Cerro Layón desde las Menas (Sierra de los Filabres)

El objetivo de la ruta es alcanzar el Cerro Layón, que con sus 1.938 m, constituye el punto más alto de la zona de Las Menas, pero no de la Sierra de los Filabres, donde son numerosos los puntos que superan los 2.000 m de altitud.

El recorrido lo iniciamos en el antiguo poblado de las Menas, donde un plan de recuperación y fomento de la zona promovido por la Junta de Andalucía, ha permitido la restauración de alguno de los viejos edificios y su acondicionamiento para saciar la curiosidad del visitante, comer o permitir su alojamiento.

El poblado de Las Menas tuvo su época de máximo esplendor a finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX, a raíz del boom de la minería (extracción del mineral de hierro); en aquella época la población llegó a rondar los 6.000 habitantes.

La ruta la iniciamos en los aparcamientos de Las Menas, aunque os recomiendo un aparcamiento superior (marcado con un wp), para evitar carretera, que nosotros no pudimos usar a causa de la nieve.

En la primera parte del recorrido usamos el antiguo sendero que usaban los mineros para adentrarse en el coto minero de la zona del Pozo de las Nieves y de la Rosariera. Durante todo su trayecto se salpicarán los restos mineros (restos de poblados, galerías mineras…). En este tramo el bosque será el protagonista, el pinar de repoblación y encinas autóctonas embellecerán esta parte del recorrido.

Finalmente se abandonará el antiguo camino a las minas y se ascenderá por la cuerda cimera del Pozo de las Nieves. El pinar poco a poco irá perdiendo porte e importancia, dominando el paisaje estepario; que no obstante, sigue teniendo su encanto. Durante la ascensión pasaremos por el Cerro del Cojo (1890 m), veremos algunas dolinas, simas y pisaremos suelo de lapiaz, lo que nos recuerda que estamos pisando un sustrato rocoso de calizas y dolomías.

Tras coronar el Cerro Layón, tomaremos en dirección oeste, en busca de la cuerda cimera de la Solana de las Menas, pero antes atravesaremos un pinar de muy buen porte, pasando por un refugio abierto en un magnífico estado. La marcha por esta cuerda cimera nos regalará nuevos vestigios del pasado minero.

Para abandonar la Solana de las Menas y regresar al inicio de la ruta no quedará más remedio que realizar una vertiginosa bajada, ya que las ramas bajas y muy juntas del pinar que cubre el final del espolón de la Solana de las Menas, impiden hacer un descenso más sostenido.

La bajada la iniciamos usando una vereda marcada por el paso de animales, lo que nos va a ayudar a hacer este descenso de bastante desnivel y con algo de piedra suelta. Hacia la mitad de la bajada la vereda deja de existir, por lo que os recomiendo que descendáis zigzagueando para facilitar la estabilidad. En cualquier caso, esta bajada para un montañero no tiene especial dificultad.

Durante toda la ruta tendremos unas vistas maravillosas y variadas: a la zona de las Menas, al valle del Almanzora, a la Tetica de Bacares, al Mulhacén y la Alcazaba, al Calar Alto, al Calar del Gallinero y a Bacares.

La ruta no tiene grandes desniveles, siendo los distintos tramos de ascensión bastante progresivos.

QUE LA DISFRUTÉIS y recuerda LLÉVATE A CASA TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE SEA.