castro urdiales - allendelagua

El Castillo de Allendelagua o San Antón: un hito en el Camino de Santiago litoral

En el listado de edificios a visitar en la ciudad de Castro Urdiales se destaca el castillo de Allendelagua por la leyenda y la polémica que le rodea en torno a su adscripción templaria, así como por el fantástico enclave natural en el que se encuentra ubicado y formar parte del camino de Santiago litoral a su paso por Cantabria.

El castillo se localiza en el término municipal de Castro Urdiales, en el pueblo de Allendelagua. Sus ruinas se encuentran en pleno monte y tanto la fortaleza como la cercana iglesia de San Marcos se consideran hitos del camino de Santiago litoral, lugares de protección y culto para los peregrinos.
La leyenda templaria del castillo

Según cuenta la tradición, un valido del rey Fernando IV, Camilo de Carvajales, perdió la confianza del soberano y decidió a ingresar en la Orden de Los Templarios. Como tal caballero participó en tres campañas en Tierra Santa, decidiendo terminar sus días retirado con los monjes en la fortaleza-monasterio que la Orden poseía en las cercanías de Castro Urdiales, vigilando el mar Cantábrico.

Un día, mientras rezaba en el bosque, al caballero se el apareció un ave que terminó por convertirse en una hermosa joven. El caballero, prendado de la muchacha, corrió tras ella terminando por precipitarse al mar. Solo se encontró la capa del caballero flotando en el mar. Un día, mientras los monjes rezaban por su alma, y en plena tormenta, se les apareció el caballero como un espectro que, tras decirles que estaba condenado en el infierno, desapareció con un desgarrador alarido. Tras la terrible experiencia, los monjes abandonaron el castillo.

La leyenda relata que en los días de tormenta aún puede escucharse los quejosos gritos del caballero templario en las ruinas de la fortaleza.

¿Templario o no? Los resultados de las últimas investigaciones

Tradicionalmente se ha considerado como un castillo o fortaleza pertenenciente a la Orden del Temple, una creencia muy arraigada en el pueblo. Actualmente, historiadores como Gonzalo Martínez Díez han demostrado las pocas probabilidades que existen de que sea una construcción templaria. No se han encontrado pruebas documentales al respecto, fuera aparte que los restos del castillo dan un fecha tardía para la edificación del mismo: los siglos XIV ó XV, momento en el que la orden del Temple ya estaba disuelta (1312).

En la misma línea, El atlas de posesiones templarias documentadas en los reinos hispánicos, el autor, Justo Navarro Martínez, señala como no existe ninguna constancia documenta tanto para este castillo, como para otras muchas propiedades atribuidas a los Templarios en Cantabria y el noroeste de la Península, catalogándolas de falsas adscripciones o de atribuciones modernas.