Circular al Cerro de Monuera. Aldeaquemada (Jaén)
near Aldeaquemada, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
A caballo entre el Parque Natural Despeñaperros y el Paraje Natural Cascada de la Cimbarra, este sendero nos permitirá conocer en todo su esplendor lo que nos ofrece Sierra Morena.
Nos encontramos en el término municipal de Aldeaquemada, una de las nuevas poblaciones creadas por Carlos III, y cuya visita es obligatoria para reponer fuerzas cuando terminemos de realizar este ameno sendero. Éste es de tipo circular, recorriéndose en el sentido de las agujas del reloj. Una vez andemos los primeros 200 metros desde donde dejamos el coche, nos encontramos la bifurcación mediante la que se hace circular, debiendo tomar la pista de la izquierda. Es a partir de este momento cuando entraremos en una umbría que nos mostrará la mejor representación florística de este sendero: un melojar de Quercus pyrenaica, mezclado con mostajos (Sorbus torminalis) que no nos dejarán indiferentes, sobre todo si realizamos el itinerario en otoño o en primavera. Nos acompañarán durante unos 800 metros, mezclados con magníficos ejemplares de alcornoque (Quercus suber) y encina (Quercus ilex), hasta que lleguemos a una nueva bifurcación que volveremos a tomar hacia la izquierda. Si hemos estado suficientemente atentos, habremos observado que, a nuestra izquierda, hemos podido disfrutar de alguna magnífica panorámica del núcleo de Aldeaquemada.
Durante 900 metros más la vegetación se irá tornando en pinares de negral (Pinus pinaster), acompañado de madroños (Arbutus unedo) y enebros (Juniperus communis). Es fácil que, hasta ahora, ya hayamos visto algún que otro ejemplar de ciervo arrancar su carrera cuando nos haya oído, ya que es una zona de querencia de esta especie. En este momento llegaremos a un cortafuegos que hay que atravesar. Esta infraestructura de defensa contra incendios forestales señala el límite entre el monte El Chortal (propiedad de la Junta de Andalucía, por el que hasta ahora habíamos estado andando) y el monte Dehesa Navalacedra (propiedad del Ayuntamiento de Aldeaquemada). Durante 700 metros andaremos por una masa mixta con pino piñonero (Pinus pinea) como especie más importante al principio, que luego dejará paso a las quercíneas (con buenos ejemplares de quejigo, Quercus faginea) cuando nos empiece a acompañar una pequeña vaguada por nuestra izquierda.
Al final desembocamos en una pista forestal que tomaremos hacia la derecha, para abandonarla unos 800 metros más adelante cogiendo la vereda que nos sale por la derecha. Acabamos de entrar nuevamente en el monte público El Chortal. Durante aproximadamente 2 kilómetros estaremos andando por una solana, a la sombra de pinos piñoneros que nos harán el camino más llevadero. Podremos observar tres canchales de piedra a nuestro paso, típico es estos espacios naturales. Una vez hayamos alcanzado una torreta de observación de fauna, nuestra senda se convertirá en una vereda con algo de pendiente (la parte más dificultosa del sendero) que descenderá hasta el fondo de valle, para remontarlo posteriormente.
Se trata del Arroyo del Tomadero, que en sus primeros metros nos deleitará con una exuberante vegetación de ribera con el aliso (Alnus glutinosa) y el fresno (Fraxinus angustifolia) como protagonistas, acompañados de una maraña de sotobosque que lo hace en algunos puntos impenetrable. A mitad de camino, una fuente (no potable) nos ayudará a refrescarnos para poder terminar el ascenso de esta vaguada. Un kilómetro y medio aguas arriba cruzaremos el Arroyo del Tomadero para dejarlo atrás, remontando por la senda durante otro kilómetro hasta que lleguemos a la pista principal. Tomándola hacia la derecha nos conducirá, 400 metros más adelante, hasta la bifurcación con la que empezábamos el sendero. Si estamos atentos, podremos ver en este tramo final, a nuestra derecha, una torreta de vigilancia de incendios que nos observa desde lo alto del Cerro Monuera, el cual habremos circundado durante algo menos de 3 horas.
El itinerario discurre principalmente por el Chortal, un monte público de alcornoques, encinas, quejigos, melojos y mostajos, de matorral mediterráneo y pino negral y piñonero. Le atravesará por la dehesa de Navalacedra. Y, ya de regreso, le conducirá paralelo al arroyo del Tornadero entre sauces y fresnos y el sonido del ruiseñor, el martín pescador o la oropéndola. Aldeaquemada es uno de los poquísimos lugares donde se ha citado la Centaurea citriclor, una joya botánica en peligro de extinción. El águila imperial o la perdicera y el buitre negro o leonado se pueden observar sobrevolando sobre nuestras cabezas.
Nos encontramos en el término municipal de Aldeaquemada, una de las nuevas poblaciones creadas por Carlos III, y cuya visita es obligatoria para reponer fuerzas cuando terminemos de realizar este ameno sendero. Éste es de tipo circular, recorriéndose en el sentido de las agujas del reloj. Una vez andemos los primeros 200 metros desde donde dejamos el coche, nos encontramos la bifurcación mediante la que se hace circular, debiendo tomar la pista de la izquierda. Es a partir de este momento cuando entraremos en una umbría que nos mostrará la mejor representación florística de este sendero: un melojar de Quercus pyrenaica, mezclado con mostajos (Sorbus torminalis) que no nos dejarán indiferentes, sobre todo si realizamos el itinerario en otoño o en primavera. Nos acompañarán durante unos 800 metros, mezclados con magníficos ejemplares de alcornoque (Quercus suber) y encina (Quercus ilex), hasta que lleguemos a una nueva bifurcación que volveremos a tomar hacia la izquierda. Si hemos estado suficientemente atentos, habremos observado que, a nuestra izquierda, hemos podido disfrutar de alguna magnífica panorámica del núcleo de Aldeaquemada.
Durante 900 metros más la vegetación se irá tornando en pinares de negral (Pinus pinaster), acompañado de madroños (Arbutus unedo) y enebros (Juniperus communis). Es fácil que, hasta ahora, ya hayamos visto algún que otro ejemplar de ciervo arrancar su carrera cuando nos haya oído, ya que es una zona de querencia de esta especie. En este momento llegaremos a un cortafuegos que hay que atravesar. Esta infraestructura de defensa contra incendios forestales señala el límite entre el monte El Chortal (propiedad de la Junta de Andalucía, por el que hasta ahora habíamos estado andando) y el monte Dehesa Navalacedra (propiedad del Ayuntamiento de Aldeaquemada). Durante 700 metros andaremos por una masa mixta con pino piñonero (Pinus pinea) como especie más importante al principio, que luego dejará paso a las quercíneas (con buenos ejemplares de quejigo, Quercus faginea) cuando nos empiece a acompañar una pequeña vaguada por nuestra izquierda.
Al final desembocamos en una pista forestal que tomaremos hacia la derecha, para abandonarla unos 800 metros más adelante cogiendo la vereda que nos sale por la derecha. Acabamos de entrar nuevamente en el monte público El Chortal. Durante aproximadamente 2 kilómetros estaremos andando por una solana, a la sombra de pinos piñoneros que nos harán el camino más llevadero. Podremos observar tres canchales de piedra a nuestro paso, típico es estos espacios naturales. Una vez hayamos alcanzado una torreta de observación de fauna, nuestra senda se convertirá en una vereda con algo de pendiente (la parte más dificultosa del sendero) que descenderá hasta el fondo de valle, para remontarlo posteriormente.
Se trata del Arroyo del Tomadero, que en sus primeros metros nos deleitará con una exuberante vegetación de ribera con el aliso (Alnus glutinosa) y el fresno (Fraxinus angustifolia) como protagonistas, acompañados de una maraña de sotobosque que lo hace en algunos puntos impenetrable. A mitad de camino, una fuente (no potable) nos ayudará a refrescarnos para poder terminar el ascenso de esta vaguada. Un kilómetro y medio aguas arriba cruzaremos el Arroyo del Tomadero para dejarlo atrás, remontando por la senda durante otro kilómetro hasta que lleguemos a la pista principal. Tomándola hacia la derecha nos conducirá, 400 metros más adelante, hasta la bifurcación con la que empezábamos el sendero. Si estamos atentos, podremos ver en este tramo final, a nuestra derecha, una torreta de vigilancia de incendios que nos observa desde lo alto del Cerro Monuera, el cual habremos circundado durante algo menos de 3 horas.
El itinerario discurre principalmente por el Chortal, un monte público de alcornoques, encinas, quejigos, melojos y mostajos, de matorral mediterráneo y pino negral y piñonero. Le atravesará por la dehesa de Navalacedra. Y, ya de regreso, le conducirá paralelo al arroyo del Tornadero entre sauces y fresnos y el sonido del ruiseñor, el martín pescador o la oropéndola. Aldeaquemada es uno de los poquísimos lugares donde se ha citado la Centaurea citriclor, una joya botánica en peligro de extinción. El águila imperial o la perdicera y el buitre negro o leonado se pueden observar sobrevolando sobre nuestras cabezas.
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