ARTENARA-CUEVA CABALLERO-CRUZ DE TEJEDA (Gran Canaria)
near Artenara, Canarias (España)
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Itinerary description
Este sendero circular nos permite disfrutar de una de las mejores vistas de la cumbre Gran Canaria. Comienza en Artenara con una pendiente inicial que nos lleva al pinar. Después, el camino transcurre dirección Este, junto a un continuo precipicio a modo de balcón infinito con vistas a la Caldera de Tejeda. Desde allí, nos conquista la mirada dos Roques emblemáticos: El Nublo y El Bentayga, los guardianes de nuestra cumbre.
Los miradores naturales que salpican el sendero pausan nuestro andar pues no podemos resistirnos a tanta belleza. Comprendemos al instante las palabras de Miguel de Unamuno que al ver este sobrecogedor paisaje lo describiera como “tempestad petrificada”.
Por la vertiente Norte del camino, el pino canario nos silba en connivencia con el viento del alisio que peina sus ramas. A sus pies brota un manto de flores de un amarillo intenso (.....el color más canario y el preferido por el padre Báez ).
A mitad del recorrido puede visitarse las Cuevas del Caballero, un grupo de 7 cuevas con vestigios guanches excavadas en la roca y usadas algunas de ellas para ofrendas vinculadas con la fertilidad.
Más adelante asomados al acantilado y desafiando la gravedad; se puede ver varios monolitos de grandes dimensiones donde nuestra imaginación puede visualizar todo tipo de figuras, incluso alguna cara humana .
Al final de nuestra vereda bajamos a la Cruz de Tejeda allí en el jardín del Parador nos sorprende ver a un joven cocinero con su uniforme blanco inmaculado cortando tomillo, orégano, hierba huerto para cocinar. dejando al alejarse la fragancia de estas hierbas aromáticas .
Ya junto a la cruz de piedra espera con la mirada perdida un burro con su relajado Dueńo que ańora los turistas que tiempo atrás llenaba de vida y prosperidad este ícono turístico.
De vuelta volvemos sobre nuestros pasos donde nos encontramos a muchos peregrinos haciendo el camino De Santiago .
Los miradores naturales que salpican el sendero pausan nuestro andar pues no podemos resistirnos a tanta belleza. Comprendemos al instante las palabras de Miguel de Unamuno que al ver este sobrecogedor paisaje lo describiera como “tempestad petrificada”.
Por la vertiente Norte del camino, el pino canario nos silba en connivencia con el viento del alisio que peina sus ramas. A sus pies brota un manto de flores de un amarillo intenso (.....el color más canario y el preferido por el padre Báez ).
A mitad del recorrido puede visitarse las Cuevas del Caballero, un grupo de 7 cuevas con vestigios guanches excavadas en la roca y usadas algunas de ellas para ofrendas vinculadas con la fertilidad.
Más adelante asomados al acantilado y desafiando la gravedad; se puede ver varios monolitos de grandes dimensiones donde nuestra imaginación puede visualizar todo tipo de figuras, incluso alguna cara humana .
Al final de nuestra vereda bajamos a la Cruz de Tejeda allí en el jardín del Parador nos sorprende ver a un joven cocinero con su uniforme blanco inmaculado cortando tomillo, orégano, hierba huerto para cocinar. dejando al alejarse la fragancia de estas hierbas aromáticas .
Ya junto a la cruz de piedra espera con la mirada perdida un burro con su relajado Dueńo que ańora los turistas que tiempo atrás llenaba de vida y prosperidad este ícono turístico.
De vuelta volvemos sobre nuestros pasos donde nos encontramos a muchos peregrinos haciendo el camino De Santiago .
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