Castillo y Oppidum de Giribaile, Casas-cueva de Espeluca (Vilches)

Cómodo y bonito paseo mañanero por un lugar cargado de historia y muy cercano a las ciudades de Linares y Úbeda. La meseta donde se encuentran las ruinas del Castillo de Giribaile y las Cuevas de Espeluca se localizan en el término de Vilches y muy cerca de las pedanías de Guadalén y Miralelrío ,entre los ríos Guadalimar y Guadalén.

La única dificultad de la ruta radica en el ascenso al castillo, que hemos realizado campo a través o por veredas de ganado con algunos tramos empinados, que podemos evitar sí realizamos la ruta de ida y vuelta por donde nosotros regresamos. Otro tramo delicado es el descenso desde la meseta del Giribaile a las casas-cueva por la escalera de piedra a través de los cortados, dónde hay que tener cuidado y ayudarnos de las manos. También este tramo podemos evitarlo dando un pequeño rodeo hasta dónde terminan los cortados.

La historia de éstos lugares es riquísima y muy interesante, merece la pena ahondar en ella. Dejo algunos enlaces sobre éste tema:

http://castillosybatallas.com/es/castillo-de-giribaile/

http://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Giribaile

http://www.redjaen.es/francis/?m=c&o=23462

http://www.redjaen.es/francis/?m=c&o=23454

http://www.redjaen.es/francis/?m=c&o=23460

Y quien mejor que galenomam en su magnífico blog para describir éstos parajes y su historia:

https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&cad=rja&uact=8&ved=0CC0QFjAC&url=http%3A%2F%2Felcochedesanfernando.blogspot.com%2F2010%2F06%2Fvilches-jaen-oppidum-de-giribaile-casas.html&ei=IMjMVOWcPMT6UKK4gogF&usg=AFQjCNGKanroQINHveZD1QDRCTMRMeDYpQ&sig2=f8_t0VAc3eJNbVbmz-vaXg

Para llegar al punto de inicio de la ruta hay que tomar la carretera A-312 ,que une Linares con Arquillos. Si vamos dirección Arquillos, al poco de pasar el desvío de Guadalén, a la altura del cortijo de la Laguna (situado en el mismo margen de la carretera), a la izquierda sale un camino de tierra. Seguimos por el camino, que está en condiciones aceptables para un turismo, durante algo más de 1 kilómetro, hasta que llegamos a una bifurcación. Cerca de ésta bifurcación estacionamos el vehículo donde podamos.

Justo dónde hemos estacionado el vehículo, a la derecha tomamos un carril en muy malas condiciones que pronto llega a un vallado que pasamos por una puerta en el mismo (hay que decir que el Castillo, el Oppidum y la mayor parte de las Casas-cueva están en una finca privada y vallado en todo el perímetro, algo que nos sorprende porque al regreso, en el camino principal hay diversos carteles indicándonos como llegar a estos lugares para visitarlos). Nada más pasar la valla seguimos por sendero de ganado ascendente en la misma dirección. Llegamos a un collado y a partir de ahora caminaremos campo a través, sin grandes dificultades, tan solo la de sortear el espeso “bosque” de retamas y gamones, primero hacia el Sur para coger la cuerda, luego enderezamos hacia el Oeste, en breve tiempo estamos en las ruinas del Castillo de Giribaile.

Hay que decir que hay una forma más sencilla de subir al Castillo. Seguimos el camino donde estacionamos el vehículo, hacia el Sur (andando o en coche, pues el camino es transitable en turismo) y a casi un kilómetro a mano derecha sale en camino de herradura que asciende a la meseta , a medio camino del Castillo y el vértice geodésico.

Después de recorrer las ruinas del Castillo, varias torres y el aljibe, nos dirigimos al cercano vértice geodésico de Giribaile (520 m), una magnífica atalaya de buena parte de la provincia de Jaén; desde aquí divisamos claramente todas la sierras que sirven de limites provinciales. Para ello recorremos la meseta hacia el SO atravesando varias zonas donde se estuvieron practicando excavaciones arqueológicas, en lo que parece ser que fue un Oppidum Íbero llamado Giri, Orongis u Orisia y en 1 kilómetro estamos en el vértice.

Desde el vértice descendemos hacia el Sur, SE, junto a los restos de lo que fue una muralla, hasta llegar al borde de los cantiles donde se sitúan las Cuevas de Espeluca. Hay una preciosa escalera tallada en roca para salvar el cortado y dejarnos directamente en la puerta de una de las cuevas, las del Grupo II, llamadas de la Mujer. Al parecer tienen un origen visigodo y fueron talladas y habitadas por cristianos eremitas.

Sí no queremos descender por las escaleras, caminaremos por un sendero que recorre el borde de los cantiles hacia el NE, hasta que tomamos el camino que a contramano , es decir hacia el Sur ,SO desciende a los cortijos de Casas Altas. Aquí ya empezamos a ver casas cuevas en los cantiles, las del Grupo III, que están casi totalmente derrumbadas por un desprendimiento.

Entramos en las Casas-cueva de la Mujer, (la que tiene la escalera en la roca), y nos quedamos fascinados, pues tiene varios pasillos, varias puertas, grabados en la pared, (una mujer, que es la que le da nombre), una cruz (tal vez un altar). Seguimos el camino del Cortijo de Casas Altas hacia el SW y llegamos a una puerta cerrada y con alambre de espino, por lo que tenemos que buscar la manera de salir de la finca privada. Un poco más abajo de la puerta hay en el vallado unas piedras que nos permiten saltarla de forma cómoda.

Regresamos otra vez hacia la puerta, pero ahora ya fuera de la finca y junto a un cortijo en ruinas un cartel nos indica que a mano izquierda está la Fuente de las Cuevas y efectivamente en pocos metros llegamos a ella. Justo encima de la fuente se encuentra el Grupo I de Casas-cueva, con galerías en varios pisos de altura y donde al parecer había un oratorio, pero que desgraciadamente un desprendimiento ha destruido en casi su totalidad. Este grupo es casi imposible de visitar por el montón de bloques de piedras que lo tapan, además de peligroso. Parece mentira que la fuente se salvara del desprendimiento.

Seguimos el camino que hacia el Este primero y SE después y entre olivos nos lleva a una próxima bifurcación. A la derecha iríamos al cercano Cortijo de los Cristales, a la Casa del Cañaveral y a la Atalayuela, saliendo a Miraelrío. Nosotros tomamos a la izquierda y en unos 2,5 kilómetros de carril junto al pantano de Giribaile llegamos al lugar donde estacionamos el vehículo.