Circular a la Plana del Locabo (pico Lobaco 597 metros) y la Dehesa el Boalar, desde el Alto de la Muela

Aprovechando que las nieblas cubren el valle del Ebro, nos subimos hasta la urbanización Alto de la Muela, para disfrutar del sol y de paso, unir dos pequeños recorridos circulares: La Plana del Lobaco y la Dehesa el Boalar.

Para ello, dejamos la furgoneta, al lado de un transformador (avenida del Ebro), donde justo al otro lado, está un poste indicador de la primera circular: La Plana del Lobaco, que vamos hacer en sentido antihorario, ya que las nieblas, todavía cubren la otra vertiente, así que iniciamos un descenso por el camino de la Muela a Cadrete, hasta alcanzar una encrucijada, donde tomamos el ramal de la izquierda, enlazando con el camino de la Valeja, por el que vamos rodeando el pico Lobaco.

Sobre el kilómetro 3, abandonamos el camino, para tomar un sendero a mano izquierda, por el que subimos por un tramo equipado, en su parte final con escalones, por el que accedemos al cordal, por el que poco a poco vamos ganando desnivel, disfrutando de la inversión térmica, en el que sobresale las puntas que componen las sierras del Águila y Algairén, en el que a medida que vamos ganando desnivel, el pinar va haciendo acto de presencia.

Unos metros más arriba, alcanzamos la planicie que conforma la cima del Pico Lobaco, donde localizamos su vértice geodésico, para acto seguido, continuar caminando por la planicie, hasta enlazar con la continuación del sendero de la Plana del Lobaco, que abandonamos por unos instantes, para acercarnos a un mirador, desde con dificultad, observamos el Moncayo, aunque en días despejados, se puede ver la sierra de Guara y los Pirineos.

Después, regresamos al sendero principal, por el que iniciamos un suave descenso, por un bonito sendero, por el que llegamos a un collado, donde en vez de subir hasta otro mirador (inicio oficial de la circular), tomamos un barranco por el que descendemos por un claro sendero, por el que accedemos a un labrado, donde el sendero se difumina, así que avanzamos por el ribazo, hasta que el sendero vuelve hacer acto de presencia, continuando por el monte, subiendo por una loma, donde desde un punto alto, vemos la pista de la Cuesta del Perro, que atraviesa la Dehesa el Boalar.

Como no sabemos si habrá forma de bajar más arriba, en este punto, abandonamos el sendero que discurre por la cresta, tomamos un sendero, que zigzaguea en sus primeros compases, para más abajo, descender de forma directa, hasta desembocar en un primer camino, por el que seguimos avanzando durante poco más de un kilómetro, hasta llegar a las lindes del pinar, que atravesamos, para alcanzar la Cuesta del Perro, por la que comenzamos a ganar suavemente desnivel, por medio de un bonito pinar.

Unos metros más adelante, llegamos al poste que indica la circular a la Dehesa el Boalar. Como queremos regresar por ese tramo del sendero, no lo cogemos, así que seguimos caminando por la pista, hasta alcanzar en una curva, el otro segmento de circular, donde nos adentramos de lleno en la dehesa el Boalar, por un sendero que se encuentra algo embarrado por las lluvias, acondicionado en algunos tramos, por el que salimos a la pista de tierra, que recorre de punta a punta la urbanización Alto de la Muela, por la que avanzamos durante algo menos de un kilómetro, hasta alcanzar una encrucijada, en la que vemos un par de bancos, en los que descansamos mientras echamos un bocado.

Luego, cogemos el camino de la Cuesta del Perro, por el que descendemos unos metros, hasta localizar a mano derecha la continuación del sendero, donde de nuevo nos metemos de lleno en el pinar, en otra sección de sendero, acondicionado con varios tramos de escaleras, que salvan el cauce de un barranco, hasta desembocar de nuevo en el camino, pero en vez de seguir por este, continuamos bajando por medio del pinar, hasta alcanzar una llanura.

En este punto, vamos a buscar un sendero por el que subir a la urbanización, por lo que vamos rodeando las lindes del pinar, hasta encontrar una senda que poco a poco se va adentrando en un barranco, por el que subimos sin apenas esfuerzo, hasta acceder a la pista que recorre el Alto de la Muela, accediendo a la carretera y finalizando esta bonita circular.