Charcas El Berriel, SAN AGUSTIN -GRAN CANARIA-

Genuina ruta desde Tarajalillo a las charcas del Berriel.
Cuando llegan las lluvias al Sur de Gran Canaria, los senderistas sabemos que hay que poner rumbo a las espectaculares charcas de este barranco.
El sendero comienza en la explanada de tierra, detrás de la parada de guaguas de Bahia Feliz, allí caminamos en dirección norte hacia el túnel existente bajo la autopista. Después hacia el muro de la presa de La Monta, así la llaman. Una vez allí girar a la izquierda por la pista de tierra existente, que te lleva sin pérdida al estrecho barranco y sus famosas charcas.
La primera joya la encontramos al subir las escaleras del muro de la Presa, una vez arriba del imponente muro , si miras al interior, impacta la enorme cantidad de agua embalsada en esta fecha, con unos patos nadando vigilantes en la ribera del embalse , y cuando giras la mirada al Sur , te cautiva desde este improvisado mirador, la cuenca del barranco hasta su llegada al mar.
Dejando atrás el viento reinante en lo alto de la presa , nos dirigimos por el canal hacia las famosas charcas.
Las primeras nos reciben nada más estrecharse el barranco, su fama se debe a que se forman en un suelo de roca limpia, solo con algo de gravilla que trae la corriente.
El resto lo hace la espectacular orografía de este cauce, donde la colección de charcas profundas y aptas para el bańo , hace que no pares de sacar fotos.
Digo colección porque la paleta del colores existentes en el suelo del barranco va cambiando a medida que vas ascendiendo, van del color crema (increíble pero aparece en las primeras pozas) , amarillo, marrón, anaranjado, gris…. y ya en la parte alta, resalta el tono rojizo en algunas charcas que evidencia la presencia de minerales de hierro en la roca.
En la parte alta del barranco , impacta la estrechez de las altas paredes que conforman el cauce, recuerda a los desfiladeros de las películas del Oeste, hecho que hace más espectacular al Berriel.
Tantos remansos de agua transparente y su sonido armonioso al bajar, nos cautiva y complica la decisión de elegir donde nos damos el chapuzón, pues cada una es peculiar . Si te bańas en las primeras, a medida que subes te vas diciendo, ufff …! esta estaba mejor!…. , después… !pues esta sí que si!, más arriba … !esta si que es la perfecta! , y así sucesivamente, hasta la llegada a la cascada final ….. que si que es la perfecta, pues ya no quedan más para comparar. :) :) :) .
Sumergirse en este peculiar sendero cuando la lluvia lo embellece , te lleva a pensar que estás en otras latitudes más húmedas , pues no crees estar en el Sur de Gran Canaria. Por ello debemos cuidar más si cabe esta joya natural, respetando el entorno y no dejando huellas de nuestra presencia.
Al regresar damos gracias al lugar por las sensaciones que este barranco y sus charcas nos ha transmitido .