de acceso que luego cruza un puente para acceder al Castillo. La puerta de acceso está cerrada (el horario y días de visita se presentan en una de las fotografías), pero desde la verja de entrada se puede ver bastante del interior e incluso hacer algunas fotos. Bajamos la rampa e iniciamos un paseo por un camino que circunvala el Castillo. Llama la atención la peña sobre cuya parte superior se ha construído el Castillo, siguiendo incluso las irregularidades del contorno, lo que le hace difícilmente accesible para visitantes indeseados. Los muros están rehabilitados en la mayoría del contorno, y en algunos lugares se aprecian los sillares almojhadillados que se suponen de origen romano. La pequeña puerta lateral existente en la fachada este, con escalera de piedra, es el acceso rápido de la Vila al Castillo, que se realiza a través de un camino de tierra escalonado. Un poco más adelante nos desviamos a la derecha para salir a un mirador con excelentes vistas sobre La Costera,
Volvemos al sendero de circunvalación y llegamos al final, donde se continúa con el SL-CV-75, que rodea la Mola. Continuamos por el, con ánimo de rodear la Mola por completo (también es posible, bajar por la senda del Calvario hasta la Ermita de la Buena Sangre, y volver desde ahí por la calle Calvario hacia la Plaza de la Villa, en cuyas cercanías hoy domingo resulta imposible aparcar, aunque también se puede subir por el camino del Castillo hata el lugar donde hemos aparcado). El tiempo, de todos modos, es muy justo y al ver que la senda se vuelve más iregular y agreste (vamos con calzado normla) decidimos volver atrás, hasta el lugar donde hemo dejado el coche, y termina la grabación.
Incluir una de las ampliaciones citadas (que duplica en un caso, o triplica en el otro la longitud de la ruta) es muy recomendable para el visitante. Otra posibilidad es combinar la visita al Castillo de Montesa con la del Castillo de Enguera, en ruinas pero con excelentes vistas y accesible por el camino de Enguera a Montesa, que es parte del SL-CV 75