Castrojeriz - Frómista IBP 71 (camino francés) 2022.10

A los 2,5 km de la salida de Castrojeriz empieza la subida al Alto de Mostelares, con algún repecho importante, pero si uno está acostumbrado, se sube bien.
Bajada por pista hormigonada, y seguramente con más tanto por ciento que la subida.

Vistas típicas de campos tanto en la subida como en la bajada.

Rectas interminables pasando por Itero de la Vega, donde justo antes esta el Puente Fitero, que pasa el río Pisuerga y que sirve para pasar de provincia, de Burgos a Palencia.

Más rectas hasta llegar a Boadilla del Camino, donde hemos parado a comer en el Hotel En el Camino, donde ya se quedaba gente.
Buen menú.

Y casi enseguida de salir de Boadilla del Camino, uno se encuentra con el Canal de Castilla, que hace diferente y amena la etapa, hasta llegar a Frómista.

Destacar las esclusas, justo antes de Frómista.

Descanso en el Hotel San Pedro.

Edito a 28 octubre 2022.
Como nuestro hotel empieza desayuno a las 8 am y aprovechando la visita a la ciudad, vamos preguntando en los bares a que hora abren x la mañana.
El hotel San Martín también a las 8 am (pero sólo para los clientes). Para los no clientes a las 10,30 (incomprensible) esto nos hace decidir de no ir a cenar aquí.

Bar cafetería el manchego nos comenta que a las 6,45 al igual que el garigolo.

Nos toca ir a cenar, pero primero compramos unos plátanos para la etapa de mañana, aunque es corta, vamos a ir por la variante de Villavieco y sobre la marcha, sobre el mapa, decidiremos si realizamos otra variante sin pasar por Villalcazar de Sirga, por lo que estaremos más kms sin avituallamiento, llegando cerca de Carrion de los Condes, y evitando más asfalto, el cual me gusta poco, y como también no me agrada el ruido de coches, aunque se vaya por andadero, vamos a intentar este invento de éste camino llamado carrera del colladillo.

Volvemos al tema de cenar.

Entramos en el restaurante Van-Dos, el olor a rancio hace que salgamos de allí.

Vamos a el Chiringuito del Camino, otros peregrinos nos hacen señas de que la comida es buena, entramos, pero el dueño está colapsado por tanta gente (creo que el 80 x cien de peregrinos estamos ahí) y no sabe decir nada del tiempo que podemos estar ahí esperando, luego nos dice que si vemos una mesa vacía que vayamos antes de que otros clientes nos la quiten.
Es mucho mejor, que nos hubiera dicho que en media hora no puede atender a nadie más y que regresaramos.
Habíamos pedido 2 vinos, a los 15 minutos aún no nos había puesto nada, y seguíamos sin saber a qué hora podríamos cenar. Un señor muy poco profesional y sin saber atender ni tratar a los clientes en las diferentes situaciones de estrés de trabajo.

Decisión, acertada, ir al súper, comprar un poco de pan, jamón, etc y cenar de eso. Las sobras, mañana serán para la etapa.

Alojados en Hostal San Pedro, buen alojamiento y precio desayuno equilibrado.