Chicovil y Sobrepeña desde Villanúa.

-Inicio, en Villanúa a 1000m. de altitud.
-Duración, 5:30h. en total, sin contar paradas.
-Desnivel, 1060 metros de subidas y bajadas.
-Punta Chicovil a 2022m; Sobrepeña a 1834m.

La ruta comienza en la pista que sube al refugio de Lierde, para a los pocos metros tomar el desvío señalizado que entra en el carrascal.

La senda atraviesa la pista en un cruce donde asoman nuevos ramales para el uso de la btt, aunque continuamos por el trazado marcado por las pinturas verdiblancas.

En el refugio de Lierde se inicia el recorrido circular a los montes de Chicovil y Sobrepeña. Este día continuose por la pista en la que aparecen los primeros abetos del bosque. La presencia tan cercana, apenas separados por dos o tres metros de distancia, de dos especies muy distintas en cuanto a su hábitat como son el abeto y la carrasca, constituye una singularidad que imagino será difícil de encontrar en otros puntos de la geografía española, y por supuesto europea.

La pista cruza el barranco de Lierde y se adentra en un bosque frondoso, con ejemplares robustos de abeto y haya. Una delicia de camino en que se alternan tramos por carril ancho con otros por sendero a media ladera.

La senda lleva al vadeo del torrente, en un paso estrecho entre rocas que requiere precaución.

Espera una dura rampa en la otra margen, a la que sigue un tramo en faldeo hasta ver un par de mojones de piedras en el camino. Éstos marcan el inicio del desvío hacia la cabaña del monte de Lierde.

La senda está mas hollada de lo esperado, dibujando unas lazadas de pendiente llevadera entre el pinar.

A la salida del bosque atroché ladera arriba, a través de una rampa empinada de hierbas altas. Quizás sea mejor insistir en las zetas de la trocha ganadera que ascienden a la cabaña, aunque su traza tiende a difuminarse en el terreno.

El refugio ganadero es usado por las vacas en el sentido literal de la palabra; lo que viene a ser una zolle.

En adelante habrá que vencer cuatrocientos metros de desnivel por una ladera de tasca salpicada de enebros. No hay senda marcada pero tampoco se encuentran obstáculos, salvo el impuesto por la pendiente. Trazando zetas imaginarias y a ritmo sostenido se alcanzará el cordal de la sierra donde se abre el paisaje al macizo del Aspe, a los Lecherines, Midi de Ossau, Collarada...

A la llegada a la cuerda encontrome con una caseta ruinosa, entre el relieve de las Blancas por el oeste y el vecino Chicovil que supone la próxima cota a ascender. Mojón limítrofe y vistas parecidas.

El descenso de la Punta Chicovil se hace de forma aleatoria por la vertiente norte, cubierta por un pinar que no obstaculiza en demasía el buen andar. Se trata de llegar a la plana del collado que nos separa de la siguiente elevación, donde se ubica otro de los numerosos hitos municipales que jalonan la cresta.

A partir de ahora se deberán rastrear los mojones que señalizan el recorrido, a veces sin una traza marcada de sendero. Los tramos de umbría por el pinar se alternan con pasajes despejados de fronda donde recrearse con las vistas. En concreto se pasa por una ladera o comba descarnada a modo de balcón sobre las montañas de este sector pirenaico, bajo el reinado del MIdi de Ossau.

Desde esa ladera erosionada aparecen hitos de piedras a diestra y siniestra que pueden despistar, aunque se ha de torcer un poco al sur para retomar el cordal hacia el monte de Sobrepeña.

Otro hito municipal señala el otero del Sobrepeña, tapado por las copas de los pinos que impiden una mejor panorama.

Descenso raudo por el bosque de pinos, a enganchar una tiradera adornada con postes de caza. Esta trocha baja recta y se debe estar atento a dar un giro a derechas para abandonarla. Los mojones de piedras ayudan a señalizar este cruce y también a marcar el tramo anterior de bajada.

Una serie de lazadas conducen al empalme con otro camino perpendicular, donde giramos a mano izquierda.

Del camino ya no saldrán otros desvíos hasta volver al refugio de Lierde, del que resta la bajada conocida a Villanúa.