CHECA-POBLADO CASTIL DE GRIEGOS-AGUASPEÑA

Salimos por la calle que confronta con la iglesia, por la parte alta del pueblo. Seguimos por la carretera 1 km aproximadamente, y a nuestra derecha encontramos una parking de donde sale un zigzageante camino que nos lleva a lo alto de la colina, donde se encuentran los restos de un poblado íbero llamado Castil de Griegos. Aquí podemos observar los restos de las dos fortalezas que lo formaban.
Bajamos del poblado hasta el parking y tras cruzar la carretera cogemos u camino de tierra franqueado por dos rivas de piedra que nos lleva a un peñasco cubierto de musgo por el que gotea agua llamado Aguaspeña. Seguimos la pasarela que bordea la formación calcárea ascendiendo hasta la parte alta donde quedan restos de un asentamiento medieval.
Cuando bajamos seguimos por la ancha pista, que habíamos dejado al entrar en Aguaspeña, unos 2 km de suave ascensión hasta lo alto de un collado donde abandonamos la pista y cogemos un camino que sale a nuestra izquierda. Pasando por El Cejo llegamos a la parte alta llamada Prado Cañete. Cuando llegamos a un punto donde confluyen cuatro pistas cogeremos la de la izquierda hasta llegar a un gran corral en ruinas. A partir de este momento desaparece la pista y hay que ir campo a través sin senda apreciable, buscando el paso entre los matorrales y las chaparrillas. Esta zona está despejada de pinos, quizá por un incendio, y el piso es muy pedregoso. Es importante llevar el GPS. A lo lejos divisamos las antenas del Picorzo, estando Checa al pie de la montaña. Iremos bajando suavemente desplazándonos a la izquierda de la montaña. Cuando llegamos a la altura de la colina de Castil Griegos encontraremos una imperceptible senda que nos llevará a un corral abandonado desde donde sale una pista que nos llevará a la carretera por la que llegaremos a la parte alta del pueblo, por el lado contrario a donde hemos salido.