Jata Txiki y Jata desde Maruri

Estamos en época navideña en la que mi hijo suele tener unos días de vacaciones y hemos aprovechado para ir juntos al monte. Como él está estos días en Gorliz y yo en Bilbao hemos quedado en hacer un monte clásico cuyo punto de partida (Maruri–Jatabe) está a medio camino entre ambas localidades, el Jata, con su compañero menor, el Jata Txiki.

Quedamos pronto, a las 08:30 en la iglesia de San Lorenzo de Maruri, acaba de comenzar el invierno y casi es de noche todavía. Él viene de ropa más ligero que yo, ataviado con indumentaria de mendi trail, ya que suele hacer carreras de montaña. Hoy no claro, que lo bonito es charlar un rato y subir tranquilos. Me calzo la mochila y empiezo a registrar la ruta, en wikiloc, aunque este mismo trayecto hasta el Jata pero bajando por la ermita de San Miguel de Zumetxaga para volver a Maruri por carretera, la tengo ya registrada en wikiloc.

Debemos seguir una carreterita llamada camino Sakalde que parte del aparcamiento existente en la parte trasera de la iglesia. En el comienzo hay un panel indicador de las rutas por la zona, y en nuestro caso vamos a seguir un ratito la GR 123 o Vuelta a Bizkaia.

Tras pasar al lado de un par de caseríos situados a nuestra izquierda, seguimos por la carreterita, dejando enseguida la desviación a la izquierda de la citada GR que va en dirección a Armintza. Hay señales. A nuestra derecha vemos tres chalets a cierta distancia y al poco pasamos, tras trazar una curva a la derecha, junto a otro chalet con un gran campa y un curioso "totem" vertical bien visible, similar a los que aparecían en las películas de indios y vaqueros. Un poco mas arriba la carretera termina y tras una curva a la derecha se convierte en pista transitable por vehículos. Entramos en una zona en la que a nuestra derecha han hecho una matarrasa en un amplio eucaliptal despejando totalmente el terreno. Claro, aquí dentro de un año, con lo deprisa que crecen los eucaliptos ya no se verá la ladera tan despejada. Al menos han echado gravilla en la pista y está en buen estado. Llegamos a un cruce con otra pista que sigue hacia la izquierda, sin embargo nosotros seguimos de frente. Hay señales amarillas indicadoras.

La pista por la que vamos es muy cómoda y bastante llana, y esta comodidad seguirá durante un buen rato. Al poco llegamos a una desviación hacia la derecha en cuesta de tierra y piedras señalizada por un kairn. Es la subida al Jata más directa, por la que yo he subido casi siempre y por la que bajaremos después. Pero hoy primero vamos a ir al Jata Txiki y para ello seguimos la pista de frente sin desvío alguno.

Tras andar un buen rato, siempre con dificultades para admirar las panorámicas a nuestra izquierda debido a los eucaliptos, llegamos a un cruce con una desviación señalizada hacia la derecha. Indica la dirección de "Santa Kurutzeta" que no tomamos, por lo que seguimos de frente. Es curioso, en ninguna ocasión de las muchas que he venido por esta zona se me ha ocurrido hacer una visita a Santa Kurutzeta. Lo prometo para la próxima vez.

Tras otro tramo mas corto llegamos a un brusco desvío, también señalizado, a la derecha. Indica "Jata" por lo que esta vez sí cogemos el desvío. A partir de ahora y hasta el collado entre Jata Txiki y el Jata iremos por este camino de terreno arcilloso, muy pedregoso y a veces con profundos surcos labrados por el agua. Durante un rato trazaremos varios zigzags con al menos tres cambios bruscos de dirección, aunque el camino no ofrece dudas.

Y llegamos en un rato al cruce de caminos, también señalizado, en el collado. Nosotros nos dirigimos hacia la izquierda, hacia el Jata Txiki, y en no más de unos cientos de metros prácticamente llanos nos encontramos con su bonito buzón que remeda una ermita (¿San Juan de Gaztelugatxe?, instalado en las rocas de la cumbre (555 m). Paramos lo justo para echar un trago de agua y hacernos un selfie. Las panorámicas las tenemos abortadas por los pinos de alrededor.

Retornamos por el camino hasta al collado para seguir de frente hacia el Jata. A unos metros cruzamos la pista de mantenimiento del repetidor de TV del Jata para seguir por un amplio y muy bien marcado y pisado sendero, que tras unos cuantos repechos nos conduce por la loma hasta el buzón. Estamos en la cima del Jata (599 m). Desde aquí las vistas suelen ser espectaculares, y digo suelen ser porque hoy hay muchas nubes bajas y apenas distinguimos el cercano mar Cantábrico con Bakio a nuestros pies. Eso sí, a la otra parte vemos todo el mungiesado desde Lemoiz hasta Armintza, la bahía de Gorliz, el Abra y el superpuerto y, a lo lejos, el cordal del Ganeko, el Galarraga y el Eretza.

Foto de rigor y para abajo, que mi hijo tiene un poco de prisa porque le quiere llevar a su hijo mayor (mi nieto Pello), al PIN (Parque Infantil de Navidad). Pasamos al lado del repetidor de TV del Jata, una gran estructura con una enorme bola en su parte superior que se ve desde media Bizkaia. La pista de acceso al repetidor acaba junto a él, y a unos metros, a la izquierda, tras la valla de madera, se ve que desciende una clara senda en dirección al pinar situado mas abajo. Bajamos por ahí.

La senda, muy visible y con acusada pendiente hacia abajo va descendiendo paralela al pinar de nuestra izquierda entre matojos. Bajados unos cientos de metros parece que el camino se divide yendo hacia la derecha con la intención de salvar el camino arcilloso, más dificultoso, que tenemos a la izquierda, y por donde desde siempre hemos subido y bajado. Nosotros vamos por el camino arcilloso que con lluvias se convierte casi en una torrentera, a juzgar por los profundos surcos labrados por el agua en el amarillento camino. Es un camino que baja muy recto y bastante inclinado, y la verdad es que es bastante incómodo de bajar, ya que aparte de los profundos surcos hay mucha roca.

Tras bajar un primer tramo por el citado camino arcilloso cruzamos perpendicularmente otro camino y seguimos de frente, bajando recto. Vamos por otro tramo pedregoso en fuerte descenso, aún más largo que el tramo anterior, y que se suaviza al llegar mas abajo a un desvío, en el que giramos hacia la derecha. No existe señal alguna, pero hay que ir hacia la derecha, desechando el camino que va a la izquierda.

Enseguida llegamos a otra pista que cruza perpendicular, pero nosotros seguimos de frente andando ahora por un tramo llano. Tras andar otro poco más, en pocos metros llegamos a otro cruce, optando por el camino de la derecha que baja. No tenemos mas que seguir hacia abajo para al cabo de un rato llegar a un nuevo cruce, en el que seguimos por el camino que desciende por la derecha, y enseguida llegamos al cruce que a la mañana hemos desechado y que tenía un kairn indicador.

Y antes de terminar el texto de esta sencilla ruta no me retraigo de comentar que casi desde la cumbre hemos bajado por un bosque de eucaliptos que lo cruzan numerosas pistas y caminos forestales que pueden confundir mucho al o a la mendizale, sobre todo si no se ha transitado nunca por aquí. Tengo entendido que el Gobierno Vasco ha determinado hace un año una moratoria temporal hasta 2025 para la replantación de esta especie arbórea, moratoria sin duda limitada, ya que parece que se puede seguir plantando en terrenos donde ya existía la especie. En definitiva, eucaliptos y más eucaliptos con pistas y más pistas por doquier.

Bueno, en fin, tras este inciso voy terminando. Hemos confluido con la pista de ascenso y a partir de ahora no tenemos más que seguir fielmente el camino de subida hasta llegar a la iglesia de San Lorenzo de Maruri, desde donde hemos partido hace casi tres horas.

Tras el abrazo pertinente me despido de mi hijo hasta que tengamos una nueva oportunidad de hacer alguna otra ruta juntos, que siempre viene bien para charlar de lo divino y humano y, por supuesto, reforzar lazos familiares.