Circular al Molló Puntaire

Para empezar la ruta nos dirigimos a la pequeña aldea de Castelló, donde dejaremos el coche en un amplio aparcameinto.

Tras abrigarme bien me dirijo en primer momento hacia las casas, que están todas ellas muy bien restauradas o en proceso de restauración.

Una vez disfrutado de la pequeña aldea toca ir siguiendo el GR-192, que nos lleva por una pista, mientras va llaneando con ligeja tendencia ascendente que enseguida nos deja en la Font de Castelló.

Continuando el camino marcado por las marcas del GR, al llevar un kilómetro aproximadamente la pista se va inclinando poco a poco.

Mientras vamos ascendiendo tenemos muy buenas vistas de la pequeña aldea mientras unas impresionantes paredes calizas nos protegen del viento.

Conforme van pasando los metros el desnivel va en aumento, sobretodo en las zonas cementadas para evitar la erosión, mientras nos acercamos a un pequeño collado.

El Collet de la Creu o Forat del Vent resulta ser precioso, ya que la pista aparece protegida por dos paredes justo en el punto más alto de este, que se nos abre impresionante con el Molló Puntaire delante y el precioso valle que forma el torrente de La Barrancada.

Antes de continuar por la pista, dejando ya el GR, nos acercaremos a una pequeña cima que aparece a nuestra izquierda.

Para acceder a ella iremos siguiendo un desdibujado sendero, que muy suavemente y entre matorrales nos va llevando directos a su cima.

Se trata de Les Pedresses, a 531 metros de altura, un precioso mirador desde el que poder contemplar la Serra de Santa Marina y todo el cordal del Molló Puntaire, por el que en un rato iremos caminando.

Una vez disfrutadas de las vistas, el tiempo justo, ya que el viento empezaba a ser fuerte, toca retomar la pista.

La pista ahora va descendiendo entre antiguos campos de cultivo.

Al poco rato de bajar nos encontramos con una antigua caseta de pastores, la Caseta de Pere Bou.

Continuando en descenso encontraremos varios cruces en los que deveremos ir siguiendo diempre aquellos que nos llevan hacia las paredes que nos han ido acompañando durante toda la bajada.

Enseguida llegamos al cauce del barranco y se acaba la zona de relax para empezar a ir subiendo por el Camí de la Portella del Xato.

Poco a poco el desnivel va en aumento, pero va siendo bastante llevadero, además el ir andando debajo de esos paredones y esa frondosa vegetación hacen que todo esfuerzo se lleve muy bien.

A lo lejos se puede obserbar una gran hoquedad que me llama mucho la atención.

Ya a los pies de esa gran cueva, de la que no he podido encontrar información, no puedo evitar intentar acceder a ella, pero tras una corta trepada, la vegetación, y osbretodo el ir solo, me hacen dar un paso atrás, ya que no veo claro el destrepe posterior.

Tras la visita toca seguir la pista por debajo de los paredones, que tras llegar a un giro a la izquierda toma un toque espectacular.

Las formaciones rocosas kársticas que se nos muestran ahora delante son impresionantes, seguramente moldeadas por los impresionantes vientos que soplan en esta zona, y doy fe de ello ya que al estar encajonado entre rocas el viento me iba bapuleando de lado a lado.

Y por fin llegamos a una de las zonas más bonitas de la ruta, la Portella del Xato.

Las vistas desde aquí son simplementes impresionantes, ya que se nos aparece el Mediterraneo en todo su esplendor justo delante, el único pero son las construcciones de la autopista y las torres de alta tensión.

Una vez hechas las fotos, con muchisima dificultad, ya que el fuerte vendabal está apunto de tirarme al suelo a mi y a la cámara, toca seguir avanzando, ahora en dirección Oeste.

Ahora toca ir siguiendo la pista, siempre cogiendo los desvíos hacia la derecha hasta llegar a una torre de alta tensión, donde abandonaremos la pista para ir siguiendo un desdibujado sendero.

Seguir el sendero por aquí cuesta un poco, ya que no se ven muchos hitos, aunque es bastante intuitivo.

Al rato nos toparemos con el sendero PR-C 92, por el que será mucho más sencillo avanzar.

Tras observar el mapa compruebo que seguir el PR no era buena idea, ya que este sendero se desvía del sendero correcto, por lo que me tocará ir un poco campo a través en dirección N hasta dar de nuevo con el sendero correcto.

Ya en el sendero es tan sencillo como ir siguiendolo, siempre con el vértice geodésico de la cima como referencia, por lo que aunque el sendero parece perderse por momento, la intuición siempre nos lleva en la buena dirección.

Y por fin estoy en la cima del Molló Puntaire.

Las vistas desde aquí son muy bonitas, pudiendo ver gran parte de la costa de Tarragona, además de las impresionantes montañas de la zona.

De nuevo el viento es el gran protagonista, ya que me obliga a tener que irme nada más hacer las fotos.

El descenso se hace un poco rebuscado, ya que no fui capaz de encontrar un paso claro y definido, por lo que tiro de lógica, siempre con el sendero por el que he de ir más abajo como referencia.

Ya en el sendero, toca ir siguiéndolo mientras descendemos poco a poco.

Poco a poco la vegetación va ganando en protagonismo mientras el sendero se pone más vertical y nos deja ver bonitas formaciones rocosas.

Al rato llegaremos a un cruce de caminos donde daremos con el sendero PR-C 92, por el que iremos avanzando, siempre en dirección O.

Tras un rato de avanzar entre rocas llegaremos a la Font de Navaes.

A los pocos metros se llega a un nuevo cruce y a las ruinas de Navaes, lo que en un pasado sería una gran masía, ya que las ruinas son muy extensas.

Tras realizar las fotos toca seguir avanzando hasta llegar al Coll de la Basseta, lugar donde encontraremos una balsa y donde volveremos a poder contemplar el mar, cosa que vale la pena aprovechar, ya que será la u´ltima vez que lo veremos durante la ruta de hoy.

Ahora seguiremos el PR en dirección al Corral de Ca la Torre.

En este momento toca ir avanzando por una pista mientras vamos ascendiendo poco a poco por moteada por el típico monte bajo mediterraneo.

Al rato llegamos al Coll del Corral de Ca la Torre, donde el principal atractivo son las bonitas ruinas de este.

Ahora toca cambiar el sendero a seguir, toca volver a ir siguiendo el GR-192, que coincide con el PR-C 92.

El sendero va avanzando poco a poco mientras va subiendo, y si observamos el suelo con detenimiento podremos encontrar algún fósil.

De nuevo descendiendo por el sendero llegaremos a un cruce de caminos donde daremos con una pista, donde realizaremos un giro en dirección NO para seguir en descenso por el PR-C 92.

La pista va descendiendo poco a poco hasta dar con las ruinas del Corral del Coixet.

A partir de aquí la pista se pone mucho más inclinada, por lo que decido bajar dejándome caer para no hacer sufrir tanto las rodillas.

Al rato pasamos por debajo del mirador dels Dedalts, unas impresionantes paredes calizas en las que seguro que hay alguna vía de escalada.

Ahora la pista, completamente cementada, nos va llevando entre un bonito bosque hasta llegar a un campo de almendros, ahora completamente desnudos.

Aquí nos cruzamos con una pista asfaltada en la que realizaremos un giro a la derecha.

Ahora es tan sencillo como ir descendiendo por esta pista, cosa que se hace muy monótona, tal vez la parte más aburrida de toda la ruta, aunque los impresionantes cortados hacen que incluso andar por una carretera se haga placentero.

Y al poco rato llegamos de nuevo al aparcamiento.

A continuación os hago un pequeño resumen de los números de la ruta:

Tipo de ruta: Circular
Dificultad técnica: Fácil
Dificultad física: Fácil
Distancia: 9,53 Km
Punto más alto: 728 m
Punto más bajo: 369 m
Desnivel positivo: 600 m
Desnivel negativo: 600 m
Desnivel acumulado: 1.200 m
Cimas ascendidas: 2
Tiempo empleado: 3 horas 22 minutos
Tiempo en movimiento: 2 horas 42 minutos
Velocidad media: 4,3 Km/h
Ritmo: 14:03 min/Km

Podéis ver más detalles en la crónica de mi blog, en el enlace de abajo.