Circular: Alosno - Cascadas Dehesa Boyal - Parte I

NOTA IMPORTANTE:

Esta ruta no se puede hacer ahora circular porque han cerrado doblemente el camino de vuelta, poco antes de entrar en eltérmino de Alosno.

Hay que resaltar que por problemas técnicos de grabación de la ruta, he dividido la ruta en dos partes. La primera sale de Alosno por el viejo Camino de San Bartolomé por El Rinconcillo, sube a los Rochos de Las Andrajas y se desvía a la península que forma la rivera Dehesa Boyal, por debajo de los Rochos, que vemos desde arriba a uno y otro lado (en esta ocasión no hemos bajado la pendiente hasta las cascadas de la rivera que quedan a nuestra derecha, cosa que sí hicimos el día anterior en sentido contrario), y regreso por el Camino de Los Guijos, a través de un sendero que une ambos caminos, pero la grabación del track termina en el límite del término municipal entre Villanueva de Los Castillejos y Alosno, después de bordear el camino principal atravesado por un arroyo, por otro camino paralelo pero que está vallado.
La ruta la comencé en la parada de autobús junto a la entrada principal de Alosno, frente al bar Portichuelo, al inicio de la Avenida Pedro Carrasco, a las 10:55 de la mañana del día 13 de Marzo de 2017. Y en este tramo de 9,6 km. empleé 2 horas 40 minutos, pero el recorrido real hasta el regreso al punto de partida fue mayor: 3,5 horas (sin bajar a las cascadas ni parar a comer un refrigerio) para unos 13 km; sugiero calcular unas 4 horas en total.
Recomiendo hacer esta ruta después de las lluvias, mejor en invierno o primavera, que es cuando el campo está muy bonito. También se puede hacer en otoño, pero el campo está muy seco. En verano suele hacer mucho calor. No hay sombra en todo el sendero.
Con unas pequeñas variaciones sobre nuestro recorrido, tomando sólo los caminos principales, se podría circular por casi todo el sendero en coche, mejor en un todo terreno. No se debería entonces coger el desvío hacia los Rochos y bajar por donde bajamos, y tampoco bajar la cuesta final a la rivera Dehesa Boyal (que hoy no hemos hecho) porque tiene mucha pendiente y es muy peligroso.
Tomamos la avenida Pedro Carrasco de entrada a Alosno, y a unos metros nos desviamos a la derecha, pasando entre una obra abandonada y entre la parte posterior del Instituto La Alborá. A continuación, a la derecha vemos unas pistas acristaladas de pádel y el Polideportivo Municipal Marcos Jiménez. Tomamos la primera calle a la derecha y salimos a un espacio abierto donde tenemos de frente una serie de casas unifamiliares de color albero, giro a la izquierda en la calle de la barriada, que es la calle Bonifacio, aunque el nombre quizás no lo veamos hasta el final de la calle, que continua adelante con otro nombre, la calle Feria; en la segunda esquina giramos a la derecha, pasamos por un pequeño aparcamiento asfaltado porque cerca hay un taller de coches. Seguimos adelante dejando una nueva urbanización de casas blancas (sin terminar de urbanizar) a la izquierda, y el campo a la derecha. Empezamos el viejo camino de Ayamonte. A la derecha, a lo lejos, vemos unas casas unifamiliares de tipo inglés.
Bajamos por un amplio camino (así es casi todo el camino) y luego subimos hasta una granja de pollos que queda a nuestra derecha. Desde aquí si nos volvemos, podemos hacer unas bonitas fotos del pueblo. Unos metros más abajo, nos encontramos una señal en la que apenas se lee “Rochos de Las Andrajas” y ”Puente de Garganta Fría”. Tomamos el camino de la derecha.
Por el camino de ida y de vuelta nos encontramos pequeñas fincas, con algunas huertas medio abandonadas, algunas ovejas, caballos y vacas. Y también grandes fincas. Como estamos en invierno, aunque ha llovido poco, en algunos tramos me encuentro con tramos encharcados que no son problemas, excepto uno que en la vuelta lo atraviesa un pequeño arroyo.
Al principio el camino discurre entre muros de piedras y luego entre muros y alambradas, hasta que se llegan a espacios abiertos, de grandes fincas, donde hay pocas alambradas.
Poco antes del Km. 2 del punto de salida me encuentro una valla que cierra el camino, pero que se puede abrir y cerrar fácilmente (un cartel nos pide que se deje “cerrada”). A pocos metros vemos dos árboles a la izquierda del camino, nos desviamos unos metros al interior para ver entre dichos árboles restos de una antigua calzada romana.
Algunos caminos que salen a derecha o a la izquierda, que van a las fincas o enlazan con otros caminos, no aparecen en el mapa ráster de IGN de nuestro GPS, pero que sí aparecen en el ortofoto del mismo IGN (imagen fotográfica, análoga a las fotos de Google).
Un poco más adelante encontramos un camino que viene de la izquierda, y sigue adelante; a la derecha hay una verja de entrada a una finca. Seguimos el camino adelante, que gira un poco a la derecha, paralelo a la alambrada. Atención, al terminar la alambrada, dejamos lo que parece ser el camino principal y giramos a la derecha, por lo que creemos que era el viejo camino de San Bartolomé por el Rinconcillo; aunque el camino principal, dando un rodeo, se une al final al camino que estamos siguiendo.
Por este nuevo camino se puede ver en el suelo que no hay apenas circulación. Empezamos bajando, luego cogemos un poco llano y luego volvemos a bajar, dejando dos charcas a nuestra izquierda y al frente vemos un monte con riscos, son los Rochos de Las Andrajas, a los que vamos a subir.
Cuando terminamos de bajar, llegamos a la esquina de la finca con la alambrada; si seguimos a la derecha, bordeando la alambrada podríamos llegar a “Los Petroglifos” que hemos descrito en un senderismo anterior con el grupo RT-2 por esta zona. En esta ocasión giramos a la izquierda y subimos unos metros el camino, pasando previamente por un pequeño arroyo, y volvemos a girar a la derecha y subir por otro camino, sin perder de vista a donde vamos, a los Rochos. Al llegar arriba nos encontramos con un cruce, un camino a la izquierda, otro casi de frente (ligeramente a la izquierda) y otro a la derecha que es el que seguimos bordeando el monte donde están los Rochos. Desde el camino vemos abajo el camino con las charcas por la que hemos venido hasta aquí. Un poco más adelante y siguiendo en el lateral derecho del monte nos encontramos por el sitio donde subimos directamente monte arriba cuando fuimos a Los Petroglifos. Empezamos a girar y vemos los primeros riscos, donde en aquella ocasión nos hicimos muchas fotos. Desde aquí vemos al fondo la “Casa del Tigre”, de la finca El Barrito, tan presente en el sendero que hice ayer, en sentido contrario desde la carretera de San Bartolomé a Alosno, a las cascadas y el Charco Alonso de la rivera Dehesa Boyal o Arroyo Madroñal. También vemos al fondo, pero abajo, la sorpresa de la rivera o arroyo, de aguas turquesas, que hoy con un día gris está con un color más intenso aún que ayer.
Seguimos el camino un poco más adelante hasta llegar a los otros riscos, en el que nos queda ahora a la derecha tiene puesto el cartel de Los Rochos de Las Andrajas, que apenas se puede leer también. En este punto es donde hicimos una primera parada el grupo RT-2 para reponer fuerzas; en aquella ocasión, el camino continuó a las cascadas y luego al puente de Garganta Fría, pero en esta ocasión prescindimos también del puente, para preparar una ruta más accesible y corta para hacerla en grupo.
Entre los riscos sale una especie de camino, al menos como camino aparece en el plano de IGN, aunque en la práctica, el camino ha desaparecido. Bajamos una empinada cuesta, al final campo a través, hasta que llegamos a un camino que viene de la izquierda y seguimos hacia la derecha. Este es el camino que viene de frente del último cruce que hemos mencionado, antes de rodear el monte de Los Rochos, punto al que luego volveremos de regreso.
Una vez en el camino de la derecha nos vamos acercando a una alta península que forma la rivera Dehesa Boyal, al describir una gran curva. En esta ocasión, un poco más adelante, nos desviamos del camino que baja con una gran pendiente hasta la rivera, y nos acercamos a la parte izquierda, para intentar ver la rivera por esta zona; la vemos y hacemos alguna foto, pero hay mucha pendiente y es peligroso aventurarse mucho yendo sólo; nos volvemos al camino principal, nos dirigimos ahora a la parte derecha y hacemos desde arriba unas fotos de las cascadas y un pequeño vídeo.
Desde el punto en que nos encontramos, en lado sobre las cascadas, disfrutamos de la visión del agua y del precioso color turquesa de la rivera Dehesa Boyal, que no deja de sorprenderme cada vez que la veo. Sin bajar la cuesta ni cruzar la rivera (cosa que hice ayer en sentido contrario) me vuelvo atrás por el mismo camino hasta llegar a por donde hemos bajado de Los Rochos, que ahora seguimos el camino adelante hasta llegar al cruce anterior de varios caminos y seguimos ahora a la derecha, dejando Los Rochos a la izquierda.
Seguimos el camino principal, describiendo una amplia curva en dirección al cruce de caminos que nos desviamos a la derecha en la esquina de una finca alambrada, para ir a Los Rochos. Pero no vamos a llegar hasta allí, a llegar a un cruce que tiene un palo de señalización de senderos, como el que hemos visto por el camino y en Los Rochos (pero que ahora le han clavado una chapa con una señal de coto) tiramos por otro camino secundario de frente, que no aparece en el mapa ráster del IGN, que hace una pequeña bajada y luego otra subida hasta enlazar con otro camino amplio que cogemos a la derecha, y que no vamos a soltar hasta llegar a Alosno. Este camino también describe algunas curvas a la derecha, y más adelante empalma con el viejo Camino de Los Guijos, que era un camino que pasaba por unas minas hoy abandonadas, Minas de Los Guijos, y que llegaba hasta San Bartolomé travesando la Dehesa Boyal y la rivera del Aserrador, camino público hoy perdido.
Así llegamos a una valla-puerta que está plantada en medio del camino, pero que se puede abrir fácilmente, junto a una cancela con candado de entrada a una finca. En la valla, por el otro lado, podemos leer avisos de prohibido el paso y propiedad privada (pero por donde hemos venido no hay ningún obstáculo ni prohibición, y además sabemos que es un camino público como se puede comprobar en los planos antiguos de la zona).
Hay que señalar, que estamos en el término municipal de Villanueva de Los Castillejos, muy lejos del pueblo, por donde no circula ningún vecino, sólo los de Alosno o los cazadores que vengan a los cotos. Al Ayuntamiento de Villanueva no le debe preocupar mucho lo que pasa por aquí con sus caminos públicos.
Un poco más adelante nos encontramos que el camino está invadido por un pequeño arroyo que cruza el camino que nos e puede vadear si no te metes en el agua. Lo único que se necesita son unas piedras en un lateral del camino para pasarlo sin problemas, pero no las hay. Las otras opciones son: 1) saltar el arroyo por el lateral de la izquierda del camino, si tienes buenas piernas para saltar y no meterte dentro del agua y 2) seguir un camino paralelo unos 50 metros al camino principal, desvío que aparece en el plano ráster de IGN, pero que atraviesa algunas parcelas privadas y te tienes que saltar una cancela con candado y un par de alambradas fáciles de pasar.
Desde el punto que accedemos ahora al camino principal a nuestra derecha, entramos en el término municipal de Alosno, a unos 2 km de las primeras casas del pueblo, y cuya descripción la haremos en la segunda parte de esta ruta.