Cervera y Redecilla (Recilla), por Pipaón

Ascensión a dos cimas centenarias de la sierra de Toloño: Cervera y Redecilla –popularmente Recilla–. Desde Pipaón nos aproximamos a la sierra y remontamos su boscosa vertiente norte hasta el portillo de Recilla, situado entre ambas cumbres. Ruta sin dificultad técnica, solo la pequeña trepada a Redecilla requiere la lógica precaución. Como siempre en esta sierra es notable el contraste del paisaje de las dos vertientes.

Desde la plaza de Pipaón seguimos la calle Lagrabide (E) –marcas PR– para salir del pueblo por una pista asfaltada hasta el cementerio, que desde aquí continúa de tierra. Sin prestar atención a desviaciones, en un giro a la izquierda encontramos una barrera metálica.
La cruzamos y subimos por una pista pedregosa (NE) entre arbolado mientras avanzamos por la vaguada formada entre los montes Semendia y Cervera, siguiendo el GR-1 y el PR-A53 “Senda de Lagrán a Pipaón”. Encontramos y rebasamos una trifurcación –indicador: por la derecha sale la pista que conduce al puerto de Herrera; por la izquierda, el sendero que sube a Semendia–. Nosotros continuamos de frente (NE) y, poco más arriba, todavía entre árboles, alcanzamos el collado de Semendia.
Remontamos (SSE y luego S) por terreno despejado hacia la sierra. Entramos en el hayedo y, en una marcada bifurcación, nuestro camino se orienta hacia la izquierda (S), coincidiendo con el GR/PR que traemos desde Pipaón.
Cruzamos otra barrera metálica y tras un breve repecho –algunos carteles señalan detalles de la naturaleza y etnografía de la zona– desembocamos en un cruce en el que se encuentra el refugio El Estillar.
Giramos a la derecha (S), todavía por el GR, subiendo por el bosque. Alcanzamos un indicador –señala erróneamente 55’ a Cervera y Recilla–, donde abandonamos el GR que continúa hacia Lagrán, y seguimos en dirección S por una senda que serpentea por el hayedo en continuo ascenso, hasta llegar al portillo de Recilla, con Cervera a la derecha y el escarpado Redecilla a la izquierda.
La espesa árgoma nos obliga a seguir por una estrecha senda hasta el punto más elevado del collado. Desde allí parten los caminos a ambas cumbres. En primer lugar vamos a Cervera, por lo que nos encaminamos loma arriba (derecha, O) en una ruta sin problemas –señalada por unos cairns muy prácticos en caso de niebla– hasta la cumbre de Cervera (vértice geodésico y buzón) –debajo de la cima se sitúa la depresión de Vallehermosa o “polje de Cervera”, un vallecito kárstico que encierra una rica vegetación–.
De vuelta al collado, nos dirigimos entre arbustos y boj por la marcada senda que conduce hacia una brecha evidente en la cima de Redecilla. Su acceso es algo más comprometido, con una ascensión final por un tramo rocoso que requiere una pequeña trepada. Un paso de escasa dificultad, con la debida precaución, permite alcanzar la aérea pero segura cumbre de Redecilla (Recilla) (buzón), con unas vistas similares a Cervera y una inmejorable panorámica de la escarpada cresta de Palomares a La Rasa.
Regresamos por el mismo camino a Pipaón.