Charco Malo desde Corterrangel (con exploración involuntaria incluida)

Ruta dura, al menos para mí, pero con un paisaje y un destino alucinante, y más ahora después de una semana de lluvias...

Dejamos el coche en Corterrangel, en una explanada pasada la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza. Desde ahí comenzamos nuestra andadura por la carretera HV-3115 hacia esta pequeña aldea perteneciente a Aracena, recorrimos la Nueva cruzando la plaza del pueblo hasta llegar a una verja que debemos cruzar. Recordad siempre cerrar todas aquellas rejas que se abren.

Subimos por el camino en dirección al abandonado camping que, si os apetece, podéis "visitar", ya que se desvía un poco de la ruta. La parte de la piscina me gustó ya que me permitió hacer algunas fotos que bien podrían cuadrar en el universo de The Walking Dead ;)

Regresamos nuevamente al camino y seguimos avanzando, tomando el desvío de la derecha tras pasar una casa donde nos detuvimos en el lugar donde, según cuenta la leyenda, un hombre fue devorado por un lobo. Hay una cruz tallada en un árbol y otra de piedra en el camino.

Seguimos bajando por el camino de tierra hasta verlo sustituir por uno de piedras donde, casi llegado al final, comienzas a escuchar la fuerza del arroyo de Guijarra, donde se encuentra el barranco de Charco Malo. Ya solo tienes que seguir el sonido del agua hasta llegar a un puente, desde donde puedes ver el frenético cauce del arroyo... es impresionante. Para entrar en el puente hay que abrir otra verja, recordad cerrarla al pasar.

Después de disfrutar de las vistas, bajamos al arroyo por un camino señalizado que estaba un poco antes del puente, y aquí comienza la primera "exploración involuntaria" de esta ruta, puesto que en vez de ir contracorriente, la seguimos por su linde, teniendo que cruzarlo en varios puntos, hasta que el escarpado terreno y el alto cauce del arroyo nos impidió continuar. En nuestro error de situación, decidimos subir la pendiente y rodear el obstáculo, una pared casi vertical de piedra. Llegamos nuevamente al arroyo, momento en el que nos dimos cuenta de nuestro error, así que tuvimos que regresar, pero esta vez recorrimos un pequeño sendero de cosecha propia por encima de la pequeña colina, llegando hasta el camino de piedra que hubiéramos cogido si hubiéramos cruzado el puente.

Una nueva verja nos señaló el camino que debíamos tomar, sin cruzarla, giramos a la izquierda y seguimos por un camino que se convirtió en un pequeño sendero, pero que es fácil de seguir, lo que nos llevó a un nuevo camino que se fusionaba con el sendero que viene de Cortelazor, llevándonos a nuestro destino: Charco Malo.

Pero este último tramo no está carente de dificultad, puesto que hay que bajar al barranco, y la pendiente es bastante inclinada, aunque hay unas cuerdas instaladas que sirven de asidero para ayudarte en la bajada, aunque más en la subida, jeje.

Para regresar, hay que desandar lo andado (obviando la "exploración involuntaria"), pero, como no iba a ser menos, nos propusimos regresar por el camino que lleva hasta el puente, siguiendo el arroyo. Después de volver a cruzar el cauce un par de veces, tener que prácticamente escalar entre ramas y vegetación no muy amigable (me llevé varios arañazos), de nuevo las verticales orillas del arroyo nos impidió continuar habiendo recorrido tan solo un tercio de la distancia. En ese momento, y después de una pequeña caída al agua (cuidado con el calzado, las piedras resbalan) desistimos en la búsqueda de otro camino, así que regresamos por donde habíamos venido. Evidentemente la vuelta fue más liviana que la ida.

En definitiva, me encantó el estado del arroyo, de la vegetación que lo enmarca, de la naturaleza en general, pero sobre todo de esas "exploraciones involuntarias"... fue dura, pero me divertí mucho.

NOTA: Ha un punto al principio de la ruta que el GPS ha debido volverse loco, porque no hay la subida que se indica, ni el extraño recorrido que marca...