46. Castrovido, sobre el alto Arlanza
near Castrovido, Castilla y León (España)
Viewed 158 times, downloaded 9 times
Trail photos
Itinerary description
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 49 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' (en el límite con 'Media') para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 359 metros (superior al que estima Wikiloc).
Para esta excursión nos servimos del trazado en Wikiloc de ‘lasrutasdejulio’ ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/castrovido-resellana-la-madale-tenadas-de-gustillo-y-torre-medieval-ruta-ii-74114128 ). Bien indicada. No bajamos hasta el puente romano porque ya nos habíamos detenido en él antes de iniciar la ruta. En cambio, la extendimos algo más de 2 km (entre ida y vuelta) en su punto más alejado (frente a las ruinas del monasterio de Alveinte), para tener mejor visión de éste y del valle del alto Arlanza.
En esta época del estreno invernal, no constituyeron novedad alguna los 10 grados bajo cero justo antes de iniciar la caminata (según indicaba nuestro coche). No eran novedad porque, hacía tres días (en Villamiel de la Sierra, no lejos de aquí) o sólo dos (en Renedo de la Escalera, bastante alejado: a 105 km en línea recta), habíamos empezado con -11 y -9 grados, respectivamente. Grados “reales”, objetivos; de los de Burgos. Entiéndaseme: para un canario adoptivo, eso impresiona. Eso sí, todos ellos en jornadas espléndidas, con un azul resplandeciente. Algo se pega el frío a las perneras al principio… Pero, en cuanto se ponen en marcha, lo agradecen.
Sí fue noticia, en cambio, el hecho de cruzarnos en el recorrido con (en palabras del filósofo Platón, dicen, seguro que con sana sorna) más ‘bípedos implumes’ que nunca en muchas rutas: un pequeño grupo de corredores de ‘cross’; dos ciclo-montañeros, por separado; y un granjero que iba a atender a su ganado. Todo eso en casi 16 km y cerca de 5 horas; y en domingo. “Si no sabes estar solo, no eres buena compañía”, dijo otro sabio. Supongo que consideraba a la naturaleza como parte de la soledad…
El itinerario parte del histórico y bonito pueblo de Castrovido. Tras un pequeño repecho, se levanta una ermita con dos pequeñas tumbas antropomorfas rupestres muy nítidas, excavadas en la roca. La rampa se prolonga y nos encarama hasta un emblemático torreón medieval. Parece que recientemente ‘los bárbaros de las piedras’ habían astillado seriamente y con saña uno de los duros paneles acristalados del lado norte, utilizados en la restauración. Y habían dejado su firma anónima (por si tuviéramos dudas sobre su necedad; por cierto, los exabruptos no estaban en castellano-castellano). Pero eso no nublará nuestro día, maravilloso en todo lo demás.
A partir del torreón nos espera un trecho de unos 2 km en que los árboles y arbustos “no nos dejan ver el bosque”. Un poco encajonados en el camino, hay pocas opciones de apreciar el paisaje exterior. En contraste, desembocamos después en un extenso claro con praderas, resplandeciente (de blanco, por la escarcha) Hay varias construcciones ganaderas de hace tiempo, hoy en ruinas, cuyo esmero en los cercados de piedra--una a una--resulta admirable. Esta zona, así como el resto del camino hasta el extremo en el que iniciaremos el retorno, eleva el espíritu. Las vistas son magníficas por todos los lados; más aún en un día luminoso.
Al final de todo ese tramo, en dirección al naciente, llegamos a la altura del convento de Alveinte (1440-1835; ¡400 años de historia!), antaño una joya arquitectónica y hogaño sólo ruinas para recordar de qué fueron capaces quienes nos precedieron (con sus admirables luces y sus también humanas sombras). Pero no está cerca; se halla al otro lado del río Arlanza (a él se puede acceder caminando desde Monasterio de la Sierra). Desde ese punto final, también podremos apreciar, por fin, el río al fondo del valle, ya cerca de su nacimiento.
El camino de vuelta ofrece la misma excelencia en el paisaje, pero con otra perspectiva, incluyendo los picos nevados de la Sierra de la Demanda a nuestra derecha, al norte; y luego la de Mencilla, al noroeste; la “misteriosa” (hasta que caímos en la cuenta) pirámide de Peñarala ‘camuflada’ en una inusual perspectiva, enfrente, al oeste; y las sierras de Carazo, Tejada, Gayubar, Mamblas, a nuestra izquierda, al sur y suroeste. Y, además, va reapareciendo ya en el horizonte el castillo. Difícil de superar.
En un determinado punto, nos desviamos del camino por la derecha. Flanqueando un bosque de pinos, llegamos al espectacular mirador de La Madalé, con el río Arlanza, tenaz, acumulando agua a nuestros pies en el pantano de Castrovido. Desde ahí, cruzamos por una zona a medias entre pradera y dehesa, realmente hermosa en sus colores verdes y castaño-claros bajo la intensa luz invernal. Finalmente, nos introducimos en un bosque, que progresivamente nos va envolviendo, hasta finalizar en el punto de origen en Castrovido.
Dos aspectos básicos a considerar en toda ruta son la exigencia física y las demandas de orientación. En esta ruta, el trayecto es fácil en ambos casos. Con excepción de la corta, aunque empinada, subida inicial hasta el castillo, prácticamente todo lo demás es casi llano o suave bajada. La calificamos como 'Moderada' por su longitud; pero se puede acortar (o alargar), si se desea, algo en su extremo. Por lo que concierne a la orientación, siempre hay un camino o sendero bien definidos y en buen estado a lo largo de todo el recorrido. No obstante, siempre es conveniente llevar algún tipo de guía como apoyo.
*P.D. Original 'tronera' en el campanario de la iglesia de Castrovido. Por su lado sur, en la fachada principal, uno de los huecos para las campanas es significativamente menor en tamaño que el otro; en consonancia estética y práctica con el campanillo albergado en él. Eso le da a la torre un aire curioso, gracioso, como si nos estuviera guiñando. Bonita y noble iglesia, en cualquier caso.
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 49 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' (en el límite con 'Media') para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 359 metros (superior al que estima Wikiloc).
Para esta excursión nos servimos del trazado en Wikiloc de ‘lasrutasdejulio’ ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/castrovido-resellana-la-madale-tenadas-de-gustillo-y-torre-medieval-ruta-ii-74114128 ). Bien indicada. No bajamos hasta el puente romano porque ya nos habíamos detenido en él antes de iniciar la ruta. En cambio, la extendimos algo más de 2 km (entre ida y vuelta) en su punto más alejado (frente a las ruinas del monasterio de Alveinte), para tener mejor visión de éste y del valle del alto Arlanza.
En esta época del estreno invernal, no constituyeron novedad alguna los 10 grados bajo cero justo antes de iniciar la caminata (según indicaba nuestro coche). No eran novedad porque, hacía tres días (en Villamiel de la Sierra, no lejos de aquí) o sólo dos (en Renedo de la Escalera, bastante alejado: a 105 km en línea recta), habíamos empezado con -11 y -9 grados, respectivamente. Grados “reales”, objetivos; de los de Burgos. Entiéndaseme: para un canario adoptivo, eso impresiona. Eso sí, todos ellos en jornadas espléndidas, con un azul resplandeciente. Algo se pega el frío a las perneras al principio… Pero, en cuanto se ponen en marcha, lo agradecen.
Sí fue noticia, en cambio, el hecho de cruzarnos en el recorrido con (en palabras del filósofo Platón, dicen, seguro que con sana sorna) más ‘bípedos implumes’ que nunca en muchas rutas: un pequeño grupo de corredores de ‘cross’; dos ciclo-montañeros, por separado; y un granjero que iba a atender a su ganado. Todo eso en casi 16 km y cerca de 5 horas; y en domingo. “Si no sabes estar solo, no eres buena compañía”, dijo otro sabio. Supongo que consideraba a la naturaleza como parte de la soledad…
El itinerario parte del histórico y bonito pueblo de Castrovido. Tras un pequeño repecho, se levanta una ermita con dos pequeñas tumbas antropomorfas rupestres muy nítidas, excavadas en la roca. La rampa se prolonga y nos encarama hasta un emblemático torreón medieval. Parece que recientemente ‘los bárbaros de las piedras’ habían astillado seriamente y con saña uno de los duros paneles acristalados del lado norte, utilizados en la restauración. Y habían dejado su firma anónima (por si tuviéramos dudas sobre su necedad; por cierto, los exabruptos no estaban en castellano-castellano). Pero eso no nublará nuestro día, maravilloso en todo lo demás.
A partir del torreón nos espera un trecho de unos 2 km en que los árboles y arbustos “no nos dejan ver el bosque”. Un poco encajonados en el camino, hay pocas opciones de apreciar el paisaje exterior. En contraste, desembocamos después en un extenso claro con praderas, resplandeciente (de blanco, por la escarcha) Hay varias construcciones ganaderas de hace tiempo, hoy en ruinas, cuyo esmero en los cercados de piedra--una a una--resulta admirable. Esta zona, así como el resto del camino hasta el extremo en el que iniciaremos el retorno, eleva el espíritu. Las vistas son magníficas por todos los lados; más aún en un día luminoso.
Al final de todo ese tramo, en dirección al naciente, llegamos a la altura del convento de Alveinte (1440-1835; ¡400 años de historia!), antaño una joya arquitectónica y hogaño sólo ruinas para recordar de qué fueron capaces quienes nos precedieron (con sus admirables luces y sus también humanas sombras). Pero no está cerca; se halla al otro lado del río Arlanza (a él se puede acceder caminando desde Monasterio de la Sierra). Desde ese punto final, también podremos apreciar, por fin, el río al fondo del valle, ya cerca de su nacimiento.
El camino de vuelta ofrece la misma excelencia en el paisaje, pero con otra perspectiva, incluyendo los picos nevados de la Sierra de la Demanda a nuestra derecha, al norte; y luego la de Mencilla, al noroeste; la “misteriosa” (hasta que caímos en la cuenta) pirámide de Peñarala ‘camuflada’ en una inusual perspectiva, enfrente, al oeste; y las sierras de Carazo, Tejada, Gayubar, Mamblas, a nuestra izquierda, al sur y suroeste. Y, además, va reapareciendo ya en el horizonte el castillo. Difícil de superar.
En un determinado punto, nos desviamos del camino por la derecha. Flanqueando un bosque de pinos, llegamos al espectacular mirador de La Madalé, con el río Arlanza, tenaz, acumulando agua a nuestros pies en el pantano de Castrovido. Desde ahí, cruzamos por una zona a medias entre pradera y dehesa, realmente hermosa en sus colores verdes y castaño-claros bajo la intensa luz invernal. Finalmente, nos introducimos en un bosque, que progresivamente nos va envolviendo, hasta finalizar en el punto de origen en Castrovido.
Dos aspectos básicos a considerar en toda ruta son la exigencia física y las demandas de orientación. En esta ruta, el trayecto es fácil en ambos casos. Con excepción de la corta, aunque empinada, subida inicial hasta el castillo, prácticamente todo lo demás es casi llano o suave bajada. La calificamos como 'Moderada' por su longitud; pero se puede acortar (o alargar), si se desea, algo en su extremo. Por lo que concierne a la orientación, siempre hay un camino o sendero bien definidos y en buen estado a lo largo de todo el recorrido. No obstante, siempre es conveniente llevar algún tipo de guía como apoyo.
*P.D. Original 'tronera' en el campanario de la iglesia de Castrovido. Por su lado sur, en la fachada principal, uno de los huecos para las campanas es significativamente menor en tamaño que el otro; en consonancia estética y práctica con el campanillo albergado en él. Eso le da a la torre un aire curioso, gracioso, como si nos estuviera guiñando. Bonita y noble iglesia, en cualquier caso.
Waypoints
You can add a comment or review this trail
Comments