Chamorga - El Draguillo - Faro de Anaga - Chamorga

Realizaremos esta ruta siguiendo, principalmente, los caminos homologados en la Red de Senderos de Tenerife, PR TF 6 Chamorga – Las Palmas –El Draguillo y el PR TF 6-1 Variante de Tafada. Mucho sol y poca sombra por lo que se aconseja, llevar abundante agua. Algunos tramos algo descuidados. Por lo demás un largo paseo con unas magníficas vistas para disfrutar. Comenzamos en el Caserío de Chamorga, al que llegamos a través de la carretera 123. Se encuentra en la parte más oriental del macizo de Anaga. Posee una superficie de 5,1 km² que abarca tanto el núcleo urbano como una extensa zona rural y natural, incluida íntegramente en el espacio natural protegido del Parque Rural de Anaga. Dejamos Chamorga pasando junto a los restos de la Fuente Chorro del Laurel Rosa, centro neurálgico de este pequeño asentamiento por la importancia del agua en la vida de sus habitantes. Seguiremos el sendero PR TF 6, dirección El Draguillo, por un camino ascendente, cerca del cauce del barranco entre pequeños bancales agrícolas, cañaverales, helechos, bicacareras, y una variada vegetación de bosque de laurisilva. Llegamos al Draguillo. Su nombre se debe a la presencia en él de ejemplares de drago Dracaena draco. Se trata de un pequeño caserío agrícola ubicado en un ancho lomo entre los barrancos de Las Casas y de Las Quebradas. Ocupa una superficie de 2,54 km² 6 hab. (2014) Posee muestras de arquitectura rural canaria, junto a antiguos lagares construidos en toba volcánica. Este enclave, conjuntamente con el de Las Palmas, tuvo una gran actividad agrícola durante el siglo XVIII, sobre todo ligada al cultivo de la viña. Dejamos el Draguillo. Pasamos por una zona de pedreras, algo expuestas para las personas con vértigo, y algunos pasos donde se ha de extremar la precaución debido a pequeños desprendimientos. Nos deleitarnos ante la belleza que nos brinda Los Roques de Anaga: dos roques aislados en frente de la costa noreste del parque de Anaga, merced a la acción erosiva marina que ha hecho retroceder una antigua línea de costa en más de un kilómetro y medio. Se trata de dos pitones sálicos pertenecientes a la serie antigua de Anaga, constituidos principalmente de fonolitas. El roque de Dentro o de Tierra es de mayor tamaño, con 180 m de altura y una extensión de 7 Has. Está conectado con Anaga a través de un brazo semisumergido de tierra, transitable durante la marea baja, de unos 200 m de longitud. El roque es bastante abrupto y resulta difícil de ascender, sobre todo en su cúspide, donde se localiza un peñasco de paredes casi verticales conocido como La Pica. El roque de Fuera es más pequeño, tiene poca más de 3 Has de superficie. Su forma es alargada, con dos vérices, el Picacho y La Pica de Tierra, de unos 66 m de altura cada uno. En su vertiente oriental existe una ladera conocida como Pedrero, que toma su nombre del acúmulo caótico de rocas fragmentadas que la cubren. Este roque es también muy abrupto, aunque transitable en su mayor parte. Ya divisamos Las Palmas de Anaga, nuestra siguiente parada. El caserío se localiza, sobre una meseta con suave pendiente flanqueada por los barrancos de Cho Canaria y de Las Palmas. Vigilante y protector, al fondo, sobresale el Roque de Aderno. Destaca en Las Palmas la Hacienda de San Gonzalo, vinculada al auge del cultivo de la viña durante el XVII. Su descripción sería la de una casa de una planta de altura y en forma de U con cubierta de teja árabe y un gran patio abierto, conservando aún los colores ocres originales. La Hacienda posee además una ermita dedicada a San Gonzalo de Amarante, fundada por Francisco de la Coba Ocampo y construida entre 1663 y 1684. En 2012 fue declarada como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento.
La ruta continúa por la Fuente del Junquillo, con un grifo y agua potable. Desde esta fuente sale una tubería, hoy plástica y antes galvanizada, y que recorriendo paralela al sendero algo más de un kilómetro llega hasta el Faro de Anaga, surtiendo de agua a aquellos que en él vivían y trabajaban. Un pequeño alto para refrescarnos un poco y continuar la marcha. Llegamos a la bifurcación donde podemos continuar por el PR TF 6 o podemos tomar el PR TF 6-1. Continuamos un poco más por el PR TF 6 y enfilamos el Faro de Anaga, con sus más de 150 años de historia, sigue siendo un referente tras siglo y medio ininterrumpidos luminando las noches de la costa noreste de Tenerife. Está considerado como de primer orden y se eleva a 237 metros sobre el nivel del mar, siendo, por lo tanto, el tercero a mayor altitud de todo los situados en el litoral español, tras el faro Punta de La Polacra (281m) y el faro de Castell de Ferro (240m), ambos en Andalucía. El faro dispone de una torre de 12 metros de altura y el edificio principal sobre el que se asienta esta, con oficina y residencias para fareros y peones (y sus familias). En la actualidad no lo habita nadie y a partir de los años 90 la lámpara multivapor de 220 V y 175 W funciona con energía solar, gracias a 46 paneles de 75 W instalados sobre el techo del edificio principal del faro. Si continuamos llegaríamos a Roque Bermejo. Este caserío toma su nombre del Roque Bermejo, formación geológica ubicada en su costa que es de color rojizo o "bermello" en portugués. Está situado junto a la desembocadura de los barrancos de Roque Bermejo y de La Quebrada. Posee una pequeña ermita que fue construida en 1934. Tiene una pequeña playa de arena negra y el muelle. La puesta en funcionamiento del faro supuso para Roque Bermejo poder disponer de un pequeño embarcadero así como de un camino de acceso a esta zona de Anaga, comunicándose así con los senderos que llegan a Chamorga, por Tafada, y a Benijo, por Las Palmas y El Draguillo. Y es que desde el embarcadero sale un camino ancho y preparado para el paso de bestias y carga, que serpenteando por la ladera, asciende hasta la misma entrada del faro. En esta ocasión decidimos volver sobre nuestros pasos y no realizar la bajada a Roque Bermejo. Tomaremos el PR TF 6-1 que nos conducirá a Chamorga pasando por Tafada. Antiguo camino que comunica la Hacienda de Las Breñas y el faro de Anaga con las casas de Tafada. Se hace eterna la subida por el gran desnivel acumulado. Siempre acompañados por maravillosas vistas de Los Roques y montañas del macizo de Anaga. Llegamos a Las Casas de Tafada. Tafada viene del vocablo guanche "Taboada", o del Beréber "Tawada", que significa "Celebración, Fiesta". Probablemente el motivo es que en este lugar celebraban los guanches algún tipo de fiesta estacional. En el siglo VXIII, estas edificaciones tenían una importancia estratégica en la organización y el control de las haciendas de la zona. Desde allí se abrían varios caminos que conectaban con las distintas fincas, por lo que Tafada servía de granero, almacén para las cosechas y los aperos de labranza y centro de cría y engorde para el ganado. También sirvió de residencia temporal para peones y medianeros.

Una ruta muy interesante, para realizar sin prisas y previstos de abundante agua. Abstenerse personas con vértigo y tener muchísima precaución en los pequeños pasos con derrumbes donde se ha difuminado el sendero y las fuertes pendientes con gran desnivel.
Que la disfruten.