Cerro y Torre de la Caleta, Calas de las Doncellas y del Cañuelo (Paraje Natural de los Acantilados de Maro y Cerro Gordo)

Pequeña circular que nos llevará, desde el aparcamiento estival de acceso a la playa del Cañuelo, a recorrer los tajos de Cerro Caleta y la senda litoral de vuelta al Cañuelo. Haremos una parada ineludible junto a la Torre de la Caleta y la coqueta Cala de las Doncellas.
Tras pasar la tarde en las cristalinas aguas del Cañuelo, optamos por volver al aparcamiento en el bus lanzadera que nos evita remontar el carril a pleno sol.

En pleno mes de verano, con los accesos a las playas abarrotados, nos decantamos por visitar una de las calas escondidas entre los terraplenes y acantilados de Maro_Cerro Gordo, para ello haremos una aproximación algo extravagante para pasar la mañana en sus aguas.

Inicio en el aparcamiento habilitado en verano para la playa del Cañuelo, junto a la misma nacional que une Nerja y Almuñecar. Aunque en estas fechas suele estar hasta arriba, tendremos opción de dejar el coche en buen lugar antes de mediodía. La espera viene si queremos acceder a la playa con el bus lanzadera, que hoy no es nuestro caso.

Dejamos atrás el agitado aparcamiento, y tras dejar atrás la parada de bus, frente al panel informativo del sendero de acceso, una traza se despega cerro arriba.
Un pequeño altar da inicio a la traza que nos llevará sobre el Cerro Molinero y los tajos de Cerro Caleta. Senda más o menos clara que siempre irá buscando la parte alta de la cómoda dorsal, con la suerte de un matorral amable para el avance.

Poco a poco ganamos las vistas del litoral, Nerja y los desplomes que irrumpen sobre el Cañuelo a nuestra espalda, hacia levante despunta la prominencia costera de Cerro Gordo.
Nuestro tránsito sobre el cerro es llevadero, alcanzando su cota de casi 300mts sobre el nivel del mar a la par que comenzamos a caminar sobre el tajo que se desploma sobre la costa.

Desde este punto la traza se acentúa con un fuerte desnivel hacia el flanco granadino de Cantarriján, acompañado por terreno suelto, de ahí que la califique como moderada.
Por menos, a algún que otro compañero de campo podría antojarse complicado el descenso, pero ni mucho menos, con paciencia iremos buscando los pasos más cómodos.
Nos iremos acercando a la vertical del tajo para no privarnos de las vistas costeras.

Sobrepasado el descenso, ya inmersos en el pinar de ladera, enlazamos con el sendero litoral entre las playas del Cañuelo y Cantarriján, virando a nuestra derecha en dirección al Cañuelo.
Desde aquí tendríamos la opción de un corto acercamiento a la playa de Cantarriján.

Ahora, una cómoda senda nos devuelve a poniente, fijando ahora el rumbo hacia la Torre de la Caleta. Desde la misma senda tendremos varias opciones para visitar la atalaya, volviendo al paso sobre la vereda una vez adivinamos bajo nosotros nuestro próximo hito, la Cala de las Doncellas.

Nuestro camino sobrepasa la cala por el terraplén que la encierra y sigue su curso hacia el Cañuelo. Nosotros abandonamos la traza y nos desviamos hacia los restos de la casa del Peñón del Fraile.
Pasado los primeros restos, rodeamos un gran bloque y adivinamos el "acceso" a la cala. Corto descenso por terreno descompuesto y un trecho sobre las rocas del flanco de la cala nos dejan en la misma orilla de aguas turquesas.
En el extremo opuesto de la cala tendremos un recodo bajo las rocas que nos brindan una escueta y apreciada sombra para amenizar la estancia en la cala.

Una vez disfrutamos de la solitaria estampa, y como no, del baño, no nos queda otra que remontar nuestra entrada hasta dar de nuevo con la senda litoral.
No nos queda mucho para aparecer en el extremo de levante de la playa del Cañuelo con la imagen ya típica de estas fechas, asidua de bañistas.
Tenemos un bar en la misma playa que nos puede salvar en días calurosos.

De igual manera, para evitar la subida por el camino de acceso a pleno sol, optamos por usar el bus lanzadera que nos devuelve en nada al punto de inicio.

Nos vemos en las montañas.