Cerredo (desde Allendelagua)

Ruta que combina zonas amables de pradera, aunque con mucho pincho, con otras con un marcado carácter alpino, en las que podremos divertirnos mucho, con continuas trepadas y destrepadas, si es lo que queremos. En cualquier caso puede llevarse a cabo por las vías habituales, mucho más sencillas. Ojo sobre todo a la zona de arista con trepadas, marcada en waypoint. Aunque no es de gran dificultad para quien esté acostumbrado a terreno alpino, es muy aérea y tiene algún paso de decisión que no la hace recomendable para cualquiera.

La previsión para hoy es de un calor insoportable, así que decidimos hacer ruta más corta y cercana al mar para poder pasar parte de la tarde a remojo.
Nos acercamos al pueblo de Allendelagua para iniciar allí el recorrido. Tras caminar en continuo ascenso hasta el final del pueblo nos encontramos con una puerta de enrejado a la izquierda por la que hay que pasar y comenzar el ascenso hacia el pronto visible Alto de la Bandera, donde nos aguarda, ondeando al viento, la bandera de Cantabria. Como digo, por suerte hay viento, porque si no, el calor sería agobiante. Así que, tras la obligada foto iniciamos un fuerte destrepe por una canal hacia el valle del que parten varias pistas, una de las cuales tomaremos, teniendo ya visibles la antena de comunicaciones que hay en la lejanía y el Cerredo, que desde allí parece inexpugnable. Largo caminar en continuo ascenso por pista y un senderito por la linde del bosque, muy agradable, Fichamos en la antena y tomamos senda rumbo al Cerredo pero nos apetece aderezar la ruta con más dificultad y, en lugar de hacer la subida típica (por donde luego bajaremos), nos vamos a la izquierda, para hacer la aproximación a la cumbre por una inhóspita y vertiginosa arista que tendremos que escalar. Desde abajo, un paisano nos grita varias veces "...que vamos mal, que por allí no hay paso..." y se queda durante todo nuestro paso mirando desde abajo. Y es que paso siempre hay; otra cosa es que sea más o menos difícil. Así que manos a la obra: trepes, destrepes, pasos de decisión y arista vencida que nos deja al pie de la entrada a la subida final a la cumbre. Comida y disfrute merecido de las magníficas vistas y descenso, ahora si, por la vía habitual, empinada y entretenida. Nuevamente largo transitar por pistas y sendas ya pisadas y una recomendación: mejor repetir bajada por donde se subió, en el waypoint marcado. Nosotros seguimos un tramo por la pista hacia la izquierda con idea de bajar por la "praderita" directos hacia el Alto de la Bandera. Pero la "praderita" estaba sembrada de vegetación punzante que te llegaba a la rodilla. Allí nos habría venido bien el paisano alertándonos de que no hay paso. Pero más allá de los molestos pinchazos, empalmamos con la pista más abajo y recuperamos el camino de descenso hacia la puerta enrejada y, finalmente, hacia el coche.