Chaparral de Bajil y cuevas de los Morciguillos y de la Iglesia desde el Rincón de los Huertos (Campo de San Juan, Moratalla)

Mágica ruta por este extraordinario Chaparral de Bajil, frondoso encinar que ofrece distintas caras según la zona por donde se aborde, que en el caso de esta ruta es quizá la más bonita, pues se trata de la cara norte, en la que el bosque está más húmedo y ofrece bellísimas estampas con el suelo cubierto de hojas, muy tupido y todo lleno de musgos, como si se tratara de una zona mucho más al norte de España, y haciendo honor a la etiqueta que parece que alguien le ha puesto: El Bosque encantado.



Todo el trayecto es por sendero y camino, pero hay que ir con precaución, porque se trata de un sendero muy auténtico que en varios tramos está poco marcado y en algún punto hace un quiebro para salir del encajonamiento por un lateral, por lo que hay que estar bien atento para no errar el rumbo. En general, como puede apreciarse en el mapa, las sendas forman una Y que converge en el Rincón de los Huertos y que ascienden a partir de él siguiendo el repliegue del terreno por el lecho de unas suaves ramblas, que sirven así de referencia geográfica natural. En algunos puntos de los senderos hay hitos y marcas de pintura verde, pero muy antiguas y que en muchos casos apenas se ven ya.

Existen diversos accesos al chaparral: por Bajil, por el cortijo de Cárdenas, otro por camino en la zona de canteras que hay por la parte noreste; otro más por el mismo Rincón de los Huertos y que aparece marcado como senda en el mapa ráster...Y a los que pueden sumarse ahora estas dos preciosas sendas, de belleza e interés probablemente superior a los anteriores.

Eso sí, el acceso en coche hasta el Rincón de los Huertos es algo malo, pues el asfalto se encuentra en mal estado en un largo tramo a partir del último desvío, cerca de las Casicas del Portal.



Una vez en la parte sur del recorrido, bien metidos ya en el chaparral, se enlaza con camino en dirección oeste hacia Bajil, que luego se abandona tomando a mano derecha en un cruce donde unas grandes flechas rojas indican ya el camino hasta la misma boca de las enormes cuevas de la Iglesia y de los Morciguillos.