Cerro del Castillejo desde el Arroyo de Huenes

Al Cerro del Castillejo, que domina los Cahorros, suele subirse desde estos últimos o desde el pueblo de Monachil. Pero si se viene desde el Arroyo de Huenes, o más allá, del Área Recreativa de los Llanos (de Monachil) o desde Cájar, hay veredas ganaderas que arrancan desde el comienzo de la subida a Fuente Fria y que, sin necesidad de bajar a los cortijos del Barranco del Encantado, constituyen un acceso bastante más tendido al paraje.

En esta ocasión partiremos desde el Carril de los Leñeros, que sube desde el Parque Monte Cábula de Cájar hacia el Hervidero. A unos 500 m desde el Parque, sale a la izquierda una veredita que lleva, cruzando el Barranco de Malacabí, hasta el Área Recreativa de Los Llanos, en todo lo alto del Barrio de Monachil. Tomando la vereda de Macocos, y desde ésta una trocha al camino del Arroyo de Huenes (wp) llegamos al arroyo y lo cruzamos. Por los carriles que ascienden del otro lado, tomando por dos veces a la derecha en sendas bifurcaciones (wp bifurcaciones 1 y 2), luego a la izquierda en la tercera (wp), derecha en la cuarta (wp) e izquierda en la quinta (wp), llegamos a la base del Huenes. Siempre por el borde entre campos y monte llegamos al arranque de la vereda de Fuente Fría (wp "Senda de Fuente Fría"). Tras los primeros 200 m de ascenso, y antes de entrar en los pinares, tomamos una sendita a la izquierda (wp "Abandonamos senda de Fuente Fría"). Tras una zona de arenales dolomíticos donde nos mantendremos en su parte superior llegamos a un collado (wp "Rellano herboso") donde perderemos altura bruscamente para, por senda bien marcada, cruzar un barranco descarnado por el punto más fácil (wp "Cruce barranco"), y recuperar luego esa altura hasta un nuevo cruce de barranco justo en la base de los pinares del Huenes (wp "Cruce Barranco 2"). Existe la opción de llegar del wp "Rellano herboso" hasta este último cruce sin perder la altura, pero el cruce del primer barranco en este caso es bastante truculento, pues la erosión ha destrozado lo que fue la vereda original. Tras cruzar el el segundo barranco descartamos la senda más marcada, que gira a la derecha y pica hacia arriba, para hacer una travesía de unos 150 m por trocha entre piedras y aulagas hasta salir a una nueva vereda que sube desde la hoya de los cortijos del Barranco del Encantado, y que nos deja a la entrada de ese mismo Barranco, pero bastante más arriba. Cruzándolo sin ninguna dificultad, proseguimos por la típica vereda ganadera (que son múltiples hebras que se van entrelazando en la dirección de mínima pendiente hacia el Castillejo), hasta llegar a los prados del cerro.

Singular encrucijada, con varios prados separados por dientes rocosos, da vistas por un lado a toda la Vega de Granada y por el otro al Valle del Monachil aguas arriba de los Cahorros, y a las faldas del Huenes, surcadas de barrancos cuajados de pinos. Desde aquí hay senda hacia Fuente Fría, y otra que, a cota, se interna en los pinares buscando el Tajo del Contadero. Tomaremos esta última, cruzando un par de barrancos para llegar hasta el Tajo (wp "Tajo del Contadero"), lugar espectacular al pie de un potente cortado de tonos rojizos, desde donde se domina la Hoya Romero, por encima de los Cahorros. La senda continúa descendiendo a la base del cortado para internarse en la umbría, pero nosotros volveremos sobre nuestros pasos, pues no da el tiempo para todo. De nuevo en el Castillejo, rodearemos la cima por un nuevo prado para buscar la senda "oficial", que nos baja hasta la que viene de Hoya Romero y progresa hacia la hoya de los cortijos del Encantado. Superada esta, proseguimos hasta una bifurcación donde, descartando la bajada hacia el Camino de la Umbría, tomaremos a la izquierda para volver al arranque de la vereda de Fuente Fría. De allí hasta el vehículo desandaremos lo andado, aunque en esta ocasión haremos completo el carril del Arroyo de Huenes sin tomar la trocha desde la vereda de Macocos.

La ruta no tiene excesiva complicación, siempre que no intentemos la opción complicada en el cruce del primer barranco, donde arriesgaríamos un resbalón enojoso. La travesía entre el segundo cruce del barranco y la entrada al Encantado es áspera y la trocha es de cabras, pero tampoco reviste grandes dificultades.