Chercos Nuevo-Chercos Viejo-Benitorafe-Cerro Jemezí-Piedra Labrá (Sierra de los Filabres)

Ruta senderista, con tan solo tres tramos cortos de trocha monte.

El primero de los campos a través, no tiene especial importancia. Ocurre en bajada, por zona de poca pendiente y terreno sin especial dificultad técnica, durando menos de 300 m. El segundo lo tendremos durante la subida al Cerro Jemezí, en la parte menos dura de la misma. Comienza al llegar a unas ruinas y dura menos de 400 m. En este campo a través, el avance será cómodo; pues hay restos de veredas y de caminos que usaremos para abrirnos paso en el matorral. En cuanto al tercero, es algo más largo, en torno a 600 m. La clara vereda que llevamos terminará por desaparecer, obligándonos a avanzar por una zona donde a veces el matorral se cierra, siendo bastante alto. No obstante, hay pasillo para avanzar sin sufrimiento. Las tres zonas de trocha monte están marcadas con waypoints.

El recorrido nos adentra en la media montaña de la Sierra de los Filabres, en una de las zonas menos conocidas de la provincia de Almería, al no ser zona de paso de carreteras principales.

La ruta discurre, por zona de monte bajo y, sobre todo, serán los campos de almendros los que dominen el paisaje. Por ello una magnífica época para su realización es en época de floración de este frutal (mediados de enero-mediados de febrero).

Durante la ruta, también disfrutaremos de la visión de algunas encinas de buen porte, reducto de los bosques que colonizaron en el pasado esta sierra; y en la parte del recorrido que pasa por el río Chercos, disfrutaremos del ecosistema de ribera en algunos puntos.

Es una ruta entretenida, desde su principio hasta su final. Teniendo como puntos fuertes:

-Chercos Viejo, un pueblo “fantasma”, de calles estrechas e intrincadas, magnífico ejemplo heredado de la arquitectura árabe; colgado sobre el estrecho cauce del Río Chercos.

En 1940 el alcalde de esta localidad decidió trasladar el pueblo a la actual ubicación de Chercos Nuevo, por ser un sito más conveniente y mejor comunicado. Esta decisión causó el disgusto de algunos, quienes al principio se resistieron al cambio; pero poco a poco los habitantes se fueron marchando. Varias casas del pueblo viejo, así como su iglesia, siguen siendo utilizadas por sus dueños durante las épocas festivas como Navidad para visitar a sus familiares, fines de semanas y verano.

En el tramo de regreso haremos cima en el peñón donde se ubicaba la pequeña fortaleza de Chercos Viejo, de época medieval. De ella solo queda su aljibe y bastantes restos de la muralla.

En este pueblo, también nos llamará la atención, su pequeño y singular cementerio.

-Grandes extensiones o pequeños cultivos de campos de almendros, salpicarán el recorrido casi en su totalidad; que en floración darán una belleza extra a la ruta.

-Benitorafe, barriada de Tahal, aldea de un blanco reluciente, de tejados de tejas rojas (como todos los pueblos de este lado de la sierra de los Filabres) bonito y tranquilo.

En “la plaza del Sacerdote Antonio Rueda Moreno”, encontraremos a un habitante muy especial: el olmo de la plaza. Se trata de un corpulento olmo, muy apreciado por los vecinos; pues lo veremos dibujado en la placas del nombre de las calles.

-Cerro de Jemezí: sin ser un cerro especial, constituye un complemento nada despreciable para el montañero que guste con sumar desniveles. Desde esta atalaya, a 1.306 m de altitud, tendremos unas magníficas vistas al Cerro del Saliente, Sierra María, La Sagra, Sierra de Castril y Cazorla. En un plano más cercano, destacará la Tetica de Bacares.

-Los grabados rupestres de “Piedra Labrá”, donde se aprecia la figura del conocido Indalo y figuras de animales, arqueros, estrellas, herraduras e incluso jinetes y un posible carro. Sobre su datación, existen diferentes opiniones: Edad del Bronce, prerromana o incluso medieval.

Durante la ruta hay tres puntos donde podremos repostar agua: en la aldea del Cercado (a 1’6 km de la salida), en Chercos Viejo (a 2’3 km de la salida) y en Benitorafe (a 7’5 km de la salida).

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Tened presente que tanto el track como la descripción de la ruta deben ser tomados solo como una información orientativa. El entorno natural es un entorno cambiante (donde antes había senderos puede con el tiempo no haberlos, donde antes había pasos fáciles, puede que ya no los haya…) y las condiciones climatológicas pueden complicar hasta la ruta más fácil. Por otra parte, la preparación física y técnica de cada cual añadirá o restará dificultad a cualquier ruta. Por todo ello, es responsabilidad de quién decida realizar la ruta, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario (valorar su forma física y su preparación técnica) y llevar bien estudiada la ruta para solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, eximiéndose la autora de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.

QUE LA DISFRUTÉIS y recuerda LLÉVATE A CASA TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE SEA.