Chorro de Navafria, Refugios y Mirador de Castillejos.

Chorro de Navafria, Refugios y Mirador de Castillejos o de las Cebadillas.
El Chorro de Navafría, una impresionante cascada de 20 metros, con caudal bastante constante, que proviene de la vertiente norte del Pico del Nevero, rodeado de los impresionantes pinos silvestres de Navafría, constituye una obligada referencia para los amantes de la montaña y de la naturaleza en general.
Más aún cuando su acceso es sumamente fácil, no más allá de 1 kilómetro desde el área recreativa del Chorro, con buen acceso por ambos márgenes del Arroyo del Chorro, afluente del río Cega, donde se encuentra ubicada. Esta ruta se ubica en la ladera Norte de los Montes Carpetanos.
Este ha sido nuestro objetivo de hoy, alargado con una marcha circular que nos ha permitido recorrer varios Refugios libres (6), utilizados para soporte de actividades forestales de tala y recogida de troncos, además de un festival de agua, desparramándose en magníficas cascadas, arroyos, manantiales, miradores como el de Castillejos o las Cebadillas, justo encima del desfiladero a cuyos pies circula con enorme fuerza el Arroyo del Chorro.
Para ello hay que acercarse al Municipio de Navafría, en Segovia, y tomar el desvío al área recreativa de El Chorro. La carretera de acceso discurre por unos dos kilómetros, y, al estar el acceso restringido, a la entrada hay una pequeña garita desde la que se controla el acceso. El precio por vehículo es de 5 euros, y la estancia no puede alargarse más allá de las 20 horas. Esta área recreativa, junto al Río Cega, es una verdadera maravilla. Dispone de barbacoas, aparcamiento, mesas y bancos, servicios, parque infantil, una fuente, un restaurante y una piscina natural, además de las preciosas pozas que se forman en el Río Cega.
De este modo, salimos de dicha área y avanzamos por la pista asfaltada, que nos deja junto a una barrera que impide el paso a los vehículos. Junto a ella, un cartel informativo nos describe las rutas y alternativas posibles, cuatro en concreto.
Allí mismo, a la izquierda, se encuentra el Refugio del Chorro, el primero de los 6 que transitaremos en este día. ADVIERTO QUE COMENZO A LLOVER A LAS 11 HORAS Y YA NO LO DEJO DURANTE TODO EL TRAYECTO, LUEGO LOS TESTIMONIOS GRAFICOS DE LAS FOTOS ESTAN AFECTADOS POR ESTA CIRCUNSTANCIA. No obstante, me parece que, a pesar de todo, reflejan fielmente la belleza del entorno.
Pasamos la barrera y seguimos de frente. A la izquierda se encuentra la Senda que lleva al Chorro, de apenas 1 km de longitud, por la que bajaremos a la vuelta.
Vamos subiendo por una magnífica pista forestal, con bastante desnivel, y siempre a la derecha el Río Cega, muy crecido por el deshielo. Enseguida llegamos, tras una pronunciada curva, al Refugio del Peñón, cuyo nombre se debe a la gran piedra bajo la que se cobija.
Seguimos la pista, no tiene pérdida alguna, y en 1,2 kms llegamos al Refugio de la Fragua, que dispone de una chimenea, como todos, y bancos de piedra. Enseguida tomamos un ramal izquierdo, también por una buena pista, que nos deja en la pequeña y caudalosa Cascada del Arroyo de las Vueltas. Lamentablemente es poco visible, por la cantidad de vegetación existente, que casi la tapa por completo.
Seguimos la misma pista, con pronunciadas curvas, que nos conduce ladera arriba hasta el Arroyo de las Vueltas, con una pequeña represa. Nada más cruzar el arroyo, a la derecha, acometemos una fuerte subida para llegar al Refugio Piemediano. Para que nos hagamos una idea, en 1 km superamos unos 170 metros de desnivel. Cierto que hay que hacer un importante esfuerzo, pero merece la pena, pues su ubicación, entre pinos, con una mullida alfombra de verde, merece la pena.
He seguido la ruta de phernigimenez y, como él indica, si se quiere evitar este fuerte repechón, se puede continuar suavemente por la pista hasta el Refugio de Regajohondo, sin mayores complicaciones. De hecho, en nuestro caso, una vez superado el Refugio Piemediano, no he seguido el track de su ruta hasta otro Refugio, el de Piemediano Bajo, porque había que bajar entre los pinos, sin senda definida, ya estaba lloviendo y lo hacía difícil. En lugar de ello, hemos salido a otra pista, llamada Esquí de fondo de Navafría, muy cómoda, que nos llevó, igualmente, hasta el Refugio de Regajohondo, junto al Arroyo del Chorro y un bonito puente de piedra.
Seguimos por esta pista hasta las praderas de Navalcollado, pasamos por la fuente y manantial que da origen al Arroyo de Navalcollado, donde se puede tomar agua. En pocos metros llegamos al último Refugio, el de Navalcollado, quizá el de mejor estado de conservación, con la Virgen de las Nieves un poco más arriba.
Buscamos la salida por la pradera, hasta dar con un sendero que nos lleva de nuevo a la pista que baja del Refugio de Regajohondo. El tramo hasta aquí es bastante abrupto y con desnivel, hay que tener cuidado. Tomamos la pista a la derecha, que abandonamos de nuevo a la izquierda unos metros más allá, para seguir bajando hasta la pista que nos lleva al Mirador de los Castillejos, hoy un poco deslucido por la lluvia, pero con vistas impresionantes.
Volvemos hacia atrás unos metros y cogemos el desvío señalizado hacia el Chorro. Vemos otros dos miradores naturales, la pasarela que atraviesa el Arroyo Sequillo y un puente que atraviesa el Arroyo del Chorro.
Por la margen izquierda del arroyo progresamos por un precioso sendero, que, tras varios zigs-zags, nos lleva hasta la Cascada del Chorro, cuyos rugidos venimos oyendo hace largo tiempo.
Esta cascada es increíble. Un regalo de la naturaleza. Unas escaleras, con una barandilla de madera, permiten subir a la parte superior de la misma. No hemos subido porque llovía bastante y estaba el suelo resbaladizo. Pero la visión desde el puente de abajo, su caudal y el sonido que lo acompaña, a pesar del mal día que teníamos, te ayuda a entender mejor la naturaleza.
Desde aquí, en un kilómetro más o menos, una vez cruzado el puente, bajamos por la senda derecha del Arroyo (también hay camino por la senda izquierda), hasta el Área Recreativa del Chorro, final de esta imprescindible ruta, eso sí, si es sin lluvia mejor.