Circular Aizkorri

Paseos de ikandu
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El paseo de hoy comienza en las proximidades del alto de Otzaurte. Esta zona representa uno de los puntos que más pluviometría recoge de Gipuzkoa y esto se ve reflejado en la frondosa y abundante vegetación que crece en esta zona, representada en hayedos sobre manto de helechos. El macizo de Aizkorri, además, es el macizo más alto de Gipuzkoa y está compuesto por una serie de cumbres de roca caliza entre las que se encuentran las montañas más altas de esa Comunidad Autónoma. Entre las diez primeras Aketegi es la más alta, le siguen Aketegi Erpina, Aizkorri, Aitzabal, Aitxuri, Iraule, Arbelaitz, Tontorraundi, Aiztonor Altuna, Burkikurut, Ganboa y Kantoizulueta. Por lo tanto en el paseo de hoy ascenderemos a seis de las montañas más altas de Gipuzkoa.

La visita a esta Sierra supone un lugar de obligada visita para todos los amantes a la montaña. Desde su abrupta arista se pueden contemplar las cumbres más altas del País Vasco y en este entorno se hallan enclavados elementos tan dispares como el Santuario de Arantzazu, la cueva donde mora la Diosa Mari, diferentes ermitas como las del Sanctu Spiritus o la del Santo Cristo, monumentos megalíticos como el Túmulo de San Adrian o una gran calzada construida en la Edad Media.

Cueva de la Diosa Mari.

En las faldas del monte Aketegi podemos encontrar una de las moradas de La Dama. Según cuenta la leyenda cada seis años Mari acude desde Anboto hasta esta montaña para permanecer en ella por espacio de tres años, después acude a otra cueva situada en el monte Txindoki. Esto lo hace de manera rotativa, con los mismos intervalos de tiempo, en las tres cuevas. A lo largo de los tres años que permanece en Aketegi las nubes proliferan por esta zona beneficiando a las cosechas de los habitantes del valle y los vecinos de los pueblos cercanos perciben un sugerente olor a pan recién sacado del horno que emana desde las entrañas de la cueva.

Túnel de San Adrián.

Se trata de un pasadizo natural horadado en la roca caliza entre las sierras de Aizkorri y Alzania que ha tenido a lo largo de la historia un gran interés estratégico y económico. Sirve de punto de enlace del Camino de Santiago entre las zonas del Goierri y Zalduendo.

Excavaciones arqueológicas demuestran como en este paraje ha habido asentamientos desde hace más de 4.000 años, si bien su máximo esplendor tuvo lugar en la Edad Media cuando supuso la principal vía de comunicación entre Castilla y Francia. De ahí viene la construcción de la calzada medieval.

En su interior se construyeron casas, cuadras, almacenes, taberna, aljibes, capilla y una herrería que daba servicio a los transeuntes de la zona. Por su estratégico enclave también hacía las misiones de castillo defendiendo y vigilando ese estratégico lugar. Pero todas estas construcciones fueron destruidas a finales del S. XIX.

Calzada de San Adrián.

Este camino ha sido transitado durante siglos ya que ha sido el nexo de unión de las tierras del Goierri con la Llanada alavesa. En sus orígenes fue una ruta comercial para luego pasar, en el S. XIII, a ser la vía de comunicación principal entre Francia y Castilla. También ha sido utilizado por los pastores y por los peregrinos del Camino de Santiago francés. Parece ser que se construyó sobre una antigua calzada romana.

Ermita de la Santa Cruz.

Otra leyenda nos cuenta como en el lugar en donde ahora está enclavada la ermita de la Santa Cruz un buen día apareció un crucifijo que fue descubierto por los habitantes de Zegama y se lo bajaron al pueblo. A la mañana siguiente el crucifijo volvió a aparecer misteriosamente en lo alto del monte Aizkorri. Al oír esto los vecinos de la otra vertiente, alaveses, ascendieron para llevarse dicho crucifijo hasta su localidad, pero este volvió nuevamente a la cumbre. Al final, para evitar conflicto, acordaron que se lo quedaría el pueblo hacia el que estuviera mirando la cruz al días siguiente. Al amanecer fueron a buscarlo y lo encontraron mirando hacia Zegama.