Castro de Chamartín y Cascada de las Mesas

Al llegar a Chamartín, se ve junto al verraco que hay a la entrada la señal que marca el camino hacia el castro. Después de 2,5 km en coche, llegamos a nuestro punto de partida, la puerta del castro, sobre las nueve y cuarto de la mañana. Vamos un grupo de más de veinte personas y el día es espléndido, con sol y buena temperatura.
Desde el primer momento la ruta transcurre entre encinas, y pronto llegamos a un arroyo, que pudimos sortear con facilidad dada la falta de lluvias de este invierno. La ruta sigue bordeando una ladera, entre carrascas y encinas grandes, donde hay varios puntos para realizar buenas fotos. Desde una pequeña planicie se puede observar ya la cascada de las Mesas, vista desde arriba, que este año trae poca agua.
Continuamos, en esta ocasión bajando por la ladera, la bajada es peligrosa, el suelo está húmedo y se pueden desprender piedras ya que el desnivel es muy pronunciado. Es importante llevar buen calzado para este tramo. Así llegamos a un punto enfrente de la cascada, idóneo para hacerse unas fotos con la misma. Seguimos subiendo por donde hemos venido, y giramos para pasar a la ladera contraria, desde donde también tenemos algunos puntos con hermosas vistas. Así entre encinas llegamos a la entrada del castro , por su lado norte, donde hay restos sorprendentemente bien conservados de la muralla y de algunas fortificaciones de la época vettona. Cruzando el castro, llegamos desde su interior de nuevo a la puerta de entrada, donde habíamos iniciado la ruta.
Un agradable paseo, en una zona con posibilidades de rutas más largas, al que tendremos que volver, sin duda.
NOTA: este track es orientativo. Quien quiera seguirlo lo hace bajo su única responsabilidad asumiendo los riesgos propios de una actividad como la que se describe