Castillo de San Julián y Ermita Monte Calvario. Cala Cortina. Baterías Trincabotijas y Santa Florentina (Costa de Cartagena).

Ruta realizada el 26 de noviembre de 2023

El Castillo de San Julián es una de las fortificaciones más emblemáticas de Cartagena, ubicado a 293 metros de altitud en el cerro del mismo nombre, realizado en estilo neoclásico, con muros de sillería realmente espectaculares y magníficas panorámicas sobre Bahía de Escombreras, Puerto, Arsenal Militar y Campo de Cartagena.

El castillo presenta una planta irregular, con varias fases constructivas que se desarrollaron a lo largo de los siglos XVIII y XIX, finalizando su construcción en 1.888, lo que influyó notablemente en la variedad de sistemas defensivos y dotación de armamento, que se fueron sucediendo en el transcurso de más de un siglo de trabajos. Su misión principal era la protección de la bocana del puerto.

Desde el siglo XVI, está documentada la utilización del cerro, como atalaya para dar avisos de presencia de enemigos, mediante fogatas o ahumadas, según fuera noche o día. En 1706, los ingleses construyeron una torre circular de vigilancia y control, con capacidad para alojar 20 hombres, almacén y aljibes.

Con Carlos III comienza la construcción del Castillo, tratando de conservar en su interior la torre cilíndrica de los ingleses, lo que fue motivo de discrepancias, y aunque la preparación del terreno se inicia en 1771, las obras no lo hacen hasta 1861 y acaban en 1888, por lo que su construcción finaliza cien años más tarde que los fuertes de Galeras, Atalaya y Castillo de los Moros.

Durante la GC, fue utilizado como prisión para altos cargos del Ejército. En 1947 queda fuera de servicio como batería de costa y el Gobierno Militar se hace cargo del Castillo como prisión militar. En 1960 se desartillaron sus 4 obuses, continuando cómo prisión militar en los 80.

Está catalogado como BIC con el grado de protección 1.

Conviene en este punto citar a varios de los ingenieros militares que desarrollaron la Base Naval de Cartagena, figuras no muy conocidas a nivel popular, pero que fueron determinantes en el devenir de la ciudad. En concreto nos referimos a:

SEBASTIÁN FERINGÁN Y CORTÉS (Bágena-Teruel,1700 - Cartagena, 1762), insigne ingeniero militar con categoría de Mariscal de Campo. Proyectó y dirigió las obras del Arsenal de Cartagena, inicio la construcción del Hospital de Marina y realizó el Canal de Regueron en Murcia, entre otras obras significativas. Feringán nace cuando Sébastien Le Preste, marqués de Vauban, el principal ingeniero militar de su tiempo y una de las personas mas poderosas de Europa, está en su máximo esplendor.

MATEO VODOPICH (no está claro si es italiano o nació en Dubrovnik en 1716 - Cartagena, 1787), discípulo de Feringán continuó con su trabajo tras la muerte del maestro en 1762, lo que le supuso su nombramiento como Coronel, logrando el empleo superior de Ingeniero Director en 1770. Su cuerpo está enterrado en la Capilla de las Ánimas del templo de la Virgen de la Caridad de Cartagena. Tras su fallecimiento, la dirección de las fortificaciones recayó en Leandro Badarán, nacido en Logroño en 1738, del que se desconoce su fecha de fallecimiento.

Corresponde a Vodopich la ejecuión de la Muralla de Carlos III, Cuartel de Antigones, Cuartel de Marinería, finalización del Hospital de Marina, el Castillo de Galeras y el de Los Moros.

Respecto de la autoría del Proyecto del Castillo de San Julián, debemos remitirnos al Fascículo 5 de “Cartagena, Ciudad Fortificada”, de Gabriel Peche García, donde se dice: “Cuando el Ingeniero Militar, D. Pedro Martín Zermeño, se hace cargo de la dirección del Arsenal, considera necesaria la fortificación del monte San Julián, con la finalidad de dar protección a las baterías de la bocana del Puerto, y también, para evitar la caída de esta cima en manos enemigas, desde donde se podía batir el Arsenal y la propia ciudad de Cartagena. Es por lo que se elabora un primer proyecto, fechado el 26 de abril de 1766, que finalmente se dejó para una fase posterior. Algunos años más tarde, Mateo Vodopich y Leandro Badarán, redactan un nuevo proyecto que igualmente queda en el olvido.

En 1858, el Coronel Salvador Medina, recibe encargo del gobierno presidido por Bravo Carrillo, de redactar un nuevo proyecto, pero no es hasta 1866, cuando se redacta el definitivo por el Director de la Comandancia de Ingenieros de Cartagena, D. MANUEL JÁCOME. El proyecto está fechado el 12 de julio de 1866, en el cual se conserva la torre original edificada por los ingleses en la Guerra de Sucesión (1706). El replanteo se realiza en octubre de 1866 y el costo de las obras ascendió a 1.300.000 pesetas”.

El problema es que las obras finalizan en 1888, justo cuando los castillos militares han perdido su interés estratégico.