Cerro Gallarín- Sillar Baja- Cerro y Peña del Castillo- Castillo de Peña Cabrera. Sierra Arana. Diezma

COMO LLEGAR:

Para poder realizar esta recomendable ruta nos desplazaremos hasta la localidad granadina de Diezma. Llegaremos por la autovía A-92 y tomaremos la carretera A-4005. Al llegar a las inmediaciones de Diezma, seguiremos por la izquierda por la A-4005 o antigua carretera de Murcia, que se encuentra asfaltada y no en demasiado mal estado. A poco más de 3,5 kilómetros, y una vez pasado el cartel de Fuente de la Higuera, encontramos una barrera metálica y el cartel que indica el inicio de la ruta “Peña Cabrera – Sillar Baja”. Ahí podremos dejar el vehículo y comenzar la caminata.


DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Ruta que aúna dos senderos locales señalizados localizados en Diezma; el SL-A 191 Sillar Baja- Cerro Gallarín y el SL-A 190 Sillar Baja- Peña Cabrera, y en la que se añade la atractiva visita a los restos del Castillo de Peña Cabrera o Qabrira.


A pocos metros del comienzo de la ruta encontraremos a la derecha un fabuloso ROBLE CENTENARIO, que en primavera se viste con un verdor espectacular.


Junto a él encontraremos las RUINAS DEL CORTIJO DE CABRERA, con aljibe, estanque, era y junto a unos longevos cipreses y un gran cedro.


Seguiremos en suave ascenso hasta llegar a una intersección de caminos. En la ida tomaremos la izquierda; el regreso lo haremos por la derecha. Justo en esta intersección encontraremos un panel informativo sobre el Castillo de Peña Cabrera que se encuentra relativamente cerca si tomáramos el desvío a la derecha, pero que nosotros aplazaremos para el final de la ruta. Desde este punto también tendremos unas magnificas panorámicas de la PEÑA CABRERA, también conocida como NARANJITO por los escaladores, por su parecido al Naranjo de Bulnes en Asturias.


Comenzaremos un cómodo ascenso a media ladera por un amplio camino que se sumerge en un magnífico bosque mediterráne. Este tipo de bosque predomina en la ruta con masas forestales bien conservadas de monte autóctono de encinares y arbustos frecuentes como romerales o tomillares propios de sustratos calizos como la mejorana, orégano común, tomillos, salvias etc. Nos sorprende la gran variedad en la flora con jaras, peonías, jaguarzos… En este paisaje se intercalan algunas zonas de cultivos herbáceos de secano que producen un paisaje mixto de gran calidad.


En este ascenso a media ladera y después de tomar un desvío a la derecha pasaremos por el frondoso BARRANCO DE LA GARDUÑA y posteriormente por el paraje conocido como LAS LOMAS DEL PERAL. Al toma altura vamos teniendo mejores vistas de todo el Valle del Río Fardes por el que va la A-92.


En el kilómetro 3,4 en una nueva intersección de caminos, tomaremos el de la derecha que pasa cerca de la FUENTE DE LA TERRA. Seguiremos con el ascenso por la CAÑADA DE ESPINOSA que pasa junto a las ruinas del Cortijo homónimo. Las vistas sobre las cumbres de Sierra Nevada se van haciendo más patentes, aunque con el día tan nublado y algo lluvioso que nos tocó, no se veían con demasiada claridad.


Algo después y en un hermoso y frondoso encontramos una gran alberca, a rebosar de agua, que es el NACIMIENTO DEL BARRANCO DE LA GARDUÑA, por el que anteriormente pasábamos.


El cercano y siguiente punto reseñable es el COLLADO DE ANAPERA y su cercano CERRO DE ANAPERA 1491 m. a la izquierda. Hemos terminado el primer ascenso de la ruta y ya se comienzan a ver las estribaciones de Sierra Arana.


Aproximadamente, en el kilómetro 5,6 y en una curva de la pista, debemos de estar atentos para tomar un desvió a la derecha por un pequeño sendero señalizado con un hito de piedras. Este sendero se adentra en un bosque de encinas y desemboca en un carril que en suave descenso va hasta el ARROYO CAÑAMAYO; en el nacimiento de este arroyo podremos observar gran cantidad de anfibios y reptiles: ranas, sapos, tortugas y lagartos o Celados. Aquí enlazaremos con el sendero local señalizado SL-A 191 Sillar Baja- Cerro Gallarín.


Nos desviaremos momentáneamente a la derecha para hacer cima en el CERRO GALLARÍN 1435 m y LAREO DE LAS VACAS, lugar donde divisar y deleitarse de unas magníficas vistas, si las condiciones meteorológicas lo permiten. Descenderemos por el mismo sendero de ascenso hasta llegar nuevamente al Arroyo Cañamayo.


Desde aquí iremos siguiendo las marcas blancas y verdes del sendero local que va en un suave descenso en paralelo al ARROYO CAÑAMAYO y por la UMBRÍA DE LA FUENTE DE LA TEJA.


El descenso, bien señalizado, nos conducirá hasta LA BALSA DEL CORTIJUELO, un lugar ideal para refrescarnos junto al ARROYO SILLAR. Continuaremos por una rectilínea y amplia pista de tierra dejando a la derecha la VGA DEL SILLAR.


En el kilómetro 10,4 abandonaremos momentáneamente la pista para dirigirnos a un precioso rincón del ARROYO VILLARES, rodeado de cerezos, con un verdor sorprendente como podéis observar en las fotos. Tras este receso retomaremos nuevamente la pista y tras pasar por una intersección señalizada con poste en la que seguiremos rectos, llegaremos a la pequeña aldea de SILLAR BAJA, pedanía de Diezma de unos 67 habitantes. Una aldea a 1250 m de altura cuyo origen es atribuible al cruce estratégico de varias vías pecuarias que usaban el entorno para aprovechar los pastos de altura de primavera verano y los cultivos forrajeros del fondo del valle en otoño-invierno.


El sistema mixto de ganadería trashumante y extensiva, con cultivos destinados a los rebaños en las estaciones menos productivas de pastos naturales, permaneció en uso durante numerosos siglos dada la rentabilidad ecológica y efectividad o retroalimentación del sistema. Los barbechos cerealísticos del fondo del valle eran recuperados mediante la introducción de ganados y su abonado y descanso natural, de ahí su mantenimiento natural y la ausencia de abonados químicos hasta hace escasos años cuando la ganadería extensiva ha ido drásticamente disminuyendo.


Es dicho sistema el que explica y determina el paisaje actual del entorno forestal de Síllar Baja ya que solamente fue roturado el fondo del valle del arroyo Sillar Baja por sus tierras de calidad para cultivos forrajeros de invierno, si bien era fundamental mantener un sistema de dehesa de encinares más o menos abierta, según la inclinación del terreno, en los terrenos de sierra y montaña.


A destacar en esta pedanía su pequeña IGLESIA y LA FUENTE DE LOS TRES CAÑOS construida en 1961 y cuyas aguas caen a un pilar y de aquí a su izquierda pasan a un abrevadero compartimentado de unos 10 o 12 m. de largo. Por detrás de la fuente y adosado a la misma tiene un lavadero en pésimo estado de conservación.


Saldremos del pueblo por la CALLE DE LAS ESCUELAS LOS TINAOS, y llegaremos a un cruce que tomaremos a la derecha. Este tramo de camino es coincidente de los senderos SL-A 191 Sillar Baja –Cerro Gallarín y SL-A 190 Sillar Baja Peña Cabrera.


Seguiremos por una pista de tierra que bordea el CERRO COCOROCHA 1326 m. yal llegar a una explotación ganadera, abandonaremos la pista y tomaremos un sendero señalizado que sube y baja por vaguadas del ARROYO DEL ZAR. Posteriormente el sendero vuelve a enlazar con la pista. En una bifurcación de caminos encontraremos una valla que puede estar cerrada, pasaremos y volveremos a cerrarla. Aquí abandonamos el SL-A 191 y seguiremos por el SL-A 190. Que va a Peña Cabrera. Unos cientos de metros después volveremos a cruzar otra valla que indica en un cartel que se cierre para evitar el paso de los jabalíes. En esta zona encontramos numerosas orquídeas silvestres.


El segundo ascenso del día se hace algo más pronunciado hasta llegar al paraje de LINDE DE PEÑA CABRERA. Aquí tomaremos un desvío a la derecha que en un principio está muy marcado, para posteriormente hacerse más difuso. Seguiremos con la subida hasta llegar al CERRO DEL CASTILLO 1497 m. el cual debe su nombre al Castillo de Cabrera, situado en su parte más alta y de origen árabe.Las panorámicas son impresionantes y la altura nos permite visualizar una extensa cuenca visual tanto hacia Sierra Nevada al sur, como al norte el imponente macizo calizo de Sierra Harana, que con cotas de 2000 m cierra el valle de Sillar hacia el flanco norte. Una extensa falla recorre esta sierra de oeste a este con unos impresionantes farallones rocosos y tajos abruptos con fenómenos geológicos kársticos singulares.


Desde el Cerro del Castillo nos dirigiremos a la cercana PEÑA DEL CASTILLO, que es una extensión del propio cerro. Las vistas son similares.


Ahora comenzaremos un vertiginoso descenso en el que hay que extremar precauciones por la piedra suelta, pero que para personas acostumbradas a caminar por terrenos abruptos no entabla demasiada dificultad. Llegaremos a la PEÑA CABRERA, un elevado cerro emergente que a modo de gran bloque calizo dolomítico se establece abruptamente en medio de un paisaje forestal de alta montaña y bosques excepcionalmente conservados por el uso sostenible de ganadería y recursos forestales tradicionales.

Y llegamos al buque insignia de esta ruta el CASTILLO DE PEÑA CABRERA.


CASTILLO DE PEÑA CABRERA:


La fortaleza de Diezma, aparece en las memorias del último monarca zirí de Granada, Ăbd allāh, en las que cuenta que el hisn Qabrīra (castillo de Cabrera) fue levantado, en el siglo XI, para proteger a la capital del ataque de los eslavones de Almería.


La descomposición del califato de Córdoba dio paso a los reinos de taifas, territorios más pequeños, controlados cada uno, por un mismo clan. Estos reinos estarían en continuas guerras durante mucho tiempo. Se levantaron, desde el siglo X, castillos de dimensiones reducidas, en puntos alejados de las poblaciones y en zonas elevadas, a los que era difícil acceder. No parecen que, estos baluartes, estén concebidos para albergar un número importante de personas, ni siquiera son refugios. Son edificios para el control de un área territorial, y sobre todo, para vigilar los pasos principales de personas y mercancías.


El castillo de Peñas Cabrera, es más bien, un puesto fronterizo que velaba el paso del puerto de la Mora, y a pesar de su pequeño tamaño, fue un mecanismo defensivo de gran importancia.


Durante los enfrentamientos fronterizos de las primeras taifas, Guadix y sus territorios se aliaron con Almería durante algún tiempo, excepto el castillo de Cabrera que se mantuvo fiel a los ziríes granadinos, hasta el año 1090.


Para tomar Granada desde Guadix, era fundamental, controlar el castillo de Cabrera. Al abrigo de la construcción defensiva de Diezma, nacieron a partir del siglo XII, varias alquerías e incluso un “albergue”.

Tras un corto y pronunciado ascenso, lo primero que veremos es la puerta entrada al castillo. Tras atravesarla, y a modo de vestíbulo, nos recibe una pequeña explanada repleta de hinojos que desprenden un fuerte aroma. Al final de esta especie de recibidor hay una abertura entre dos moles pétreas. Tras ella hay un precipicio que se puede salvar por la derecha por una estrecha grieta que asciende por la pared. Aquí hay que ir con mucha precaución por la caída ya que se está bastante expuesto; abstenerse personas no acostumbradas a las trepadas o con vértigo. Tras el ascenso por la grieta natural que más bien parece una trinchera se llega al Castillo del que solo quedan algunos muros, pero desde él se controla todo el Valle del Río Fardes. Toda una aventurilla con algo de adrenalina.
De vuelta a la puerta de entrada buscaremos un descenso por una vaguada, con una fuerte pendiente libre de roca, aunque con mucha piedra suelta. El zigzagueo nos conducirá hasta una pista que en suave descenso nos llevará hasta el cruce que mencionábamos al principio de la descripción. Una última vista atrás para obtener una panorámica de Peña Cabrera y llegaremos al punto final e inicio de esta emocionante y recomendable ruta.

Agradecimientos a Bienve Delgado por compartir el track de esta ruta.

La descripción del Castillo de Peña Cabrera la hemos extraído de: