Castuera - Nido de ametralladoras de Los Pinos

Durante los tres años que duró la guerra civil Castuera formó parte importante del frente: dos años del lado republicano y el último con los sublevados. Los militares republicanos consideraron esta localidad un lugar estratégico y reforzaron su defensa con multitud de estructuras que todavía son visitables: bunkers, trincheras, túneles subterráneos, entre otros.
En lo alto de las sierras que rodean Castuera se instalaron tres puntos de observación, quizás también con armas antiaéreas por lo que en el pueblo se las llama nidos de ametralladoras. Una en Los Pinos, otra en las Pozatas y otra semiderruida en las afueras del pueblo sobre un risco que domina un vertedero abandonado.
De las tres la más difícil de visitar es la que hoy describo: la de Los Pinos. Desconozco si hay una ruta más sencilla pero la que he tomado no es para todos los públicos: más de una vez deberás poner las manos en la roca para poder avanzar. No lo llamaría escalada porque incluso se puede percibir un sendero por el que seguramente los jóvenes de la localidad ascienden hasta el nido, pero no conviene subir solo. Yo convencí a mi hijo para que me acompañara.
Partimos del restaurante Los Naranjos y empezamos las ascensión entrando por el depósito de aguas cercano. Subimos recto por medio de un olivar hacia el gran pino piñonero que se recorta en la sierra y que posiblemente dé nombre al lugar. Hay que saltar un muro por alguno de los múltiples puntos que está derruido. Junto al pino hay una construcción pastoril en buen estado: un chozo con cerramiento y junto al chozo una estructura en forma de U cerrada con piedras cuyo cometido desconozco.
Desde este punto subimos casi en línea recta por la parte más empinada de la sierra hasta llegar al nido siguiendo un sendero poco visible.
Llegamos a lo alto justo a la puesta del sol y tras descansar un poco mientras admirábamos los paisajes de La Serena decidimos volver al restaurante Los Naranjos antes de que la oscuridad hiciera peligroso el descenso.