Castillo San Julián, Baterías de Tricabotijas, Santa Ana y San Leandro. Cartagena.
near Peñarroya, Murcia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta en la que visitamos algunas plazas artilladas (sin cañones)de las defensas del puerto de Cartagena. Primero visitamos una chimenea ( Peñarroya) fruto de un pasado minero, seguidamente llegamos al Castillo de San Julián, es una pena que no se ponga en valor este tipo de sitios, está lleno de antenas de telefonía, para salir de él hay que entrar al foso y seguirlo hasta la parte que está derruida y salir por el hueco, seguimos el sendero y nos lleva a una cruz metálica, no abandonamos el sendero y este nos lleva a la Batería de Tricabotijas alto (la cual se puede visitar y a la Batería de Tricabotijas bajo (la cual no se puede visitar al estar en uso). Después de bajar una escalera (se puede elegir el camino de asfalto) llegamos a cala Cortina y disfrutamos de su belleza. Seguimos por el sendero azul y encontramos la Batería Santa Ana (la cual no se puede visitar) y más adelante la Batería San Leandro, sita allí desde 1766. Catalogo la ruta como moderada por la zona en la que abandonamos el castillo ( da un poco de vértigo) y por el final de la escalera hacia cala Cortina ( no llega a la playa y hay un tramo complicado).
El castillo está situado en el monte de San Julián, del que toma su nombre, y que con anterioridad a su fortificación había demostrado ser una posición estratégica para la defensa de la plaza, cuando durante la breve ocupación austracista de Cartagena por el almirante John Leake en el marco de la guerra de sucesión española (1706), los ingleses construyeron en la montaña una torre cilíndrica. Tras la victoria felipista se empezó un programa de construcción y remodelaciones del actual castillo alrededor de la torre inglesa que no concluyó hasta la reforma llevada a cabo entre 1861 y 1883, con el objetivo de proteger la bocana del puerto de la ciudad. Durante la Segunda República y la guerra civil, el fuerte fue empleado como prisión de carácter militar, albergando a funcionarios de las fuerzas armadas encarcelados por su intervención en diferentes insurrecciones. El Plan de Defensa de 1860 dispuso la creación de dos emplazamientos diferenciados, Trincabotijas Baja y Alta, que constituirían parte de las defensas portuarias durante la Guerra del Cantón (1873-1874). Pero los rápidos cambios tecnológicos llevarían a una nueva reforma de estas baterías a finales del siglo XIX, que artilló la Alta con obuses "Ordóñez" de 260 mm montados a barbeta. En 1911, se le bautizó como "Comandante Royo", en memoria del héroe de la Guerra de Marruecos.
Con el despliegue de las piezas Vickers como resultado del Plan de Defensa de 1926, esta batería fue quedando progresivamente desfasada, hasta el desmontaje de sus piezas y su conversión en polvorín tras la Guerra Civil. Esta circunstancia provocó, en 1950, una enorme explosión que hizo desaparecer una de las barbetas. Actualmente se encuentra abandonada y sin uso.
El castillo está situado en el monte de San Julián, del que toma su nombre, y que con anterioridad a su fortificación había demostrado ser una posición estratégica para la defensa de la plaza, cuando durante la breve ocupación austracista de Cartagena por el almirante John Leake en el marco de la guerra de sucesión española (1706), los ingleses construyeron en la montaña una torre cilíndrica. Tras la victoria felipista se empezó un programa de construcción y remodelaciones del actual castillo alrededor de la torre inglesa que no concluyó hasta la reforma llevada a cabo entre 1861 y 1883, con el objetivo de proteger la bocana del puerto de la ciudad. Durante la Segunda República y la guerra civil, el fuerte fue empleado como prisión de carácter militar, albergando a funcionarios de las fuerzas armadas encarcelados por su intervención en diferentes insurrecciones. El Plan de Defensa de 1860 dispuso la creación de dos emplazamientos diferenciados, Trincabotijas Baja y Alta, que constituirían parte de las defensas portuarias durante la Guerra del Cantón (1873-1874). Pero los rápidos cambios tecnológicos llevarían a una nueva reforma de estas baterías a finales del siglo XIX, que artilló la Alta con obuses "Ordóñez" de 260 mm montados a barbeta. En 1911, se le bautizó como "Comandante Royo", en memoria del héroe de la Guerra de Marruecos.
Con el despliegue de las piezas Vickers como resultado del Plan de Defensa de 1926, esta batería fue quedando progresivamente desfasada, hasta el desmontaje de sus piezas y su conversión en polvorín tras la Guerra Civil. Esta circunstancia provocó, en 1950, una enorme explosión que hizo desaparecer una de las barbetas. Actualmente se encuentra abandonada y sin uso.
Waypoints
Comments (2)
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La salida del castillo da un poco de miedo
No se ve el sendero y da la sensación de que te caerás. Gracias.