CERRO DE LA CRUZ, BUSCANDO VEREDAS.

La exuberante belleza que la primavera otorga a nuestras sierras hace difícil elegir hacía donde dirigir nuestros pasos, aunque siempre tendremos la certeza que, sea cual sea la decisión, acertaremos. Esta es una de esas rutas que tenía “en cola” desde hacía tiempo y que por unas razones u otras he ido postergando mes a mes.
La idea era repetir la ruta nº 8 del libro “Caminando por las Sierras de Valdepeñas de Jaén” -de Blas Prieto Sánchez y Francisco Revueltas López-, aunque mirando de reojo los track de PJCastro, obo1 y avhinojosa, aunque, con la premisa general de evitar en lo posible lo que menos me gustaba de esta ruta, el porcentaje de ella que discurre por caminos y pistas, estupendo para ir sobre ruedas, bastante menos interesante cuando voy sobre botas.
El resultado, una preciosa ruta entre “flores y praderas” habiendo evitado algunos tramos de pista –aunque en algún caso íbamos paralelos a ella- que en algún momento no he tenido que proponérmelo porque la ruta obtenida del libro ya lo evitaba –por ejemplo en la bajada desde el la fuente delTejuelo hasta el camino de Navalayegua-.
Así, hemos ido por veredas desde el Cortijo de los Peñones hasta Puerto Carboneros, en la cañada de los Habares hemos seguido la que discurre por el encajonado y precioso arroyo, desde aquí hasta la cima no ha hecho falta ninguna modificación, e incluso desde aquí hasta el camino de Navalayegua, porque en este tramo es lo único que hay, vereda y campo a través. Desde este hasta el Cortijo del cerro las ánimas hemos vuelto a encontrar otra precisa vereda que discurre a la izquierda del camino, y desde aquí. por el arroyo seco hasta donde el encajonamiento de este nos ha permitido, y posteriormente un pequeño atroche y, para terminar, volviendo al barranco a través de unas escaleras de piedra que acaban en un puente de hormigón, tras el cual, a escasos 100 metros está el Vadillo.
Toda la ruta, en esta época del año, es una gozada, pero por mencionar lo mas destacado, la nava del Tejuelo con su fuente, el barranquito por debajo del abrevadero, siguiendo el arroyo, y las vistas tanto desde las Lomas como desde el cerro de la Cruz.
Acerca de la dificultad técnica o dureza de la ruta, únicamente existen varios puntos que le ponen un poquito de dificultad al asunto, aunque solo lo justo, -cresteo en las Lomas, lo mismo en el cerro de la Cruz, y alguna bajadita como la del Peñón del Médico-.
Por último, creo que para los amantes del senderismo cada una de las rutas,- y más aún si en ella introducimos alguna innovación-, son pequeñas joyas, logros inmateriales que albergan un valor emotivo que deja en nosotros una huella imborrable. Concretamente en esta, en mi mente y en mi ánimo estaba presente la posibilidad de que a lo largo del día recibiera la noticia de la pérdida de una persona muy querida. Esto se produjo pocas horas después de acabarla. Por ello, y como humilde y emotiva ofrenda, quiero dedicártela a ti, Mari Carmen, con la seguridad de que tu recuerdo y tu inconfundible sonrisa nos acompañará siempre. Descansa en paz.