Circular al Caro

El Mont Caro, punto más alto de Tarragona que se alza 1.441 metros sobre el nivel del mar, está situado en el Parc Natural dels Ports, y en días despejados nos ofrece unas vistas impresionantes del Delta del Ebro.

Para llegar al punto de partida tuve que coger la sinuosa carretera que nos lleva hasta la cima hasta llegar a un restaurante, cerca del refugio guardado del Mont Caro.

Lo primero que hago es ir a buscar un desvió que me llevará enseguida a dar con el Regufi del Mont Caro.

Aquí decido seguir el sendero GR-7 en dirección Pauls, que aunque da más vuelta me evita avanzar por asfalto.

A los pocos metros de avanzar por él doy con unas ruinas, por lo que decido acercarme para verlas.

A partir de aquí el sendero empieza a perder altura mientras se va adentrando más y más en un frondoso y húmedo bosque.

Voy siguiendo el sendero hasta que doy con una pista asfaltada en la que me toca abandonar el GR.

Ahora me toca ir avanzando por esta pista hasta que se une a la carretera.

Tras un rato de seguir la carretera vuelvo a enlazar con el GR-7, por el que me tocará continuar.

Al llegar al Coll de la Carrasqueta me tocará abandonar la carretera para ir siguiendo las marcas rojas y blancas del GR-7.

Aquí el sendero toma un aire algo diferente, ya que en primer término iremos avanzando entre encinas mientras poco a poco van ganando protagonismo los pinos.

El sendero va ganando poco a poco inclinación mientras vamos avanzando por su traza muy bien definida.

Sabremos que estamos llegando al final de la fuerte subida cuando nos toque realizar un giro brusco a la izquierda.

Nada más llegar arriba nos da la bienvenida un enorme roca a nuestra izquierda, señal de que toca abandonar el GR-7 por un sendero marcado con pintura roja a nuestra izquierda.

Tras rodear esta enorme roca llegamos al Coll dels Pallers, desde el que hay unas vistas impresionates, o debería haberlas de no ser por la calima, por lo que ya doy por hecho que en esta ocasión no voy a poder disfrutar de las vistas sobre el Delta del Ebro.

Una vez hechas las fotos de rigor toca seguir el sendero que va avanzando siempre por la cresta.

A los pocos metros los pinos empiezan a desaparecer para dar aparición a un terreno mucho más rocoso, moteado solo por boj.

Mientras voy avanzando llego a una cavidad que está marcada en los mapas como refugio y que es ideal para refugiarnos en ella a modo de vivac.

A partir de aquí el terreno se torna mucho más rocoso y difícil de seguir, ya que en muchos sitios cuesta seguir la traza y las marcas del sendero, pero tampoco pasa nada, es tan sencillo como ir a buscar siempre la punta de la cresta.

Tras este pequeño caos se llega a una zona más llana y salpicada por algún que otro pino.

Avanzando por esta loma se van alternando los tramos de sendero bien definido, con otros en los que el boj prácticamente lo ha invadido todo.

Al volver a alcanzar de nuevo una amplia loma es cuando llegamos a lo que será la primera cima del día, la Moleta Rodona, de 1.363 metros de altura, por lo que decido parar un momento a comer algo y disfrutar de las vistas.

Ahora toca seguir avanzando por un terreno algo más agreste.

Aquí se va avanzando con algo más de cuidado mientras subimos y bajamos un par de pequeños collados que dan acceso a la parte final de la ascensión.

Al llegar al último collado ya vemos la arista del Mont Caro.

En este punto el sendero nos va llevando en un flanqueo por la faja Este del Mont Caro.

Mientras e va avanzando con cuidado, me voy acercando a la canal que da acceso a la cima.

Avanzar por aquí es muy intuitivo, ya que hay que ir buscando siempre el paso más sencillo y evidente en los momentos en los que se pierden de vista las marcas y los hitos.

Nada más finalizar la canal ya se pueden ver las grandes antenas que coronan la cima.

El sendero va a morir a la carretera que lleva hasta la cima, por lo que ya solo queda ir siguiéndola unos metros para llegar a su cima.

Ahora sí, tras una bonita cresta por fin llego a la cima del Mont Caro y techo de la provincia de Tarragona.

Además de un gran hito cimero han construido un enorme mirador desde el que en días despejados se puede observar todo el valle del río Ebro, así como su delta y de las que no pude disfrutar, pero bueno, ya tengo la excusa perfecta para volver.

Una vez hechas las fotos de rigor toca seguir con la ruta.

Aquí hay dos opciones para descender, ir siguiendo la carretera o las marcas rojas, como no podía ser de otra manera, yo opté por las marcas rojas.

Este sendero va cruzando la carretera en un pronunciado desnivel mientras va atajando todas las lazadas de esta.

Seguirlo es muy sencillo, ya que todos los cruces con la carretera están muy bien marcados.

El sendero va a morir a la carretera principal, por la que tocará girar a la izquierda para ir en busca del coche.

Tras seguir durante unos 600 metros la carretera por fin llego hasta el coche, donde puedo dar por finalizada la ruta.

Todo y ser una ruta corta y humanizada, el poder evitar las zonas más urbanizadas, así como acceder por su cordal, le han dado un toque muy montañero y divertido, lástima que la calima no me dejara disfrutar de las vistas, pero bueno, es la excusa perfecta para volver.

A continuación os hago un pequeño resumen de los números de la ruta:

Tipo de ruta: Circular
Dificultad técnica: Fácil
Dificultad física: Fácil
Distancia: 7,92 Km
Punto más alto: 1.441 m
Punto más bajo: 1.032 m
Desnivel positivo: 510 m
Desnivel negativo: 510 m
Desnivel acumulado: 1.020 m
Cimas ascendidas: 2
Tiempo empleado: 2 horas 30 minutos
Tiempo en movimiento: 2 horas 15 minutos
Velocidad media: 3,20 Km/h
Ritmo: 18:45 min/Km

Podéis ver más detalles en la crónica de mi blog, en el enlace de abajo.
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