Circular a la Sierra del Castillo (Mora)

La ruta comienza en la curva pronunciada del camino que lleva al castillo, justo al lado de una pequeña laguna que si teneis suerte, podreis verla llena. La primera parte del camino es muy fácil, prácticamente llana y apta incluso para bicis; además de bonita ya que se aprecia muy bien toda la cresta. Seguimos por este sendero durante aproximadamente 1km hasta llegar al collado, donde se podrá visualizar toda la meseta manchega.

Una vez llegados a este punto, toca ir campo a través a lo largo de la cresta. Aunque no haya camino, es bastante fácil de hacer andando ya que hay poca vegetación exceptuando algunas hierbas. Aquellos que vean un poco difícil ir siempre por la cresta o que tengan mucho vértigo pueden ir por la parte más baja y más asequible, aunque las vistas no son tan espectaculares...

Tras llevar mas o menos la mitad de la ascensión, la cresta se complica un poco, teniendo que hacer uso de las manos en algún momento para subir. Es en este momento tras llevar ya cierto recorrido cuando llegamos a unos de los puntos más curiosos de la ruta: el paso del caballo. Como bien dice el nombre, la cresta se estrecha hasta el punto de tener que ir sentado y avanzando poco a poco (como ya he mencionado, los que sufran de vértigo siempre pueden bajarse y obviar este paso). Unos metros más adelante está la cima, desde la cuál se goza de unas increíbles vistas; de hecho, si el día es bueno, se puede ver el pico almanzor.

Ya solo queda bajar siguiendo la cresta con cierto cuidado debido a la estrechez en ciertos puntos de ésta. Especial atención requiere la última parte de la cresta, ya que hay que hacer una pequeña destrepada para poder llegar de nuevo al sendero. Finalmente bajamos por la senda (puede que esté bastante comido por la vegetación en primavera o verano pero está lo suficientemente marcado como para seguirlo sin problemas) hasta llegar al coche.

Nota: La ruta apenas dura hora y media a paso muy lento por lo que si todavía tenéis ganas de andar siempre podéis dar una vuelta por el castillo de peñas negras.