Castillo de Naya, miradores de Tresuns y del Alcanadre desde Morrano

Ruta por una zona considerada "Guara profunda" por ser un lugar muy poco frecuentado. Se localizan numerosos puntos de interés y resulta una actividad interesante para las personas que gusten de lo agreste, poco frecuentado y con unos valores naturales excepcionales.

Se puede iniciar la ruta en la localidad de Morrano, tomando un sendero hacia el Nordeste al que se accede por la calle única o principal de la localidad. Sin embargo, en este caso estacioné el vehículo en un aparcamiento autorizado que se sitúa en el km 32 de la A-1227, justo en una curva de la carretera.

Se parte por el camino que nos llevaría al Mirador del Alcanadre, enseguida comienza a descender rebasando un cruce de caminos, continuamos descendiendo hasta encontrar una senda por la izquierda, nos metemos en ella atravesando una zona con mucha vegetación. Pronto atravesaremos una barranquera sin agua, en lamargen contraria la senda va más despejada pero en todo momento deberemos prestar atención ya que en algún punto casi se diluye entre trazas hechas por animales salvajes.

Vamos ganando altura por un paisaje agreste y solitario, hasta dar con unos covachos o abrigos bonitos de ver.

Hecha la parada o visita, retrocedemos unos metros para tomar otra senda que asciende hasta la parte superior de los covachos. Aquí hay que prestar mucha atención para no tomar una senda más marcada que desvía al este, nosotros deberemos mantenernos cerca del acantilado.

A la altura del Mirador de Tresnuns, ya no tenemos más senda que la que conduce al Castillo de Naya, no es que sea una autopista precisamente, pero hace de buen seguir hasta darnos con unos bancales de cultivo que serán una referencia clave.

Podríamos perfectamente atravesar dichos bancales para encontrar en la parte opuesta el camino, pero preferimos dar un rodeo por abajo donde el paso es menos problemático.

Una vez hallado el camino del otro lado (se trata de un antiguo trazado que
desciende desde el alto del Espigolar), ascendemos por el mismo hasta la mole rocosa que conforman los abrigos y el denominado Castillo de Naya, una gran roca alargada a modo de fortaleza.

Resultan muy interesantes los abrigos y corrales existentes que son el vestigio de una antigua colonia humana de vete a saber cuando...., he encontrado este párrafo:

"Del Castillo apenas quedan unos cuantos sillares en la parte superior de la explanada. La reafirmación del dominio cristiano del territorio condujo a la construcción de este castillo. Su primer tenente fue Galindo Dat que ocupo también la jefatura militar de Abizanda, Labata, Montearagón, Huesca, Secorún y Muro del Valle. En 1114 Juan Galíndez era señor de Naya, Labata y Secorún."

Hecha la visita, regresamos al camino que al descender, no nos vamos a los bancales sino que visitamos un par de robles descomunales, de nuevo añado este texto:

"De los Cajicos (Quejigos) de Naya, ahora ya sólo quedan 2, uno de ellos mide más de 10 metros de circunferencia con una altura aproximada de unos 20 metros, podría tener entre 800 y 1.000 años, hace ya tiempo que se mantiene en estas medidas, fueron testigos del ir y venir de los bueyes que labraban estas tierras, a los cuales se les daba de comer debajo de estos cajicos, que sin lugar a duda dado su envergadura daban una buena sombra. El tronco en su cara norte presenta abundante musgo."

Después de esta visita natural, nos dirigimos al Mirador del Alcanadre, pasando junto a otro enorme quejigo (mucho menos que los dos primeros) y disfrutando de las enormes vistas de los miradores hasta descender de nuevo al pinar de Morrano y de allí al coche todo por camino.

Estar atentos al track porque como siempre en guara, existen muchos cruces que confunden y desde luego no es plan de regresar atrás todo el trecho.

Añado el enlace para tener mas información