Cintos de Viñuelas, C.F. los Bonales
near Las Canaleias, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ante todo, agradecer el track de "Alexandermágina" el cual me sirvió de guía fiel para poder llevar a buen término mi andadura por estas paredes verticales. Y al mismo tiempo corroborar una máxima de él en su descripción "en dos ocasiones se nos plantean dos cintos diferentes a seguir y aquí el GPS vale de poco por la distorsión de la señal. En ambos casos la opción correcta es seguir el cinto superior, el que va a mayor altura". A nosotros también se nos planteó esa duda y la resolvimos de esta manera.
Una ruta de las más impresionantes, dura y no exenta de ciertos peligros que se pueden realizar dentro del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas.
Esta ruta parte del Refugio Campos del Espino como una segunda etapa (etapa reina en este caso) de dos rutas que unimos para programar una gran ruta circular de casi 50 kilómetros.
Los primeros kilómetros transcurren por la altiplanicie de los Campos de Hernán Perea siguiendo la Derivación nº 5 del Gr-247, por el Camino de los Charcones que nos acerca hasta el cruce que siguiendo recto nos adentra hasta Pinar Negro y donde nosotros giramos a la derecha dirección al Banderillas, pasando primero por un mirador natural donde podemos observar gran parte del recorrido del día anterior: Aguasmulas, Fresnedilla, Hoya de la Albardía...
En unos tres kilómetros llegamos al final del camino amplio que llevamos de continua subida, convirtiéndose el mismo en un pequeño sendero que lleva a la cumbre. En este punto nos dejamos caer hacia la derecha en la otra vertiente por el paraje del Hoyazo donde empieza a hacerse evidente una pequeña senda que en su transitar lleva hasta el "Paso de la Soga" un paso que debió de tener una gran importancia como denotan los restos de horma existentes. Tras su paso iniciamos un continuo y muy pronunciado descenso buscando la base del Puntal de los Blanquizares y una cueva que nos da cobijo y nos protege del calor extremo con el que empieza la mañana.
En este inicio de los cintos lo primero que tenemos que atravesar es un pequeño bosquecillo de boj (de varios que encontraremos) donde se mimetizan varios tejos centenarios, una cómoda bajada y la primera gran subida con un gran desnivel, para lo cual primero tenemos que realizar un destrepe por un desprendimiento, aunque se puede rodear el mismo pasando por debajo del frailecillo que lo flanquea.
Volvemos a realizar una delicada bajada y de nuevo otro bosquecillo de boj que nos dificulta bastante el paso y ya podemos ver al fondo en el siguiente hombro con un cortado impresionante "el paso de viñuelas" por lo que nos dirigimos hacia él pasando por otro tejo centenario. Este paso una vez dentro del mismo da más sensación de seguridad de lo que parece y hay que pasarlo agachado e incluso quitarte las mochilas si son grandes como las nuestras.
Una vez superado este angosto paso nos encontramos a una altura considerable y tenemos que realizar la bajada con más pendiente del recorrido pero teniendo un gran cuidado todo es posible y ahora afrontamos el último de los cintos con cierto peligro por su gran desnivel y las rocas por las que pasamos que nos obligan a ayudarnos de las manos para poder progresar.
Por fin tenemos a la vista el cinto del Fraile aunque para llegar hasta él tendremos que volver a pelearnos con el boj en el último bosquecillo de este arbusto. El caminar por este cinto ahora es coser y cantar, aunque el calor reinante nos lo pone un poco más difícil.
Aquí acaba el periplo por los cintos de Viñuelas, pero no nuestra ruta porque para llegar a nuestro destino inicial del día anterior todavía nos queda un largo camino.
Pasamos bajo el Fraile por un sendero bien definido hasta el Tranco del Perro y el Collado de Roblehondo pasando a la vertiente del arroyo de la Campana por un camino de herradura que nos lleva hasta las ruinas de la casa forestal de Los Pardales (lástima que no tenga ni gota de agua su fuente y lavadero), volvemos sobre nuestros pasos unos metros y continuamos en un descenso lento e interminable por la cuerda del Alto de la Campana y de las Cocotas, aquí por fin cambiamos de vertiente a la del río Aguasmulas y bajamos por los Majales hasta el Cortijo del Mulón...
... Es un sueño? o se oye el ruido de las aguas precipitándose el río Aguasmulas abajo? A las 5 de la tarde un día 4 de Julio con 39º a nosotros nos lo parece, por lo que no hacemos caso a nuestro cansancio acumulado y a paso ligero llegamos al vergel que forma este río, calmando en sus frías aguas el calor y la sed acumulada a lo largo de la jornada, ya sólo nos queda subir al carril y en unos 4 km nos plantamos en los coches aparcados en el día anterior en la barrera de la Casa Forestal de los Bonales.
NOTA DEL AUTOR: Si seguís esta ruta es bajo vuestra responsabilidad pero si aún así la realizais, ni se os ocurra hacerla en verano¡
Una ruta de las más impresionantes, dura y no exenta de ciertos peligros que se pueden realizar dentro del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas.
Esta ruta parte del Refugio Campos del Espino como una segunda etapa (etapa reina en este caso) de dos rutas que unimos para programar una gran ruta circular de casi 50 kilómetros.
Los primeros kilómetros transcurren por la altiplanicie de los Campos de Hernán Perea siguiendo la Derivación nº 5 del Gr-247, por el Camino de los Charcones que nos acerca hasta el cruce que siguiendo recto nos adentra hasta Pinar Negro y donde nosotros giramos a la derecha dirección al Banderillas, pasando primero por un mirador natural donde podemos observar gran parte del recorrido del día anterior: Aguasmulas, Fresnedilla, Hoya de la Albardía...
En unos tres kilómetros llegamos al final del camino amplio que llevamos de continua subida, convirtiéndose el mismo en un pequeño sendero que lleva a la cumbre. En este punto nos dejamos caer hacia la derecha en la otra vertiente por el paraje del Hoyazo donde empieza a hacerse evidente una pequeña senda que en su transitar lleva hasta el "Paso de la Soga" un paso que debió de tener una gran importancia como denotan los restos de horma existentes. Tras su paso iniciamos un continuo y muy pronunciado descenso buscando la base del Puntal de los Blanquizares y una cueva que nos da cobijo y nos protege del calor extremo con el que empieza la mañana.
En este inicio de los cintos lo primero que tenemos que atravesar es un pequeño bosquecillo de boj (de varios que encontraremos) donde se mimetizan varios tejos centenarios, una cómoda bajada y la primera gran subida con un gran desnivel, para lo cual primero tenemos que realizar un destrepe por un desprendimiento, aunque se puede rodear el mismo pasando por debajo del frailecillo que lo flanquea.
Volvemos a realizar una delicada bajada y de nuevo otro bosquecillo de boj que nos dificulta bastante el paso y ya podemos ver al fondo en el siguiente hombro con un cortado impresionante "el paso de viñuelas" por lo que nos dirigimos hacia él pasando por otro tejo centenario. Este paso una vez dentro del mismo da más sensación de seguridad de lo que parece y hay que pasarlo agachado e incluso quitarte las mochilas si son grandes como las nuestras.
Una vez superado este angosto paso nos encontramos a una altura considerable y tenemos que realizar la bajada con más pendiente del recorrido pero teniendo un gran cuidado todo es posible y ahora afrontamos el último de los cintos con cierto peligro por su gran desnivel y las rocas por las que pasamos que nos obligan a ayudarnos de las manos para poder progresar.
Por fin tenemos a la vista el cinto del Fraile aunque para llegar hasta él tendremos que volver a pelearnos con el boj en el último bosquecillo de este arbusto. El caminar por este cinto ahora es coser y cantar, aunque el calor reinante nos lo pone un poco más difícil.
Aquí acaba el periplo por los cintos de Viñuelas, pero no nuestra ruta porque para llegar a nuestro destino inicial del día anterior todavía nos queda un largo camino.
Pasamos bajo el Fraile por un sendero bien definido hasta el Tranco del Perro y el Collado de Roblehondo pasando a la vertiente del arroyo de la Campana por un camino de herradura que nos lleva hasta las ruinas de la casa forestal de Los Pardales (lástima que no tenga ni gota de agua su fuente y lavadero), volvemos sobre nuestros pasos unos metros y continuamos en un descenso lento e interminable por la cuerda del Alto de la Campana y de las Cocotas, aquí por fin cambiamos de vertiente a la del río Aguasmulas y bajamos por los Majales hasta el Cortijo del Mulón...
... Es un sueño? o se oye el ruido de las aguas precipitándose el río Aguasmulas abajo? A las 5 de la tarde un día 4 de Julio con 39º a nosotros nos lo parece, por lo que no hacemos caso a nuestro cansancio acumulado y a paso ligero llegamos al vergel que forma este río, calmando en sus frías aguas el calor y la sed acumulada a lo largo de la jornada, ya sólo nos queda subir al carril y en unos 4 km nos plantamos en los coches aparcados en el día anterior en la barrera de la Casa Forestal de los Bonales.
NOTA DEL AUTOR: Si seguís esta ruta es bajo vuestra responsabilidad pero si aún así la realizais, ni se os ocurra hacerla en verano¡
Waypoints
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Solo el agua fue el mayor inconveniente. Como dice Paco, de las más espectaculares de la zona