Cerro del Ponce en Zarzadilla de Totana

Dice Pepe Marcos: era evidente que el domingo no pintaba bien. Estaba claro que no parecía muy adecuado acercarse a la montaña. Las previsiones meteorológicas, contundentemente, eras negativas. No obstante, decidimos hacer altura; decidimos, Paco Martínez y yo acercarnos a una ruta “bonancible”, con tránsito mayoritario por pistas amplias. Por ello, siguiendo el track de isidoromf https://es.wikiloc.com/…/ruta-circular-cerro-del-ponce-4761…, partimos del Cortijo del Madroño Bajo en dirección norte y ligeramente oeste, de manera uniformemente “tolerable – ascendente” durante unos dos kilómetros y medio, cercanos, en principio, al Barranco del Madroño y, posteriormente, a las “faldas” del Collado del Madroño. Tras este primer tramo, viramos en dirección noreste cercanos al Barranco del Cargador y del Agua durante unos tres kilómetros. Posteriormente, giro en dirección sureste durante algo más de dos kilómetros (siguiendo pista en buen estado), hasta que, cerca del kilómetro ocho y tras una ganancia cercana a los quinientos metros de desnivel positivo, nos salimos de ella para ascender, ora campo a través, ora por senda no muy definida (ayudada por marcas naranjas en piedras y algunos hitos que “reconstruimos”) al Cerro de Ponce, cota máxima de nuestra travesía a 1443 mts sobre el nivel del mar. Este último tramo (de unos setecientos metros) fue, sin duda, la parte más durilla de la salida por su “indefinición” en ocasiones y, también por esos cien metros “ascendidos”. Decía al principio que no parecía el día adecuado y, claro, aquí llegó la (no por inesperada) amarga decepción de la jornada: aunque tuvimos la suerte de que no llovió nada, la niebla envolvió totalmente esta zona de la parte sur de la Sierra de Pedro Ponce y, desgraciadamente, no pudimos divisar las que, sabíamos, eran unas excelentes vistas. En fin, quedará para otra ocasión. Tras un mínimo receso pá foticos y caramelos “reconstituyentes”, comenzamos el descenso. El mismo, lo hicimos de manera algo intuitiva por lo que nos desviamos algo hacia el este, permitiéndonos observar varios pozos (alguno de ellos descubierto y peligroso). Con tranquilidad (y extrañamente sin resbalones ni culás en esta ocasión), volvimos a pista. Nos quedaba bajar, en dirección sur y oeste, cinco kilómetros hasta llegar a destino. Aunque no fueron difíciles, sí un poquico más complejos de lo esperado ya que, aunque sabíamos de la inclinación (en ocasiones acusada de la pista) no esperábamos encontrar (por zonas) tramos deteriorados y “rotos” por efecto del agua en esta zona. Eso sí, las vistas a nuestra izquierda y este fueron muy bonitas de la Cueva del Compadre y el pico del mismo nombre. El Cejo del Colorado a nuestra derecha, nos hizo entrar en el último kilómetro de la circular. Al llegar, no obstante, “visitamos” las ruinas del Cortijo del Madroño, con lo que dimos por finalizado nuestro “sendereo” de montaña de esta jornada. Fueron en total 14.5 kms. con un desnivel positivo de 600 mts. realizados en muy poco menos de cuatro horas menos cuarto. Tras finalizar, de vuelta a Murcia (observando de cerca toda la cara norte de Sierra Espuña) y, como no podía ser de otra manera, comida en nuestro Mochuelo de Guadalupe. En resumen, una buena jornada de senderismo exigentemente moderado, solo menoscabado por el inoportuno fenómeno climatológico que nos encontramos en toico lo alto. La semana que viene, Dios mediante, tendremos otra jornada dominical de senderismo. Os lo intentaremos contar. Hasta entonces, feliz semana tengáis.