Circular al Camporan desde Espluga de Serra, ascenso por el Clot de la Roqueta, descenso por el Grau de Roca Gran. La Terreta

El Camporan es el punto culminante de la Serra de l'Estall, una de las numerosas sierras que componen la "Terreta", subcomarca de Catalunya, situada al sur de la pronunciada Serra de Sant Gervàs, limitada al oeste por la Ribera Ribagorçana, al este por el río Flamisell y al sur por la Serra del Montsec.

Al sur del Camporan, siguiendo el mismo cordal, se encuentra la cima del Pui de Lleràs, mucho más conocida, y por tanto más ascendida, por cualquiera de sus vertientes, pero, curiosamente, de menor altura.

La mayoría de las ascensiones al Camporan se realizan por su vertiente este, desde Cérvoles, Serradell o alguna otra localidad de la zona, esto implica recorridos largos en quilometraje y desniveles notables. A cambio, las rutas transcurren por senderos evidentes y, a menudo, muy bien señalizados, hecho que facilita mucho la orientación.

Planteamos la ascensión al Camporan por su vertiente oeste, con un recorrido relativamente corto y un desnivel modesto, esto la configura como una ruta ideal para los días cortos de inicios del invierno. No obstante hay tramos donde deberemos aguzar el instinto para encontrar el mejor camino. El paisaje frondoso y salvaje, y la soledad, lo tenemos garantizado.

Partimos de la localidad de Espluga de Serra, a la que llegamos por carreteras estrechas, en buena parte asfaltadas, ya sea desde "El Pont d'Orrit", km 101,2 de la N-230, pasando por "Sapeira", o desde el km 103 de la misma N-230, tomando la ruta a la "Torre de Tamúrcia". Aparcaremos al norte de las instalaciones deportivas de la escuela.

Iniciamos la ruta por la pista de tierra que transcurre al lado de la escuela. En pocos minutos dejaremos a la izquierda una derivación de la pista. Subimos suavemente entre pinos. Tras una curva pronunciada a la izquierda, encontraremos las señales (poste, hitos y pintura amarilla) del sendero que se dirige claramente al este (derecha), hacia el Grau de Roca Gran (por este camino regresaremos). Continuamos por la pista en dirección NE. Al rato atravesamos el Barranc de l'Església, donde la ruta toma, siempre llaneando y con alguna lazada, la dirección NO. Llegaremos a un depósito metálico de agua, situado en un colladito, en el lomo de un contrafuerte que remonta hacia la sierra principal (E). En este punto abandonamos la pista que seguíamos hasta ahora (sigue en descenso por la otra vertiente) y tomamos a la derecha un camino ancho que asciende de forma decidida, algo por debajo del contrafuerte. Al poco rato llegaremos a la Fontfreda, punto de captación de la tubería de agua que abastece a Espluga de Serra. Seguimos el camino que ahora llanea o sube muy suavemente. En pocos minutos alcanzaremos un punto donde la pista empieza a descender claramente. Hay que estar atentos porque aquí debemos abandonarla (no hay marcas ni hitos, pero se intuye algún rastro).

Por donde mejor nos parezca subimos a los matorrales que bordean el lado derecho del camino que seguíamos. Es importante localizar bien el senderito que debemos tomar, si no la progresión va a ser muy difícil, por no decir imposible. Después de rastrear un poco localizamos un hito de buenas dimensiones (casi el único que vamos a encontrar) que nos marca el inicio de la senda. Una vez hallada se va siguiendo bastante bien, siempre manteniendo aproximadamente la misma altura (algún pequeño sube y baja para evitar árboles caídos u otros obstáculos). Llegaremos al pie de una pequeña pared rocosa (derecha) que forma un colladito (hito) por donde discurre el sendero. Continuamos, ahora en descenso, y en pocos minutos alcanzaremos el fondo de un pequeño barranco donde acaba el rastro que seguíamos. Estamos en el Clot de la Roqueta.

A partir de aquí la ruta discurre sin camino evidente, por un terreno arbolado al principio y después vestido por arbustos abundantes. Desde el fondo del barranco remontamos recto, buscando el mejor paso. El objectivo es llegar al lomo del contrafuerte que constituye la vertiente derecha del mismo. Una vez en el lomo la progresión es más fácil, esquivando sinuosamente las zonas más espesas (no encontramos hitos ni sendero, quizás algún rastro intermitente de animales). En unos 30' alcanzamos una pista forestal que transcurre en paralelo por debajo del cordal de la Serra de l'Estall. Aquí se acaban las penurias de orientación y entramos en terreno más claro.

Seguimos la pista a la izquierda (NE), hasta que esta alcanza el lomo del cordal. Desde aquí tenemos, a unos centenares de metros en dirección norte, la cota 1697m, nudo de aristas, con un poste de señalización en la cúspide que, entre otras informaciones, nos indica que estamos en la cima del Camporan. Como el mapa de que disponemos sitúa esta cima algo más al sur, retrocedemos por la arista hasta la pista y continuamos por la misma arista hasta que accedemos a un punto más alto (1711m, hito cimero) que parece ser el verdadero Camporan o Cap de l'Estall. Desde una u otra cima la panorámica es excelente sobre toda la Terreta, la Serra de Sant Gervàs y el nevado Pirineo tras ella.

Desde el Camporan tenemos dos opciones para descender: retroceder un poco para recuperar la pista forestal por la que hemos llegado y seguirla en sentido inverso hasta la Collada de l'Espluga o, como hicimos nosotros, continuar por el lomo del cordal. El día de nuestra ascensión había nieve abundante, cubriendo la vertiente N y O de la sierra. Seguimos el cordal fácilmente, con sendero identificable. En pocos minutos llegamos a un mirador (barandilla de madera) y nudo de aristas (cuidado con despistarse y seguir por la arista SE). Continuamos en descenso por la arista principal, que ahora se estrecha y discurre por terreno rocoso, hasta un collado. Ahora tocaría remontar a la siguiente punta, pero la nieve existente y el viento helado nos hicieron replantear la ruta y optamos por descender, sin camino, a la derecha, para alcanzar la pista paralela. ¡Ojo!, no nos queda claro que sea sencillo, e incluso factible, continuar íntegramente por el cordal; podría ser que en algún sitio puntual nos topáramos con algún muro o brecha, antes de alcanzar la Collada de l'Espluga. En todo caso es un largo trayecto, con ascensos y descensos, que se simplifica mucho andando por la pista. Algún día lo exploraremos.

Continuamos, fácilmente y llaneando, por la pista hasta las proximidades de la Collada de l'Espluga. En un colladito anterior a esta, divisamos a la derecha, algo por debajo de la pista, dos enormes hitos que nos indican un atajo para, sin sendero, pero sin obstáculos, alcanzar el camino que baja hacia el Grau de Roca Gran.

Cortamos este camino y lo seguimos a la derecha. Vamos descendiendo en lazadas hasta realizar un flanqueo a la izquierda por debajo de una pared rocosa; entramos en el Grau de Roca Gran y lo descendemos sin dificultades. A la salida del mismo encontramos una puerta para el ganado (como es natural hay que dejarla cerrada). Desde aquí, por un sendero que a ratos se difumina un poco, llegamos en poco rato a Espluga de Serra. Vale la pena visitar su pequeña iglesia románica, aunque bastante transformada.