Celango - Llabra - Tarañu - Llenín - Beceña - San Martín - Sirviella - Talaveru - Benia de Onís

La ruta propuesta es una variante de uno de los tramos de la 4ª Etapa de la GR 109 (Asturias Interior). En lugar de tomar como punto de partida Cangas de Onís (o Jelgueres, como yo hice) podemos subir en coche hasta Celango, aparcar allí, e iniciar la ruta ahorrándonos media horita de subida que tampoco nos aporta nada especial, además de que es por asfalto. El camino está perfectamente señalizado, salvo en un par de puntos algo confusos, así que no tiene pérdida. Por otro lado, no es necesario llevar mucha agua, ya que encontraremos diversas fuentes, incluso en verano, donde refrescarnos. ¡Ah!, a pesar de ser algo larga, se puede hacer con niños (con paciencia y víveres, claro está).

Ya en Celango, tomamos el camino que bordea el pueblo por detrás (dirección Noroeste) y seguimos caminando en el sentido de las agujas del reloj hasta salir por el Noreste de la población. Una vez tomado el camino, seguimos andando durante 6 km hasta llegar a Labra, donde podremos contemplar su Palacio barroco rural, del siglo XVII, y alguna que otra sorpresa artística. Tras dejar Labra a nuestras espaldas, cruzamos una carretera y nos adentramos en un sendero cerrado protegido por árboles, acompañados por un riachuelo. Es a la salida de este tramo cuando tenemos que prestar atención para no desviarnos. Veremos que a nuestra derecha sale un camino por una pequeña pendiente "pelada"; ese es el camino que debemos tomar. A partir de este punto cruzaremos poblaciones con más frecuencia: Tárano, Llenín, Beceña... hasta encontrarnos con San Martín de Grazanes y su iglesia (si nos desviamos unos metros de la senda). La Iglesia de San Martín de Grazanes fue construida en torno al s. XIII, siguiendo los patrones del románico popular. Acabada la mini visita, volvemos a la ruta y en 5 km, tras pasar por Sirviella, alcanzaremos la meta, Benia de Onís.

Para acabar ya sabéis, lo de siempre: algo de comida, líquido suficiente, calzado adecuado de montaña, ropa de abrigo/impermeable, protección contra el sol, mascotas atadas, basurita a la mochila, no abandonar las sendas, revisar bien el camino que vamos a hacer el día antes (el dispositivo electrónico te puede fallar en cualquier momento), informarse sobre la previsión del tiempo, no ir dando voces por ahí, respetar plantas y animales, etc. Lo que viene siendo civismo y sentido común. Y si el tiempo no acompaña o no veis clara la senda, se da media vuelta, que no pasa nada, ya habrá otra oportunidad.

¡A disfrutar!

PD: Hay alguna fuente por el camino, por si no queréis cargar demasiado líquido.