Cda. Moñu - Llinares - Vega Llagos - La Senda - Capiella - Piedrafita - Braña Maída - Ría les Cobes - Pendones

DISTANCIA: 17 kms. TIEMPO TOTAL: 6h.15m. DESNIVELES: Subir y bajar 900 metros

Travesía por el concejo de Caso, buscando los caminos y sendas que recorren un largo tramo de la cuerda divisoria del río Nalón y su afluente el río Orlé, evitando la subida a las muchas cumbres de la cuerda, que iremos faldeando por sus laderas. La ruta se inicia en el cdo. Moñu (460 metros), en lo alto de la carretera que comunica El Campo con Orlé. A este lugar también se le conoce con el nombre de La Teyera, de la que todavía quedan restos de los edificios de esta industria en las cercanías de este alto. Por el norte del collado queda una casería con este mismo nombre de Moñu (Vegarrionda en la cartografía oficial). También cruza este collado el antiguo Camín Real de El Campo a Infiesto. Nosotros tomamos la pista hormigonada que sale al este y que nos lleva al Area Recreativa de El Pandu (826 m.). Nada mas rebasarla abandonamos la pista, que continúa en llano hacia las cabañas de Oguil, para seguir por lo alto de la loma divisoria, primero por rodadas y luego por un destartalado camino que finaliza al pie de una charca (951), situada por el norte del Cerro Oguil. Para seguir la tendencia ascendente del cordal sin perder altura, tenemos que prescindir de sendas y continuar la subida por la ladera sur de la Sierra Veneros (o Xerra Ampuerios), en ligera y sostenida subida, que nos conduce sin problemas a la majada de Llinares (1183), que pertenece al pueblo de Veneros. Tiene muchas cabañas en ruinas y una de ellas ha sido recuperada como refugio cerrado, con una mesa en el exterior que tiene una meseta hecha con una enorme piedra enteriza. Campera arriba por marcadas sendas del ganado alcanzamos la cda. Llinares (1232), final de la Sierra Veneros y comienzo de la de Soto o Cordenes, donde enlazamos con el camino por el que continuamos, ahora por la vertiente norte de la Sierra de Soto, cruzando por el fayéu del Monte los Bregones a salir al claro de la majada en ruinas de La Quintaniella (1280), también del pueblo de Veneros. Sigue la senda, ahora por terrenos abiertos y sobre el Valle Ampuerios que cierra de manera imponente el Requexón de Valdunes, llevándonos, tras rebasar una fuente, al Colláu Gallegos (1385)(o Gallegu). Ahora toca rebasar uno de los importantes hitos de la divisoria, el Requexón de Valdunes, y lo hacemos por la volada senda que se asoma a los pastizales del Cotu Braña y a los pueblos de Bezanes y Soto, llevándonos a la escotadura del Colláu Braña (1348), con cabaña y alguna mas en las cercanías, todas en buen estado y cobijadas a la sombra de viejos fresnos. Esta braña pertenece al pueblo de Soto. Este collado da entrada a la Vega Llagos, maravillosa vega ciega por la que se suceden concavidades del terreno tapizadas de verde campera que se extienden hacia el norte, donde se forman charcas estacionales y que vamos recorriendo por la senda que se arrima a las laderas del Requexón de Valdunes, que nos lleva al mayáu en ruinas de Vega Llagos (1345). Desde aquí toca abordar el paso del principal hito que se interpone perpendicular a nuestra marcha, la maciza y alargada figura del picu La Senda o el Cantu el Porrón. Lo vamos a hacer por el norte de su cima y son varias las maneras de abordar este paso: una sería subir por una senda que en el acercamiento a Vega Llagos dejamos por la derecha y que sube pasando por La Mayada Vieya; otra subiendo directamente por la senda medio perdida que sube hacia el otro pico de La Senda, que tenemos por el norte y otra es ganar el alto de la cuerda subiendo diagonalmente por las despejadas y uniformes laderas de la Sierra Segadiella a ganar su alto (1598), que es lo que hacemos nosotros. Desde aquí pasamos a la otra vertiente a enlazar con la senda (1561) que viene recorriendo el cordal, en un tramo volado y aéreo acondicionado con piedras bien labradas hasta cruzar por una muezca (1547), para continuar descendiendo al amplio y verde Colláu Capiella (1438). En un extremo se sitúan las ruinas de la majada (1467), con una de ellas reconstruída para utilizar como refugio abierto con mesa y bancos. Aquí da fin el cordal divisorio que nos propusimos recorrer y la manera mas directa de bajar a Pendones son las sendas y caminos que pasan por el Mayáu El Juacu y La Collaína; nosotros vamos a dar una propina que alarga bastante la ruta para pasar por algunas viejas majadas que pertenecen al pueblo de Pendones. Salimos de Capiella siguiendo la señalada senda que va cruzando por las cabeceras de las valladas que acaban confluyendo un poco por encima de Pendones, siempre bajo la impresionante mole del Tiatordos. En un largo tramo no se pierde ni se gana altura, pasando sobre la majada en ruinas de Bormanfoyu y luego cruzar por la de hermoso emplazamiento de Piedrafita (1465). Solo después de haber rebasado esta majada comenzamos a perder altura por la senda que nos lleva a una majada muy especial, Braña Maída (1234), por su hermoso emplazamiento y por la arcaíca construcción de sus cabañas, que el desuso en que se encuentran la abocan a la ruina. La senda de hermoso trazo nos lleva a La Collaína (1100) -nada que ver con la del mismo nombre mencionada anteriormente- con cuadra, cabaña y fincas, todo cuidado y en buen estado. La senda enlaza mas abajo con un buen camino y si continuásemos por la izquierda bajaríamos a Pendones por la margen izquierda del arroyo La Llábana y si seguimos por la derecha lo haríamos por la margen derecha. Elegimos esta última opción, que pasa por la cabaña de Ría les Cobes, donde ensancha el camino, y con algún tramo en ligera subida desembocamos en el camino principal del valle, por el que llegamos a Pendones (789), final de la ruta.
Las fotos de Juan Lovelle