Circular al valle de Tiermas, desde la Erilla

Hoy me acerco a recorrer el valle de Tiermas, para ello cruzo por la calle principal la población de Alpartir, para continuar por la pista hasta alcanzar un cruce, donde tomo la pista de la izquierda, hacia el valle de Tiermas, siguiendo el cauce del río Alpartir, hasta que la pista finaliza en una pequeña explanada de hierba, conocida como la Erilla.

En este punto aparco la furgoneta, cojo la senda del Mesomero, que entre una espesa vegetación compuesta principalmente por robles, me lleva paralelo al río Alpartir, pasando junto a un refugio (cerrado) y unos metros más adelante, llego a una bifurcación de sendas, donde inicio el tramo circular, en sentido antihorario (senda de Valdelavar).

En ligero ascenso, comienzo a ganar desnivel, a medida que voy subiendo los robles van dando paso a los pinos, paso junto a un abrigo rocoso, para continuar subiendo por una agradable senda, que sobre la cota 970 metros desemboca en un camino, donde el pinar va perdiendo protagonismo hasta desaparecer.

A cambio, las vistas se amplían, pudiendo disfrutar de la vecina sierra de Vicort o del monte cano, el Moncayo. Siguiendo el camino, avanzo rápidamente, el sol calienta en esta zona despejada, tan solo dan sombras algunas carrascas, hasta alcanzar el collado de Valdecristina, donde continúo subiendo por la pista principal, hasta llegar a la base del alto de la Nevera, donde el camino continúa rodeándolo.

Yo, para evitar unos metros de más, decido atacar la cima de forma directa, monte a través, buscando las zonas más despejadas de vegetación, cruzando un pequeño resalte, en donde tan solo tengo que apoyar las manos, para continuar ya por terreno despejado hasta la cima del alto de la Nevera.

Permanezco unos minutos a la sombra, me remojo la cabeza con el agua del recolector de agua que hay junto a la caseta de incendios. Después, cojo la senda de la Peña del Albardón, marcada en su inicio con un hito, por la que inicio el descenso hacia el visible collado del Tío Francisco, al que llego en apenas un cuarto de hora.

Cruce de sendas, elijo la que a mi izquierda desciende hacia Alpartir, que rápidamente me introduce en el bonito robledal de Mesomero, una mancha de roble albar, que es uno de los pocos bosques de esta especie que existen en Aragón.

Sobre el kilómetro 10, enlazo con un camino por el que regreso hacia la Erilla, paso junto a la fuente de la Jordana, que baja seca. En un punto determinado, abandono el camino, para rodear por una senda una finca privada, hasta que está desemboca de nuevo en el camino.

Unos metros más abajo, dejo el camino definitivamente, para coger a mano izquierda la senda del Mesomero, cruce de sendas donde se junta la que baja del collado de Valdecristina y la que va a la fuente de la Teja, pero yo continúo por la del Mesomero, paralelo al río Alpartir, que me introduce en un agradable robledal, que me ofrece algo de sombra, llegando al cruce de sendas, donde cierro el tramo circular.

Ahora, tan solo debo retroceder sobre mis pasos, hasta llegar a la Erilla, donde finalizo este bello recorrido, por la sierra de Algairén, una sierra a poco más de media hora de Zaragoza, muy poco conocida y transitada.