CIMAS POR VEGA DE ROBLEDO

Voy a empezar diciendo que esto es una pedazo ruta espectacular y muy completa por esta zona y no es que lo diga yo, jeje.
Ruta que, si tenéis una forma física similar a la mía, os va a llevar todo el día. Y así fue en mi caso, 12 horazas que me tire pol monte, jeje. Ni me acordé de mirar el reloj hasta que vi que empezaba a oscurecer ya cerca del final. RUTON. Me pasaron la horas que ni me enteré.
En realidad de marcha efectiva, según el gps son 7 horas y las otras 5 parado. Es una ruta que te invita a parar por muchos motivos, tomar aliento, comer que no va a ser todo gastar, buscar la mejor trazada para no meterse en vainas indeseadas y la mejor, mirar. En mi caso mucho tiempo agarrado a los pequeños prismáticos que llevo y a la cámara de fotos.
He catalogado la ruta de difícil porque creo que para avanzar por estos andurriales es importante la experiencia del montañero a la hora de decidir la mejor trazada. Los gps no te dicen cada piedra que tienes que pisar y tienen sus márgenes de error. Unos metros a un lado u otro y te puedes meter en un lio. Por otro lado, como la he hecho yo, no encuentras grandes dificultades, aunque hay para todos los gustos.
He iniciado la ruta en La Vega de Robledo por un camino que me va acercando a un paso conocido y usado por la gente, el Paso de La Cabra. Esa era la idea original.
El camino se acaba y hay que seguir monte a través. Avanzando por aquí he visto una senda muy difuminada que asciende por una canal y me animé a subir por ella.
Esta canal es muy pindia pero se llega arriba sin problema. En un primer tramo me fui a la der para aprovechar la sombra que brindaba esa pared, pero vi que se avanzaba mucho peor y rápido pasé de la sombra y volví mas al centro. Los últimos metros son una trepada, pero nada vertical, similar a subir por una escalera de mano, pero natural jeje.
No acaba aquí lo duro ya que vemos que la cresta sigue subiendo bien pindia y llegamos a la primera cota, la Peña Genestosa, dejamos una trinchera a la izq y hacemos una destrepada. Si avanzáis un poco por una cornisa hacia la izq encontráis el punto mas fácil.
La siguiente cima es La Peña Los Bueyes con sus consiguientes trepadas.
Seguimos pasando de Los Estribos que evitamos por la izq.
Iniciamos el ascenso a La Silla un poco a izq de la cresta y después de una trepada subimos a la cresta. Yo por aquí, avancé unos metros por una cornisa a der de la cresta.
Después de avanzar unos metros bien, me fijé que mas adelante se iba complicando la cosa y que con una trepada muy asequible podía subir a la cresta, y así lo hice. Por la cresta hice la cima sin problema.
Descendemos hacia El Cirbanal. Cerca del collado pasamos por una pequeña cresta rocosa entre dos camperinas. Por la que nos queda a izq iniciaremos el descenso después.
La subida al Cirbanal es cómoda.
Volvemos a esa camperina y encontramos una trazada jitada que viene de perlas por aquí. Veréis que el terreno es un puto caos con agujeros y grietas por todos lados. Por esta trazada superamos este caos sin problemas y llegamos a las bonitas vaguadas herbosas.
Avanzamos hacia el pico Las Rozas pasando al lado del Pozo de Fontanales, una tremenda dolina que nos recuerda que estamos sobre un queso gruyer.
Estas cotas que vienen, cuando las ves desde la cresta anterior, parecen montañitas. Pero a medida que te acercas empiezas a mirarlas de otra manera.
Las Rozas parece una puta lanza que sale de la tierra. Inicio el ascenso por la der de un peñasco y aprovechando la sombra que brindaba a esa hora. Fui a dar a una arista a la der de la cima con un buen desplome vertical al otro lado, la misma arista nos sirve de improvisada barandilla.
En este punto, para seguir ascendiendo por la arista hay que subir un escalón ayudándose con las manos, nada complicado. El problema es que estamos muy cerca del desplome, así que hay que tener cuidado.
Seguimos e inmediatamente la arista nos da margen de sobra con el desplome. Lo digo porque es posible que mi trazada no sea la mejor, ya sabéis, la experiencia del montañero.
Para bajar sigo un poco por la cresta pero rápido desciendo a una especie de cornisa a su izq. Se desciende por ella hasta encontrar una canaleta entre paredes. Hay que bajar a ella y el mejor sitio es ahí mismo.
Por este collado al que se llega acabe con el agua, maldita sea, y ya notaba los labios algo secos. Tantas horas no hay cantimplora que aguante y no encontré ni un triste charco en toda la ruta.
En la siguiente cota, Peña Castro, está el punto mas delicado de toda la ruta, una destrepada en la bajada. La he hecho en el punto que creo la haga la mayoría de la gente.
Se avanza por la cresta, pasamos una especie de zanja poco profunda y seguimos por la cresta hasta que ya no queda otra de destrepar hacia la izq.
Si estáis acostumbrados a estos andurriales veréis que no tiene mucha dificultad pero si patio suficiente para meterse un buen bombazo si cometemos un error.
A partir de aquí pasamos de los siguientes peñascos que evitamos por la der y por terreno cómodo nos plantamos bajo el murallón de La Llastrona. Hay que buscar por la der de la cima una trepada fácil. El primer tramo ni manos hacen falta, giramos a la izq y ahora si trepamos. Hecho esto hacemos la cima fácilmente.
Los siguientes peñascos los saltamos también y hacemos otro tramo por la cresta con un desplome a la izq, del que podemos separarnos lo que queramos.
Bajamos a un collado previo a una mole herbosa y cogemos una senda que la evita por la izq y nos lleva directos a La Felechosa, ultima cima que pensaba hacer.
Empezando a subir de repente, y en cuestión de segundos noté como la lengua se me quedaba como un estropajo viejo y una sensación de pequeño malestar, la puta deshidratación. Así que aborté e inicie el descenso que en principio no es precisamente cómodo.
Hay que buscar una cornisa que pegada a los desplomes de la cima rodea la montaña por la izq. En un momento dado deja de descender y asciende hasta un pequeño horcado entre un peñasco y la cima.
Al otro lado del horcado se desciende por una canaleta pindia pero sin problemas.
Aquí cometí un pequeño error. Bajando por ella veréis que llegáis a un punto donde es muy fácil pasar para otra a su izq. Pensé que podía atajar algo.
En principio tuve que atravesar una barrera de tollos que pensé que eran bajos pero una vez entre ellos casi me llegaban a la cintura. Noté como se reían de mis pantalones largos de verano. Después bajé por su borde izq despejado, pero casi al final tuve que atravesar otra barrera de ellos. Todo esto para ir a dar prácticamente al mismo sitio que por la canaleta inicial, si es que.
Hecho esto giramos a la izq, pasamos al lado de los desplomes de Pico La Seita y accedemos fácilmente a La Collada.
Aquí encontramos senda bien marcada que al rato de bifurca. Por la izq baja a Robledo y por la der va en dirección a la Vega pero en una campera acaba.
Veréis que la vegetación por aquí es impenetrable. El primer intento fue fiasco, lo iba a borrar pero después lo deje para si seguiis este track, sepáis que por ahí no se va a ningún lado.
Al final el descenso quedó chulo, encadenando bonitas praderas por brechas entre la espesa vegetación.
Llegamos fácil al los prados del fondo del valle. Yo por aquí ya no tenia otra cosa en la cabeza que la botella de agua que tenia en el coche jeje, así que avancé como el jabalí, TOPALANTE atravesando todo lo que se me ponía por delante incluidos cercados de alambre de espino, alambritos a mi. No se si sabéis lo que es tener una alpargata vieja en la boca, yo si. Jajaja.
Si os da por seguir este track, no os costara mucho buscar una trazada mejor para evitar tanto alambre, por aquí ya no hay ninguna dificultad, todo praderas y seguro que no buscando mucho, aparece alguna senda o camino