CASTRILLO SOLARANA, Ruta de las Encinas. Cerca de Lerma (BURGOS)

Castrillo Solarana es un pueblo situado a 49 km. de Burgos al que se accede desde la Ctra. de Lerma-Silos (BU-900).
Es un pueblo muy antiguo, lugar de asentamiento de celtas, romanos y árabes.
Las edificaciones se levantan en torno al “ castro “ donde se alza la imponente Iglesia de San Pedro, declarada bien de interés cultural, la cual es fruto de una mezcla de estilos románico, gótico y renacentista destacando principalmente su ábside románico que data del S. XII. En el interior destaca su pila bautismal románica y sus tres retablos que datan del año 1690.
Junto a la iglesia circundan multitud de bodegas donde se elaboran los vinos originarios de la “Ribera del Arlanza”.
La ruta se inicia desde la plaza del pueblo subiendo una cuesta orientada hacia el Sur y que atraviesa la Ctra. BU-990, y continúa por un camino forestal cogiendo el ramal izquierdo de la primera bifurcación, el cual entre campos de cultivo de cereal y de girasoles nos llevará hasta un bosque de encinas en los que se destacan también los enebros y sabinas.
Esta ruta es ideal para iniciar a los niños al senderismo o para excursionistas que les gusten observar la fauna salvaje ya que existe una gran variedad de especies animales para poder observar, así rapaces como buitres leonados, alimoches, ratoneros, milanos negros, cernícalos, halcones o aguiluchos cenizos dibujan sus siluetas por estas tierras. Córvidos como cuervos carniceros, cornejas, grajas y grajillas animan el camino con sus graznidos. Entre los grandes y medianos mamíferos destacan los corzos, jabalíes y zorros. En los majones, acumulaciones de piedras en las tierras apiladas por los agricultores para no dañar sus aperos de labranza, establecen su morada las comadrejas, abubillas y mochuelos. Lechuzas y cárabos son otras rapaces nocturnas que se alimentan principalmente de roedores. En los campos de cultivo se pueden observar liebres, conejos, perdices, becadas y codornices.
A lo largo de la senda el espliego, tomillo y romero desprenden sus aromas.
En el paseo igualmente podemos observar varias tenadas en ruinas, construcciones de piedras donde se guardaba el ganado durante la noche, y una carbonera ya en desuso. Se obtenía carbón vegetal a través de la combustión incompleta de apilamientos de madera de encina que se cubrían de tierra y que se denominan carboneras, a las personas dedicadas a la elaboración de este combustible vegetal se le denomina “piconeros”.
Junto a la iglesia se ha habilitado un pequeño museo que permite visitar un aula de mediados del siglo pasado, con el material escolar que se utilizaba en aquella época, como son cuartillas de aprendizaje, boletines de notas, material docente etc. Extremo que anima aún más si cabe a realizar esta ruta por este precioso lugar.
Mejor época de realización de ruta: primavera, verano y otoño.