Cerro El Espino (Cortes de la Frontera)

Ruta preciosa y sin grandes complicaciones técnicas. La realizo con el grupo de montaña GRUME. El punto de inicio de la ruta se encuentra en el mesón Los Alcornocales, en la aAvenida de la Libertad nº 2, Cortes de la frontera,
Salimos caminando desde el propio mesón
Nos encontramos a 630 metros de altura, nuestro destino, el Cerro del Espino, se encuentra a 1.349 metros.
Salimos del pueblo por la parte alta y tomamos un sendero estrecho, bordeando un olivar. Cruzamos un carril de cemento y, enfrente, tomamos otro sendero.
Al rato de caminar por el sendero, iniciamos la subida, salimos a un carril. Estamos rodeados de alcornoques.
A medida que avanzamos, el camino es más bonito.
Vamos subiendo por una vereda en zigzag, por lo que, aunque vamos ganando altura, no se nota mucho, la subida hasta este punto, no es dificultosa.
Aparecen unos pinos, pero pronto desaparecen. Ha sido un espejismo, los Alcornoques recuperan su lugar.
Cuando hemos caminado dos kilómetros, nos encontramos a 830 metros de altura, hemos ascendido 200 metros.
Vamos alternando tramos de fuerte pendiente con otros más llevaderos. La subida es continua, no da tregua.
Hasta este punto, el sendero está perfectamente definido, imposible perderse.
Caminamos entre monte bajo mediterráneo salpicado con rocas. El resultado es precioso. Y nos encontramos a 900 metros de altura.
Nos adentramos en un tramo donde el sendero desaparece, hay que avanzar con cuidado de no perder el rumbo.. Ascendemos rodeados de rocas de piedra kárstica, matorral y alcornoques. El resultado es maravilloso.
Iniciamos el ascenso a la cima del Cerro del Espino. La subida no ofrece gran dificultad, para alguien mínimamente familiarizado con la montaña.
Desde la cima, las vistas son impresionantes, mirando al Norte podemos ver los Llanos de Libar, Jimera de Libar, El Simancón, el reloj, el pueblo de Grazalema, y por otro lado, al Sur, la Sierra Bermeja, la Crestellina, y al fondo, Gibraltar.
Descendemos con mucha precaución. Ahora vamos llaneando por un sendero muy agradable. Atravesamos una especie de pradera preciosa.
Seguimos llaneando por carril. Rodeados de rocas. El firme del carril parece una calzada romana. No lo es, pero lo parece.
De nuevo nos encontramos en un sendero caminando campo a través. Las subidas pertenecen al pasado, de momento estamos llaneando, pero pronto iniciaremos la bajada.
En la bajada tenemos, a la izquierda, un precioso valle con vistas espectaculares. La bajada hasta ahora ha sido bastante suave, pero en este punto la pendiente empieza a ser considerable.
Legamos al punto por el que hemos subido. De no haberlo visto en el GPS, no me hubiera dado cuenta. Las vistas a la ida y a la vuelta son totalmente distintas.
Llegamos al punto de partida Hemos tardado 6 horas con cincuenta minutos, habiendo hecho dos paradas y a un ritmo muy tranquilo. Hemos caminado 13,5 kilómetros con 740 metros de desnivel.
La ruta ha sido magnifica. Variada, amena y con un paisaje maravilloso.